tal como lo trasladaba en palabras nuestro gran poeta y dramaturgo Félix Lope de Vega y Carpio.
esto es amor; quien lo probó lo sabe.
Llevaba muchísima razón nuestro poeta en acabar de esa forma su original poema, porque quien probaba el amor a los 18 años (al menos en aquellos tiempos) era sacudido (Shake, como bien decían los Beatles) por todas esas sensaciones en "menos de horas veinticuatro".
Pero dejémos de preámbulos amorosos, que eso vendrá más tarde y enfoquemos las cosas con orden y concierto.
Confieso que me ha dado muchísimo trabajo elegir la película de este año. El cine daba un alto cuantitativo en el lado europeo y se palpaba la impresión de una decadencia hollywoodiana. La progresía europea aplaudía cintas como "La dolce vita", "Acattone", "El año pasado en Marienbad" , "La noche" o "Divorcio a la italiana".......pero obviamente la industria americana se renovaba. El musical llegaba a su cenit adulto con "West Side Story". Wyler se atrevía, y llegaba un poco más lejos que "These Three", con "La Calumnia". Deborak Kerr nos fascinaba en la inquietante "The Innocents". Un particular crepúsculo de dioses fue convocado por Huston en la oscura "The Misfits": Clark Gable, Marilyn Monroe y Montgomery Clift libraban sus particulares vidas rebeldes al compás de las melancólicas notas de Alex North.
Pero hubo una gran película que para mí es muy representativa de mi pequeña vida de 1961:
Eddie Felson (Paul Newman) realiza sin más una gran jugada. Su compañero le salta que no será capaz de repetir una jugada igual. Le dice que ha sido una cuestión de suerte. Eddie se encabrona (sabemos que aparentemente) con Charlie Burns (Myron McCornick), éste abandona el local, mientras algunos mirones del local deciden apostar a que Eddie no es capaz de repetir la jugada. Eddie se concentra, coge el taco sin apresurarse, mira a la bola con sus expresivos ojos y ¡zas!, la jugada se repite con toda la gloria del taco.
Cuando minutos más tarde sale a la calle, sube al coche donde le espera su socio Charlie, y con una abierta sonrisa le entrega la cartera con el dinero que acaba de ganar.
Aparecen los títulos de crédito y tras ellos se abre la secuencia en una gran sala de billar, en la que comienza la jornada. Un afroamericano quita las lonas de las mesas. En ese momento Eddie y Charlie entran en la sala. Ambos comentan frases acerca del aspecto del local
- Está bastante tranquilo- dice Burns
- Sí, igual que una iglesia. La iglesia del dios de la estafa.- le contesta "Fast" Eddie
- No, esto parece la morgue. Todo eso son mesas para los muertos.
- Te aseguro que yo estaré vivo cuando salga.
Alguien que conoce la reputación de Eddie le comenta a éste y a Charlie que se olviden de ganarle a Minnessota Fats.
- Vete a casa con tu chico.- le dice a Charlie- Fats no necesita tu dinero,No le ha ganado nadie en quince años. Es el mejor del pais.
- Se equivoca-le contesta Eddie- El mejor soy yo.
La cámara se detiene en el reloj situado a la entrada de los billares. Vemos entrar al famoso Minnessotta Fats, vestido elegantemente, fumando y con una flor en el ojal de la americana. Eddie se acerca al gran hombre. Fats le comenta al joven si le gusta apostar. Eddie sin inmutarse le dice que la partida valdrá doscientos dólares.
- Ahora sé por qué eres conocido como "Fast" (rápido o relámpago) Eddie. Muchacho tú eres de los míos.
Comienza la larga partida. Minnessota se lava las manos y se las frota con polvos de talco. Eddie no tiene por menos que admirar la forma en la que se mueve su oponente. "Es tremendo. El tipo, el viejo gordo. Mírale, se mueve como un bailarín....¡y esos dedos¡ Esos dedos maravillosos es como si estuvieran tocando un violín."
Las horas pasan y Minnessota pide que le traigan una botella de whisky. Eddie, sin perder el tipo pide que le traigan otra.
Pronto va a entrar en acción otro personaje, quizá la pieza clave de lo que ocurrirá a partir de ahora.
La secuencia nos situa en la habitación contigua donde hay una timba de jugadores de poquer entre los que se encuentra Bert Gordon ( George C.Scott). El muchacho que ha entrado a por las bebidas le informa a éste de la partida entre Minnessota y Eddie. Bert abandona la mesa y se traslada a la sala, donde observa con atención a ambos contendientes.
