Cuenta la leyenda, y no hay por qué dudarlo, que los soldados que se acercan a la fortaleza de Dunsinane en la versión de "Macbeth", que Welles rodó para Republic, eran sencillamente todos los extras del estudio, que al grito de "Todos a comer!" corrían en desbandada hacia los comedores. Orson, se reía cuando le recordaron la anécdota y se limitó a responder que iba con el tiempo contado y le pareció que la pitanza era un motivo más que suficiente para estimular el movimiento de la tropa.
Naturalmente en el siguiente plano la magnífica voz y presencia del gran Welles recitaba, cuando le anunciaban que el bosque de Birnam se movía: "¡Si mientes serás colgado vivo del árbol más próximo, hasta que el hambre te diseque!¡Si es verdad lo que dices, no me importa que hagas conmigo otro tanto!...Flaquea mi resolución y comienzo a sospechar el equívoco del demonio, que miente bajo la máscara de la verdad "No temas nada hasta que el bosque de Birnam venga a Dunsinane!....¡Y ahora un bosque viene a Dunsinane!...¡A las armas!¡A las armas!¡Salgamos!¡Si es cierto lo que que éste arfirma, importa poco que huya de aquí o me quede!¿Comienzo a hartarme de sol, y ansío que se haga ahora pedazos la máquina del Universo!¡Suene la campana de alarma!...¡Sopla, viento !..¡Ven destrucción!...¡Que al menos perezcamos con los arneses sobre la espalda!"
Orson Welles andaba por aquellos entonces con Rita Hayword con la que acababa de rodar "La Dama de Shangai". Había mediado una oferta del productor británico Sidney Bernstein para rodar una versión de el "Rey Lear". A Orson le pareció una buena idea y sobre la marcha pensó en utilizar el montaje de la misma en Salt Lake City para la realización del film. La intención de Welles era rodar un film serio, sin gastar mucho dinero y que para colmo fuera rentable.
El hombre se las vió y se las deseò para intentar convencer a los ejecutivos de Hollywood. Los tiempos del "Ciudadano Kane" habían pasado y Orson sabía que tenía que dar argumentos muy sólidos para que los productores soltaran la pasta, por poca que fuese.
Desechada la idea de "Rey Lear", Welles apuntó inmediatamente a "Macbeth". Tenía un precedente como aval. El "Henry V" de Olivier había sido rentable. Naturalmente los grandes estudios dijeron que nones, pero por paradoja, uno de los estudios más chavacanos y chuscos de Hollywood, la Republic, estuvo dispuesta a patrocinar el producto.
Nada detuvo a Orson. Los mismos actores que utilizaría para el montaje de Salt Lake serían los del film. El tiempo era vital. La representación en Utah estaba programada para Mayo y en Junio dispondría de 21 días que serían los que utilizaría para la filmación.
Naturalmente en el siguiente plano la magnífica voz y presencia del gran Welles recitaba, cuando le anunciaban que el bosque de Birnam se movía: "¡Si mientes serás colgado vivo del árbol más próximo, hasta que el hambre te diseque!¡Si es verdad lo que dices, no me importa que hagas conmigo otro tanto!...Flaquea mi resolución y comienzo a sospechar el equívoco del demonio, que miente bajo la máscara de la verdad "No temas nada hasta que el bosque de Birnam venga a Dunsinane!....¡Y ahora un bosque viene a Dunsinane!...¡A las armas!¡A las armas!¡Salgamos!¡Si es cierto lo que que éste arfirma, importa poco que huya de aquí o me quede!¿Comienzo a hartarme de sol, y ansío que se haga ahora pedazos la máquina del Universo!¡Suene la campana de alarma!...¡Sopla, viento !..¡Ven destrucción!...¡Que al menos perezcamos con los arneses sobre la espalda!"
Orson Welles andaba por aquellos entonces con Rita Hayword con la que acababa de rodar "La Dama de Shangai". Había mediado una oferta del productor británico Sidney Bernstein para rodar una versión de el "Rey Lear". A Orson le pareció una buena idea y sobre la marcha pensó en utilizar el montaje de la misma en Salt Lake City para la realización del film. La intención de Welles era rodar un film serio, sin gastar mucho dinero y que para colmo fuera rentable.
