Wednesday, April 22, 2009

LA GRAN OPERA DE VISCONTI

"Senso" es la película más melodramática (en el buen sentido) del genial Luchino Visconti. En ella somos testigos de las pasiones de dos amantes en el marco de la Italia ocupada por Austria. Posiblemente, para aquellos que amamos el cine de este director, "Senso" ocupa un lugar destacado, por la exquisetez de la puesta en escena y el maravilloso juego actoral de una maravillosa actriz llamada Alida Valli.
La primera escena, en la que Visconti, nos muestra su pasión por la ópera, vemos una panorámica del gran teatro La Fenice de Venecia en el año 1866. Todo la platea está ocupada por oficiales del ejército austríaco. Los palcos y el primer anfiteatro está ocupado por la nobleza y la burguesía local. Los pisos altos están repletos del pueblo llano italiano. En el escenario, el tenor canta una de las arias más conmovedoras de "Il Trovatore" y posteriormente el coro entona "A las armas¡, !A las Armas! Estamos dispuestos a luchar contigo, o contigo morir. !A las Armas!¡A las Armas". En ese momento todos los espectadores del piso alto comienzan a arrojar panfletos e insignias tricolores a la platea al tiempo que gritan contra la ocupación austríaca.
Durante ese revuelo conocemos al teniente austríaco Franz Mahler (Farley Granger). En uno de los palcos se encuentra la condesa Livia Serpieri (Alida Valli), prima de Roberto Ussoni (Massimo Girotti) quien ha desafiado a Franz Mahler, por haberse éste burlado del patriotismo italiano.
Livia (que también es partidaria de la liberación del pais) decide hablar con el teniente austríaco para evitar el posible derramamiento de sangre de su primo. Este encuentro da lugar a un apasionado romance entre el invasor austríaco y la patriota italiana. Estos amores, donde están presentes todos los tópicos del melodrama, tienen un fin trágico, como corresponde a la Gran Opera.


Visconti aborda por vez primera una gran producción en color. Sus películas anteriores: Obsesione, La Terra Trema y Bellísima habían sido claros exponentes del movimiento neorrealista. En esta producción el director iba a volcarse en su pasión por la música clásica y la ópera. El marco de la historia el "Risorgimento" añadían factores espectaculares que sumaban dificultades a las aspiraciones del entonces joven director.
Como dije al principio esta película es la más melodramática de Visconti, en el sentido de que el devenir de la acción dramática se acopla perfectamente a la música (Bruckner y Verdi). A partir de "Senso", toda la producción posterior del maestro italiano se moverá dentro de estas pautas, incluída la pseudoneorrealista "Rocco y sus hermanos", que yo considero una gran ópera popular.
El guión, basado en una narración corta de Camillo Boito, lo escribieron Visconti y d'Amico, pero en los diálogos intervinieron Tennesee Williams y Paul Bowles.

La productora andaba preocupada por la distribución internacional del film, y para ello quería un actor americano. Visconti propuso a Brando. Parece ser que el actor se desplazó a Italia e hizo algunas pruebas, pero la productora lo rechazó porque no lo consideraba con suficiente garra. La elección recayó en Farley Granger (posiblemente la peor elección). El actor había trabajado con Ray en "They Live By Nigth" y con Hitchcock en "Stranger On A Train" y era lo suficientemente atractivo para la audiencia femenina, por tanto el papel del Teniente Mahler fué para él. Desde luego el pésimo actor no pudo beneficiarse de éste regalo. Después de "Senso" apenas pudo hacer nada medianamente bueno.


El papel de la condesa Serpieri era en principio para Ingrid Bergman, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto, pero en este caso, al contrario de Granger, la elección de la Valli fue un completo acierto.
No se entiende muy bien que "Senso" tuviera ciertos problemas con la censura. Estos problemas se derivaban por la suspicacia de las autoridades a que el período del Risorgimento (idealizado como el movimiento patriótico por excelencia de Italia) se enturbiara con detalles no convenientes. De hecho se cortó alguna escena antes de ser exhibida en el Festival de Venecia. También en el título fueron puntillosos los censores, que apuntaron dos opciones: "I Vinti" (Los vencidos) y "Uragano d'estate" (Huracán del estado). Afortunadamente prevaleció la razón y el film se estrenó con su título "sensual".