Despues de más de 25 horas de partida Minnessota da por finalizado el juego. Eddie ha perdido todo el dinero.
Charlie y Eddie se encuentran en el dormitorio de una pensión de mala muerte. Charlie duerme profundamente. Eddie se ha levantado y observa desde la ventana el letrero de las salas de billar. Se da cuenta de lo miserable de su estado y decide dejar a su "manager". Rebusca en sus bolsillos y deja unos billetes. Al abrir la puerta y marcharse dice entre labios: "Perdona, Charlie".
Ya en la estación de autobuses Eddie se asea en el lavabo. Allí puede leer en una máquina su horóscopo "¿Es éste su día de suerte?"
Poco después Eddie conoce a Sarah. En realidad ambos no han cruzado una palabra y Eddie se ha quedado adormilado en su asiento. Cuando la camarera le llama la atención para que otros clientes ocupen su asiento, él rebusca en los bolsillos, aun atolondrado, un billete para pagar. La camarera, con gesto avinagrado le dice: "Está pagado por la señora!.
Poco después se vuelve a encontrar con la joven . En esta ocasión él se acerca y entabla conversación con ella.
- ¿Dónde vives?- le pregunta ella
- Por aquí- le dice Eddie con indiferencia.
- Yo se dónde vives, en una taquilla de la estación. ¿Cómo puedes vivir así?
- Apretado. ¿Siempre desayunas con alcohol?
- Padezco de insomnio y me aburro en casa.
Se hacen mutuamente la presentación.
- Mi nombre es Eddie- le comenta él
- El nombre podría ser Eddie. ¿Cuál podría ser mi nombre?
- No se. ¿Cuál te gustaría que fuera?
- A mí me gusta el que es, Sarah. Es un nombre bíblico, ¿sabes lo que significa?
Cuando ambos se disponen a abandonar el bar, Sarah está a punto de caeerse. Eddie se extraña de la falta de equilibrio de la mujer: "No estoy borracha. Soy coja". El la acompaña y a la puerta de su apartamento e intenta besarla. Ella musita para sí misma "¿Por qué yo?
Eddie y Sarah se instalan en el apartamento de ésta, pero la convivencia entre ambos es muy difícil. Más aún cuando reaparece Charlie, el antiguo socio de Eddie. Le suplica que vuelva con él.
- Era como un hijo para mí. Apenas tenía 16 años cuando le conocí.- dice Charlie.
Eddie no transige y Charlie se marcha.
Un día, Sarah teclea en la máquina de escribir. A su lado hay una botella. Eddie, fastidiado recoge los cacharros sucios de la cocina.
Cuando Sarah se recuesta Eddie arranca el papel del rodillo de la máquina y lee
- "Tenemos un contrato de mutua tristeza y una impenetrable oscuridad nos rodea"- y volviéndose a ella le dice- ¡Inventa algo más alegre!
Ella le contesta muy apesadumbrada.
- Le has dicho a Charlie, ¡muérete de una vez! ¿me lo dirás a mí también?
Eddie vuelve a los garitos de billar e inicia su relación profesional con Bert Gordon. Este le reprocha ser un perdedor nato.
- Beber whisky al empezar una partida es buscar un pretexto para perder. Pero tú no no necesitas pretexto para perder. En realidad no hay un jugador de billar mejor que tú, si lo haces siempre como lo hiciste la otra noche. Tienes talento.
- Si tengo talento, ¿qué es lo que me hizo perder?- le contesta Eddie.
- Tu carácter- le responde Bert- ¿Crees que se puede jugar al billar y al poker 48 horas, contando solo con el talento? ¿Crees que Minnesota Fats tiene más temperamento en un dedo que tú en todo tu cuerpo?
Eddie se excusa diciendo que tal vez perdiera por haber bebido demasiado.
- También hay que tener talento para beber whisky- sentencia Bert.
Eddie, alentado por lo que Bert le dice se anima para volver a enfrentarse con Minnesota Fats. Lo único que necesita son mil dólares. Bert le dice que eso no es suficiente. que al menos necesita tres mil dólares.
- Empezará a quinientos la partida y te despojará de la camisa, es su sistema cuando se enfrenta a un hombre que sabe tanto como él.
Bert le ofrece los tres mil dólares para ver como reacciona Eddie. Naturalmente el prestamista se queda con la parte del león. El 75 por ciento será para Bert. Eddie rechaza el trato abusivo de Bert, éste le advierte.