El hombre se las vió y se las deseò para intentar convencer a los ejecutivos de Hollywood. Los tiempos del "Ciudadano Kane" habían pasado y Orson sabía que tenía que dar argumentos muy sólidos para que los productores soltaran la pasta, por poca que fuese.
Desechada la idea de "Rey Lear", Welles apuntó inmediatamente a "Macbeth". Tenía un precedente como aval. El "Henry V" de Olivier había sido rentable. Naturalmente los grandes estudios dijeron que nones, pero por paradoja, uno de los estudios más chavacanos y chuscos de Hollywood, la Republic, estuvo dispuesta a patrocinar el producto.
Nada detuvo a Orson. Los mismos actores que utilizaría para el montaje de Salt Lake serían los del film. El tiempo era vital. La representación en Utah estaba programada para Mayo y en Junio dispondría de 21 días que serían los que utilizaría para la filmación.
Como no pudo disponer ni de Geraldine Fitzgerald ni de Tallulah Bankhead para el papel de Lady Macbeth llamó a una conocida suya con quien había trabajado en un programa radiofónico, Jeanette Nolan, y él mismo, obviamente interpretaría al trágico Macbeth.
Por aquellas fechas, Christopher, la hija del actor director y de su primera mujer Virginia Nicolson, se encontraba de vacaciones junto a su padre. Era una niña muy comprometida y adoraba a su padre.
- Daddy ¿por qué no me das un papel en tu película?- le preguntó un día.
- Imposible, mi vida, en la película que voy a rodar no sale ninguna niña.- le contestó el padre paciente.
- Es igual- le contestó Christopher impasible- Tú eres el director y puedes hacer lo que quieras.
No sé si ese diálogo fue el que mantuvieron padre e hija, lo cierto es que Orson, quizá conmovido por la insistencia de la niña le adjudicó el papel de hijo de Macduff. Naturalmente la niña cobró su correspondiente salario. Ciento quince dólares semanales de la época, lo cual no estaba nada mal.
La pequeña no se portó estoicamente durante el rodaje, pero se aburría mortalmente. Por suerte para ella encontró a un pequeño actor, que se convirtió en su compañero de juegos y de aventuras. Ambos se escapaban a un plató donde rodaban una película del oeste. Más tarde le preguntó a su padre.
- Daddy por qué no diriges una película tan divertida como la de los vecinos?
Toda una monada de niña.
El rodaje comenzó a finales de junio de 1947. El presupuesto era de 884.367 dólares, ni un centavo más ni un centavo menos. En todas las reuniones , donde cotilleaban lo más granado de Hollywood, se hacían apuestas sobre si el director iba a ser capaz de ceñirse a tan delgada cifra. Pero Welles no solo fue capaz de ello sino que rebajó el presupuesto. Y para colmo terminó la película tambien en el plazo previsto. ¡Una verdadera hazaña!
En fase de montaje y dado que solo faltaban unos retoques de realización Orson decidió tomarse unas vacaciones a Europa donde pensaba recalar en Londres para entrevistarse con Alexander Korda. El productor inglés estaba eufórico y le dijo entusiasmado que tanto Laurence Olivier como Ralph Richardson estaban deseosos de compartir tablas con él. "Sereis como los tres mosqueteros" le dijo Korda.
Años más tarde Welles comentó la ingenuidad de Korda "¡Quererme a mí- dijo- " Estoy harto de oir lo que se contaba de ellos, como se daban guantazos por la siguiente representación; pero Korda creía a pies juntillas que se habrían limitado a decir: "¡Oh, maravillosos! Orson Welles va a trabajar con nosotros" Estoy seguro de que la primera noche Laurence Olivier me habría puesto la zancadilla para que me diese de narices contra la concha del apuntador."
Naturalmente nunca sabremos si aquel par de genios de la escena inglesa hubieran sido así de bellacos, pero en el teatro y entre primeras figuras lo más creíble es la zancadilla.
Otra anécdota muy sabrosa de su otra escala en Roma no tiene desperdicio. Se le concedió una entrevista con el papa Pio XII. El actor confesó que el papa le agarró las manos y no se las soltaba "las tenía secas y calientes como las lagartijas". A la pregunta de qué habló con el papa , Orson respondió: "Estuve cuarenta y cinco minutos a solas con él, me cogió la mano y no me la soltó en ningún instante y de golpe me dijo: "¿Es verdad que Irene Dunne piensa divorciarse? ¿Qué piensa del próximo matrimonio de Tyrone Power?"...la verdad es que durante todo el tiempo estuvimos hablando de chismes de Hollywood".