Para mí es un acierto la utilización para la banda sonora de la Sinfonía nº 7 del austríaco Anton Bruckner. La música crepuscular del maestro se derrama sobre los amores trágicos de la pareja como un complemento a su dramatismo.
La escena inicial donde se canta la "patriótica" aria de Verdi tiene su contrapunto en la espléndida escena final , delirio culminante al de cualquier ópera verista: la condesa Livia corre por las oscuras callejas de Verona, flanqueadas de putas y soldados borrachos, aullando el nombre de Franz Mahler. Al tiempo, el teniente se enfrenta al pelotón de ejecución. El plano final se aleja del cuerpo muerto del desgraciado teniente y la cámara enfoca en picado, de forma similar a como al principio del film se enfocaba el escenario.
En "Senso" comienzan a verse reflejados en los títulos de crédito un equipo "casi fijo" en futuras producciones, con nombres como Zeffirelli (alumno aventajado en dirección) y Francesco Rosi. Cechi d'Amico en el guión y en todo el resto de sus películas salvo "Muerte en Venecia" y "La caida de los dioses", y Nino Rota, que en este film solo intervino como seleccionador-arreglista musical.
"Senso" tuvo mala acogida en Venecia, porque las autoridades estaban descontentas, incluso airadas con el director, por ridículas diferencias políticas, de manera que el palmarés se lo concedieron a una acartonada "Romeo y Julieta" de Castellani. Hay que tener en cuenta que por aquella época la dialéctica entre los democristianos gubernamentales y los intelectuales de izquierdas era pura pólvora. Por otra parte la crítica no entendió el viraje de Visconti desde un neorrealismo crudo a un preciosismo dramático.

Como nota curiosa la censura española, roma hasta la exasperación, retrasó el estreno de "Senso" hasta el año 1967, trece años después de su producción.



4 comments:

Josep said...

Pues esta la ví en una especie de cine-fórum que se organizaba en mi pueblo cuando yo era todavía menor de edad, pero ya tenía carnet de conducir... :-)

Entonces, fruto de mi juventud, me pareció un tostón, porque no ha sido hasta alcanzar la edad madura que he empezado a apreciar como se debe los dramones románticos, así que te debo una, Antonio, porque lo cierto es que poco recuerdo de esta pieza que, siendo de Visconti, seguro que suscitará alguna impresión agradable.

Respecto al casting, tampoco creo que el Brando de la época fuera idóneo, pero, desde luego, Alida Valli es un acierto, sin duda, para representar a una italiana enamorada mucho mejor que mi admirada Ingrid.

Un abrazo.

p.d.: Antonio, macho, eres un pozo de información sin fin: debes tener un libro para cada película que comentas... y seguro que serán todavía muchas... :-)

ANRO said...

Es lógico que cuando joven te pareciera esta peli un tanto cargante. No cabe duda de que se trata de un dramón (en el sentido respetuoso de la palabra), pero está perfectamente construído y se puede afirmar que figura entre lo mejorcito de Visconti y lo más coherente con su mundo interior.
Alida Valli estaba sencillamente perfecta.
Confieso humildemente que poseo un muy buena biblioteca. No, no tengo un libro para cada película, pero puedo asegurarte que mi colección de cine asciende a más de quinientos volúmenes. Espero seguir aumentando este patrimonio muchos años. Tal vez algunos se beneficien de ello.
Un abrazote

alicia said...

Yo estoy también totalmente de acuerdo que Alida Valli resultó la intérprete ideal, y estaba bellísima. La película casi se puede resumir en dos grandes escenas, la del inicio con "A las armas" (¡Viva V.E.R.D.I!), y la del final, en la que la cámara se situa exactamente igual que si estuviera en un palco de la ópera para enfocar la ejecución de Farley Granger (el mayor error de la película), mientras la condesa vaga perdida como si hubiera perdido la razón

ANRO said...

Efectivamente, Alicia, eso era la Gran Opera, un magnífico comienzo y un final espectacular y trágico.
Un abrazote.