- Saben quien eres, Eddie. Si entras donde haya corrido la voz, te comerán vivo.
Eddie vagabundea por las calles. Desesperado decide entrar en un billar haciéndose el palurdo, pero cuando, envalentonado, le gana al rival descubriendo su verdadera condición de jugador profesional. Cuando intenta largarse con las ganancias le cogen entre varios y le fracturan los pulgares de ambas manos.
Eddie vuelve con Sarah. Parece ser que la relación entre ambos puede llegar a una meta. Un día en el campo Eddie le comenta a Sarah con entusiasmo lo que es el billar para él.
-!De pronto siento alas en el brazo, y el taco forma parte de mí! El sonido de las bolas es como la música...No tienes que mirar. Acabas de hacer una jugada formidable. Juegas como ninguno, mejor que ningún jugador en el mundo.
Sarah entusiasmada le dice.
- No eres ningún fracasado, Eddie. Eres un ganador.
Eddie se ha recuperado de su fractura. Tiene un nuevo encuentro con Bert Gordon quien se interese por su pasado "accidente". Al final Eddie acepta el trato que Bert le había ofrecido. La primera partida la jugará en Kentucky.
Al nuevo manager no le hace gracia que Sarah acompañe a Eddie en la gira. Una vez instalados todos en el hotel Bert habla con Sarah y le dice duramente
- Nos hacemos una guerra mutua y eso es malo para todos. Malo para mí, malo para usted y, sobre todo, malo para Eddie.
- Usted sabe lo que le conviene.
- ¡Ganar¡- le responde con brusquedad.
- ¿Para quién y por qué?
- Hoy para mí, mañana para él- contesta Bert tranquilamente.
- No habrá un mañana...si está usted. Destruye todos los mañana porque los compra hoy y a bajo precio.- le dice Sarah indignada.
- Compro a quien se vende- contesta Bert tranquilamente.
Ella le insulta pero él impasible sigue diciéndole.
- Jovencita, él la ha traído por compasión y yo lo se. Trata de aferrarse con las uñas. Ha oído sonar las trompetas de la gloria para Eddie y quiere salvarse del naufragio. Es el caballo que queda rezagado. ¡No busque complicaciones! Viva y deje vivir....mientras pueda.
Sarah acabará suicidándose y Eddie, sintiéndose culpable de la muerte de la mujer que amaba, intenta recuperar su dignidad.
Provoca un encuentro con Minnesotta Fats.
- Vengo a desafiarte, Gordo.- le dice a Minnesotta.
El monto de la partida será de tres mil dólares.
- Apuesta por mí, no puedo perder - le dice a Bert- Ahora sé lo que es tener carácter. Lo aprendí en una habitación de hotel, en Lousville.
Naturalmente Eddie vence la partida. Cuando abandona el local Bert le reclama su parte de la ganancia, pero Eddie le mira con desprecio y cuando le reprocha ser el responsable de la muerte de Sarah, Bert se justifica.
- Estaba completamente trastornada.
- Y acabamos de enloquecerla. La quería mucho y la perdí en una partida.
Bert le amenaza pero Eddie sin inmutarse le vuelve la espalda al tiempo que le dice a Minnesotta.
- Gordo, jugaste como un maestro.
Eddie y Minnesotta salen a la calle. Bert queda en mitad de las tinieblas de la sala.
***********************************************************************************
Pocas veces hemos visto un universo más cerrado, cuadrangular y frío como el que emana de los fotogramas de esta película, que entre tonos sombríos y turbios nos retrata a personajes trágicos y perdedores.
El aire que transmitía la cinta era tan seco e irrespirable, tan untado de tabaco y de alcohol, que desazonaba la conciencia del espectador. El público, por aquellos años no estaba por la labor y la película se hizo añicos en las taquillas. Pero el cinéfilo de pro supo resistir el embite y poco a poco el film fué ganando tantos hasta convertirse en un clásico indiscutible.
A pesar de que "The Hustler" transcurre en los primeros años 60, cualquiera que visite los barrios periféricos de Nueva York encontrará los mismos escenarios y los mismos personajes; salas de billar o cualquier otro juego de timbas, pensiones y hostales de mala muerte y por supuesto la Estación de Autobuses de Greyhound...es el mundo circular donde se mueven Fast Eddie y el duro y cínico Bert Gordon.
"The Hustler" fué la primera gran película de Paul Newman y también la que le aupó a la primera división de los actores de Hollywood (no se comprende que le negaran el oscar de aquel año en beneficio del soso Maximiliam Schell).