Cuando Welles volvió a los EEUU y se centró en los últimos toques de "Macbeth" comenzó a torcer el gesto. No le gustaba en absoluto el vestuario. A Bogdanovich le declaró años más tarde que él mismo parecía un trasunto de la Estatua de la Libertad.
No dejaba de llevar razón. Pero no fue el vestuario la causa del fracaso de "Macbeth". Republic decidió presentarlo en el festival de Venecia de 1948, pero aquí si que hubo zancadilla por parte de Olivier, que presentó su "Hamlet" a competición. Naturalmente todos los aplausos fueron para el inglés.
Las reacciones críticas en el estreno USA fueron negativas en su mayor parte. Nadie entendió demasiado porqué era necesario que los actores tuvieran acento escocés, pero sobretodo la decisiòn de Welles de condensar la magna obra shakesperiana en tan solo 107 minutos.
Afortunadamente en 1980, la UCLA Film Archives y Folger Shakespeare Library han restaurado el film con su metraje y banda sonora original. Todo un regalo para los sentidos.
Por aquellas fechas, Christopher, la hija del actor director y de su primera mujer Virginia Nicolson, se encontraba de vacaciones junto a su padre. Era una niña muy comprometida y adoraba a su padre.
- Daddy ¿por qué no me das un papel en tu película?- le preguntó un día.
- Imposible, mi vida, en la película que voy a rodar no sale ninguna niña.- le contestó el padre paciente.
- Es igual- le contestó Christopher impasible- Tú eres el director y puedes hacer lo que quieras.
No sé si ese diálogo fue el que mantuvieron padre e hija, lo cierto es que Orson, quizá conmovido por la insistencia de la niña le adjudicó el papel de hijo de Macduff. Naturalmente la niña cobró su correspondiente salario. Ciento quince dólares semanales de la época, lo cual no estaba nada mal.
La pequeña no se portó estoicamente durante el rodaje, pero se aburría mortalmente. Por suerte para ella encontró a un pequeño actor, que se convirtió en su compañero de juegos y de aventuras. Ambos se escapaban a un plató donde rodaban una película del oeste. Más tarde le preguntó a su padre.
- Daddy por qué no diriges una película tan divertida como la de los vecinos?
Toda una monada de niña.
El rodaje comenzó a finales de junio de 1947. El presupuesto era de 884.367 dólares, ni un centavo más ni un centavo menos. En todas las reuniones , donde cotilleaban lo más granado de Hollywood, se hacían apuestas sobre si el director iba a ser capaz de ceñirse a tan delgada cifra. Pero Welles no solo fue capaz de ello sino que rebajó el presupuesto. Y para colmo terminó la película tambien en el plazo previsto. ¡Una verdadera hazaña!
En fase de montaje y dado que solo faltaban unos retoques de realización Orson decidió tomarse unas vacaciones a Europa donde pensaba recalar en Londres para entrevistarse con Alexander Korda. El productor inglés estaba eufórico y le dijo entusiasmado que tanto Laurence Olivier como Ralph Richardson estaban deseosos de compartir tablas con él. "Sereis como los tres mosqueteros" le dijo Korda.
Años más tarde Welles comentó la ingenuidad de Korda "¡Quererme a mí- dijo- " Estoy harto de oir lo que se contaba de ellos, como se daban guantazos por la siguiente representación; pero Korda creía a pies juntillas que se habrían limitado a decir: "¡Oh, maravillosos! Orson Welles va a trabajar con nosotros" Estoy seguro de que la primera noche Laurence Olivier me habría puesto la zancadilla para que me diese de narices contra la concha del apuntador."
Naturalmente nunca sabremos si aquel par de genios de la escena inglesa hubieran sido así de bellacos, pero en el teatro y entre primeras figuras lo más creíble es la zancadilla.
Otra anécdota muy sabrosa de su otra escala en Roma no tiene desperdicio. Se le concedió una entrevista con el papa Pio XII. El actor confesó que el papa le agarró las manos y no se las soltaba "las tenía secas y calientes como las lagartijas". A la pregunta de qué habló con el papa , Orson respondió: "Estuve cuarenta y cinco minutos a solas con él, me cogió la mano y no me la soltó en ningún instante y de golpe me dijo: "¿Es verdad que Irene Dunne piensa divorciarse? ¿Qué piensa del próximo matrimonio de Tyrone Power?"...la verdad es que durante todo el tiempo estuvimos hablando de chismes de Hollywood".
Cuando Welles volvió a los EEUU y se centró en los últimos toques de "Macbeth" comenzó a torcer el gesto. No le gustaba en absoluto el vestuario. A Bogdanovich le declaró años más tarde que él mismo parecía un trasunto de la Estatua de la Libertad.
No dejaba de llevar razón. Pero no fue el vestuario la causa del fracaso de "Macbeth". Republic decidió presentarlo en el festival de Venecia de 1948, pero aquí si que hubo zancadilla por parte de Olivier, que presentó su "Hamlet" a competición. Naturalmente todos los aplausos fueron para el inglés.
Las reacciones críticas en el estreno USA fueron negativas en su mayor parte. Nadie entendió demasiado porqué era necesario que los actores tuvieran acento escocés, pero sobretodo la decisiòn de Welles de condensar la magna obra shakesperiana en tan solo 107 minutos.
Afortunadamente en 1980, la UCLA Film Archives y Folger Shakespeare Library han restaurado el film con su metraje y banda sonora original. Todo un regalo para los sentidos.
20 comments:
Lo de su hija es lógico porque es una niña, Anor. Pero lo de Pio XII es la hostia y no hay por dónde cogerlo. Lo que me he reído. ¿Se va a divorciar Irene Dunne? Un sinvivir, vamos (ja,ja).
He visto esta película unas cuantas veces. Y la verdad es que me gusta muchísimo. Ha "caído" un poco en los posteriores visionados, pero la primera vez me sorprendió muchísimo. Ese inicio con las brujas es fenomeal.
Y no tuve problemas con el acento porque la vi subtitulada. Jeannete Nolan está fantástica como Lady Macbeth, y hay una escena en la que sale con un traje negro que parece la malvada reina de Blancanieves. De todas formas hace muchos años que no la he vuelto a ver, así que no sé... Aparte de las anécdotas que comentas si no me equivoco dijo sobre ésta (cito de memoria):
"El gran error que cometí fue afrontar la pelicula como si fuese una película modesta. Todo director debe pensar que está haciendo la mejor película de la historia ya da igual el presupuesto o las condiciones de rodaje". A pesar de su comentario, ya te digo que tengo un estupendo recuerdo de la peli.
Un abrazo.
Felicidades por lo del otro día, por cierto.
Me estuve riendo media hora, David. Me imaginaba la escena con el "santo padre" curioso por los chismes cuando en realidad tendría que haberle dicho "hijo mío muy dilecto, qué hay con tu Rita ¿os colocais bien o ya se está hundiendo el barco?"...porque las relaciones entre Rita y Orson por aquella época eran un poquito tempestuosas.
De todas formas yo creo que Orson se pasó y le contestó al periodista como le salió de las pelotas. No me acabo de creer, por poca simpatía que le tenga a los papas y su mundo, que Pio XII estuviera interesado en Hollywood ¡digo yo!
Ahora que lo dices, es cierto, Jeanette en su papel de Lady Macbeth le da un cierto aire a la madrastra de Blancanieves, lo cual no está mal.
Conozco la frase, si, pero también es verdad que él sabía a lo que se exponía y de hecho hizo lo que quiso. Tampoco se necesitaba gran espectacularidad para hacer una buená peli y ésta en verdad que lo es.
Graaaacias, fue un placer disfrutar del partido.....¿es a eso a lo que te refieres? ¿o no?...Es broma¡
Un abrazote.
MUy buenas las anécdotas; hace poco que la he vuelto a ver, pero no sé si era por la hora o lo que fuera, me costó más entrar en ella que en otras ocasiones. Aún así capta muy bien el aire de pesadilla que require la historia.
Pues mira qué bien, Alicia. Seguro que era la hora la que te tuvo descolocada.