Piper Laurie, intepreta a una sensacional Sarah. Tampoco se comprende que también fuera desplazada de los oscar por la glamourosa Sophia Loren.
George C.Scott interpreta al frío y calculador manager Bert Gordon. En un momento del film, Sarah dice amarga refiriéndose a él: "Destruye todos las mañana, porque los compra hoy y a bajo precio"
Jackie Gleason interpreta al legendario campeón Minnesota Fats a quien Eddie tiene que vencer para demostrar que él es el mejor (este duelo inspiró más tarde otra película, que convendría desempolvar: "Cincinnati Kid" (El rey del juego))
Robert Rossen es el orquestador de este asombroso juego de caracteres, un director más que interesante, que quedó maldito por doblete en los tristes episodios de la "caza de brujas". Primero por negarse a testificar y después por claudicar, confesarse comunista y denunciar a 57 compañeros.
Su "mea culpa" la entona en este film lóbrego, de luces triangulares, de tomas largas como los palos del billar. Para ello se vale de un estupendo cinemascope en blanco y negro.
Rossen dirigió "The Hustler" con un pulso contenido e hizo una obra maestra, una tragedia conceptual, donde cada plano está medido al milímetro. Es necesario verla para sentir todas y cada una de las escenas. Hay un momento en el que vemos a SArah, cargada de alcohol, apoyada contra la pared, en la fiesta del millonario Findley (Murray Hamilton). Bert se acerca a ella y le susurra algo al oído, palabras que nosotros no oímos. Ella se revuelve y arroja la bebida al rostro de Bert y se desploma. Más tarde comprendemos que este episodio es el preludio que desembocará en el suicidio.
Nunca, como en este película, se cumple, lo que en numerosas ocasiones ha apuntado el
BLOG DE JOSEP sobre el protagonismo y lustre de los actores secundarios. Rossen ha tenido la inteligencia y el buen saber de conferir a todos los personajes la misma importancia.
Hay dos cameos que resaltar: Jake LaMotta (el Toro Salvaje) y Vincent Gardenia, ambos hacen el papel de sendos camareros. Myron McCormick, que interpreta a Charlie Burn era un actor de teatro que no solía prodigarse en el cine.
Generalmente, cuando comentamos una película , olvidamos la labor del montador. En esta ocasión es imposible solayar la magnífica labor de Dade Allen, quien supo dar un ritmo preciso a a las largas escenas de billar: tacos, bolas, caras tensas....motivos que narran el juego en imágenes.
Todos sabemos que Scorsese puso el palo de billar de nuevo en las manos de Paul Newman, 25 años más tarde. El actor retomó el personaje de Eddie "Fast" Felson, por propio empeño, en "El Color del Dinero". Impulsó esta secuela, que no "remake" convenciendo a Walter S. Tevis, autor de la novela original. El escritor le presentó el manuscrito a Newman, quien lo pagó de su propio bolsillo los derechos para su adaptación al cine. Newman también pagó al primer guionista, Daryl Ponicsan, pero quien definitivamente firmó el guión de la película fué Richard Price.
"El Color del Dinero" estuvo a la altura de las circunstancias. Es más, fué una gran película mal que le pese a Scorsese , que siempre fue un pelín crítico con ella. Gracias a "El Color del Dinero", el director italoamericano pudo salir del pozo profesional en el que había caído tras "El Rey de la Comedia".
Por paradoja, y con toda justicia, por fin Paul Newman consiguió con su interpretación el oscar que le negaron por el mismo personaje. El actor también había estado nominado en 1958 por "La Gata sobre el Tejado de Cinc Caliente"; en 1958 por la película que comento; en 1963 por "Hud"; en 1981 por "Ausencia de Malicia" y en 1982 por "Veredicto Final".
En realidad, a este honradísimo actor no le hacía falta ningún oscar para que los cinéfilos de todo el mundo lo respetásemos como actor y también como director, las pocas veces que se colocó tras la cámara. Su mejor premio ha sido su larga vida y su presencia en la pantalla, que será inmortal para todos los que amamos al cine.
Espero que no os haya cansado con tanta historia y con tanto rollo. El próximo año 1962 intentaré ser un poco menos pesado.
NOTA: Como creo que ya sabeis BLOGGER ha estado inoperativo casi veinticuatro horas. Este post se ha visto afectado y todos los comentarios que se habían colgado fueron borrados ¿sabe alguien por qué o por quién?. ...En fin esperemos que este incidente no vuelva a ocurrir.
Disculpas a todos los amigos que me visitaron.