No hay que olvidar otra versión de Macbeth, me refiero a la de Polanski. También estuvo a la altura.
Un abrazote.
Siempre he dicho, amigo Anro, que una de las cosas que más me gustan de tu blog son las anécdotas (propias o no) y el enfoque tan personal que le das a los posts.
Esta película la he visto una vez tan solo hace ya muchos años, pero creo recordar que me gustó bastante. Aunque La dama de Shangai, que mencionas, me gustó mucho más.
No dudes que con la comida (y en las alcobas jejeje) se han hecho muchos negocios y es lo que une a muchas personas.
Qué ricura de niña, por cierto jejeje.
Y en cuanto al poco éxito, siempre ocurre igual. Lo que hoy no vale mñana será una joya.
Un abrazo, que me voy a comer!
Su voz profunda y esa mirada son de las que hacen historia. No he visto la peli pero la buscaré. Esas fotos que has subido no le favorecen sobre todo la de los " cuernos "..
A mi me gustó muchisimo en El tercer hombre, el Will Varner del " Largo y cálido verano"( adoro esa peli ) y cómo no recordar "La Guerra de los Mundos " El susto de la gente que escuchó su emisión radiofónica..¡ Un tipo genial ! aunque tuviera sus momentos menos gloriosos..con Rita no parece que se comportara muy bien ( en eso tendria que haber hecho hincapié el Papa y no en los cotilleos )..A saber cual es la versión auténtica.
¡ Como siempre éstas en forma con tus historias Antonio !
Un abrazo.:-))
Todo un personaje y un gran artista del siglo XX el señor Welles. Hacía de todo y todo bien. Ésta era una buena época para Orson pues "La dama de Shangai" es de lo mejor de su obra, además compartía su vida con Gilda ... aunque de rubia, ¿quién puede pedir más?. Desconocía muchas de las anécdotas que sucedieron en el rodaje de "Macbeth" pero lo de "a comer" me parece marca de la casa de Welles. La conversación con la niña me la he imaginado más como el señor Rochester de Jane Eyre con su hija "¡Nada es bastante para mi pequeña!"... comp para hacerla callar. Es una de las escenas que más me gustan. Un abrazo ANRO y felicidades por esta gran reseña.
La versión que hace Orson de Macbeth me encanta: es una clase magistral de cine por la forma de enfocar, los planos y la fotografía, excelsa; el vestuario es raro y supongo se debe al presupuesto escaso, pero, albergando dudas acerca de cómo sería en la realidad, si hau algún sitio donde firmar para poder ver esa misma representación con esos mismos intérpretes en un teatro, me pido primero de la fila uno, justo en el centro, oiga.
El anecdotario como siempre documentadísimo y envidiable, Antonio, aunque dudo mucho que el taimado y socarrón Orson no le tomara el pelo a base de bien al chafardero con carné sobre su estancia vaticana.
un abrazo.
"La Dama de Shangai", Crowley fue una pelí inmensa. Quizá lo último grande que hizo la Rita.
Me alegra un montón que los amigos compartan conmigo el buen humor y las buenas anécdotas. Es una parte muy importante de este Arte al que llamamos Cine.
Un abrazote ..¡y que aproveche!
A Orson, amiga Abril, no hay que creerle al pie de la letra. Era un hombre espectáculo y sabía reírse de quien le daba la gana. Naturalmente fue un gran director, pero sobre todo un gran actor. En Macbeth está soberbio y su voz es una verdadera delicia.
Un abrazote.
Sin duda, Marcos, ese puntazo lo creo a pie juntillas. Lo de los cotilleos papales es otra cuestión, me cuesta mucho que el papa no intentara cierto acercamiento espiritual. Al fin y al cabo esa era la labor, pero quién lo sabe....tal vez es el espíritu santo.
No sabes lo que me alegra dar en el clavo, ya sabes que no siempre está uno en situación.
Un abrazote.
Ya veo, Josep, que andas un poquitín excéptico en cuanto a la conversación del papa....los caminos del señor son inexcrutables, ya sabes..pero yo tampoco acabo de creerme esa conversación. Sin embargo la cita Barbara Leaming en su maravillosa biografía del maestro.
Había anécdotas referentes al vestuario...la verdad es que deja mucho que desear, pero lo barato es lo barato.
El proyecto sigue avanzando.
Un abrazote
Este Welles era algo así como un hombre orquesta (actor, director, locutor radiofónico, etc, etc.) pero desconocía que entre su instrumental llevaba la campanilla para llamar a comer. ¡Que grande este Welles! Y lo digo no solo por su tamaño físico sino fundamentalmente por el artístico.
He visto muchas de las suyas, pero curiosamente Otello y Macbeth están aún en el tintero. Eso si, de lo visto hasta ahora me quedo con Sed de Mal, Ciudadano Kane y Campanadas a Medianoche. Respecto a lo de La dama de Sanghai, estando bien, especialmente en algunos diálogos geniales y en los tiburones despedazándose entre si,no la incluiría entre lo mejor suyo y además Rita de rubia me sonaba a artificial.
Por descontado de Welles se pueden creer muchas cosas pero eso del Papa cotilleando, cuando todavía no se había inventado ni "Aquí hay tomate" ni "La noria" ni el "Salvame de Luxe" pues no me lo acabo de creer. Claro que, visto lo de los últimos tiempos respecto a los entretenimientos clericales ¡pues vaya usted a saber!.
¿Donde meterás tanto libro? ...
Un abrazo
A tu última pregunta tengo que responderte que afortunadamente tengo mucho espacio, pero se está quedando pequeño y la Lola se está impacientando en que invado todos los terrenos de la casa...Cualquier día me encuentro de patitas en la calle con todos mis bártulos.
Estoy de acuerdo contigo en los cotilleos con el papa, creo que Welles se pasó un pelín y se cachondeó del entrevistador. No obstante su biógrafa cita este pasaje en boca del propio Welles.
Respecto a su arte....¡qué se puede decir!¡Fué tan inmenso como su propia figura!
Un abrazote.
Me encantan las anécdotas sobre y en el mundo del cine, verdaderas o no, conocidas o no, pero que le dan vida si es que le hace falta más vida al cine. Y desde luego Orson Welles era de los que proporcionaba mucho material para lo real y lo inventado.
Un abrazo
Sí Alma, forman parte de la misma película, sean verdaderas o falsas.
Estas anécdotas al menos tienen swing, no como las de los políticos que no tienen ninguna gracia.
Un abrazote.
Buenísima entrada, esas pequeñas historias, desconocidas por mi, deleitaron mi mañana de sábado. Tengo algunas pelis de Welles aún por ver... estoy a la espera del momento adecuado.
Saludos Anro!!!!
Siempre me hago un lío con los usos horarios, amigo 1600, pero me complace un montón que los amigos allende el charco compartan un buen momento conmigo. ¡Es chévere my friend!
Un abrazote.
Esto de nuestras casualidades no deja de sorprenderme, justo acabo de publicar una entrada sobre el señor William y llego aquí y me encuentro con esta magnífica entrada sobre una adaptación de Welles de la obra de Shakespeare.
En primer lugar, quiero decir que me encantó la entrada, descubrir los entresijos de la película, las anécdotas y avatares que llevaron a Welles a adentrarse en el proyecto y su desarrollo.
No he visto la película, tengo cierta reticencia a ver Shakespeare en el cine, puntillosita que es una, aunque me estoy curando de eso jeje, la que sí vi es el “Hamlet” de mi Sir Laurence, una verdadera maravilla, al menos para mi gusto.
De la obra de Shakespeare, tengo debilidad por “El Rey Lear”, y leyendo la entrada no pude por más que pensar que me hubiera encantado que ese proyecto siguiera adelante en manos de Welles y con un presupuesto adecuado, lo que nos hemos perdido los admiradores de ambos…
Tengo entre mis pendientes ver la versión de Andrew McCullough con Orson Welles como Rey Lear.
Bueno, lo dicho, que me encantó la entrada y que anoto la recomendación para ver la película en cuanto pueda.
Un abrazo muy fuerte
Los dos hemos coincidido, Vivian, con el bardo de Avon. Parece que todos los amigos estamos enganchados al mismo carro y es algo que te resulta la mar de gratificante.
Me alegra que te hayan gustado todas esas anécdotas, son francamente buenas. De la unión de dos genios...ya se sabe.
Es una buena película...no la mejor de Welles, pero buena al fin y al cabo.
Un abrazote.
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