Cuando en 1942 se cruzaron dos personalidades tan contrarias como Tallulah Bankhead y Elia Kazan era inevitable que se produjera un chispazo, mejor un relámpago. Ella era por entonces la diva de los escenarios neoyorkinos y Kazan dirigía su primera obra profesional en Broadway.
Tallulah era absolutamente anticomunista y Kazan seguía perteneciendo al Partido Comunista Americano, aunque había comenzado su desenganche.
Según confiesa el propio Kazan en su "Autobiografía", él supo desde el primer momento que la diva se lo iba a poner difícil, o imposible en el peor de los casos. Parece ser que el destino se puso a favor del futuro director y por muchas rabietas, desmayos, protestas y caprichos la diva tuvo que ceder ante la paciencia anatolia de Kazan y la obra, objeto de la discordia, "The Skin of Our Teeth" se extrenó con éxito en el Schubert Theatre de New Haven en Connecticut y un mes más tarde en el Plymouth Theatre de Broadway, con el mismo director a la cabecera.
La pieza teatral fue un completo éxito y Tallulah bordó su papel a la perfección. Kazan estaba orgulloso. Esperaba algunas palabras amables de la diva tras el estreno, pero cuando ésta abandonó su camerino solo miró al director sin demostrar emoción alguna. Según Kazan aquella mirada interpretaba las siguientes palabras: "A pesar de los obstáculos que Myerberg y usted me han puesto en el camino, he salido airosa, ¿no es asi? ¡Maldito turco bastardo!".
Apenas unos años antes, Elia había puesto su punto de mira en Hollywood. El futuro director no se marchó a la tierra de las colinas para ese oficio, en realidad su meta era ser actor y como cualquier aspirante a dicha profesión se buscó un agente que en realidad le ninguneó. Este primer contacto hollywoodiano no fue estéril en modo alguno. porque el joven Kazan entró en contacto con Lewis Milestone, el autor de "Sin novedad en el frente", quien le dio clases magistrales de dirección. Milestone, o Milly como le llama Kazan, estaba preparando una película con guión de Clifford Odets, titulada "The River Is Red", ambientada en la Guerra Civil española. Durante seis semanas, que Kazan califica como de muy felices en su vida, acudía todas las mañanas a la mansión de Milestone en Beverly Hill, donde el maestro deconstruía en posibles imágenes los fragmentos de guión que le pasaba Clifford. La película, en la que se barajaba el nombre de Henry Fonda como protagonista no llegó a filmarse nunca, pero aquellas lecciones de Milestone fueron la semilla que propició la futura vocación del anatolio.
Nuestro hombre abandonó Hollywood con cierta sensación de fracaso, pero con satisfacción. Nunca le gustó Los Angeles. En su opinión era una ciudad artificiosa . Odiaba los vapores calientes que despedía el asfalto por las mañanas. El tráfico le ponía enfermo y no sentía el más mínimo apego a las tiendas o a los restaurantes donde se movía la élite, pero sobre todo "echaba de menos el "The New York Times"". Era neoyorkino de pura cepa y nunca dejó de serlo. Cuando comenzó a dirigir regularmente en Hollywood permanecía en California el tiempo preciso.
Como toda fiebre juvenil, el comunismo se fue disipando de sus aspiraciones vitales conforme nuestro hombre subía escalones profesionales. La URSS ya no era para él un paraiso proletario. Nunca había sido muy patriota, pero cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor corrió hacia la oficina de reclutamiento para alistarse. Fue rechazado porque estaba encuadrado en la categoría 4-F, es decir casado y con obligaciones familiares. Esto le permitió continuar trabajando en el teatro y le permitió convertirse en una brillante figura emergente en los escenarios de Broadway.
Terminada la contienda mundial Kazan, con un amplio currículo teatral a sus espaldas comenzó a recibir ofertas para dirigir películas. El futuro autor de "Al Este del Edén", no acababa de convencerle el asunto. De la mano de Abraham "Abe" Lastfogel, presidente de la Morris Agency, Kazan se presenta en la Fox donde conoce al productor Louis D. Lighton. Este estaba interesado en llevar a la gran pantalla la exitosa novela de Betty Smith "A Tree Grows in Brooklyn". Lighton le dió a Elia un ejemplar del libro para que lo leyera. Según propia confesión la novela, leída en principio de pasada y a retazos no le gustó: "Me pareció empalagosa, cursi y llorona", pero en una segunda lectura, mucho más detenida parece ser que le impresionó e incluso llegó a identificarse con el personaje alcohólico.
Decidió probar suerte y empezar de cero en los platós. Sus triunfos meteóricos en las tablas neoyorkinas quedarían por el momento en "stand by". El "Golden Boy" de Nueva York se enfundó en la piel de un director principiante y tímido dando su primer golpe de batuta con la película "A Tree Grows in Brooklyn", que en España llevó el título de "Lazos humanos" (?)
Acabo de revisar esta ópera prima de Kazan que gira en torno a una familia de emigrantes en el Brooklyn neoyorkino de 1910. El padre (James Dunn) es un vividor alegre y despreocupado. Tiene la cabeza llena de fantasías debido probablemente a su incansable manía de empinar el codo. Su hija Francie (Peggy Ann Garner) le adora incondicionalmente. Ella es el eje sobre el que giran todos los personajes de la historia ( hay muchos elementos autobiográficos de la autora del libro). La madre de familia (Dorothy McGuire), honesta y trabajadora, tiene los pies en el suelo y sabe que los sueños de su marido, son solo sueños. El benjamín de la familia es Neely (Ted Donaldson), mucho menos estudioso que su hermana pero más pragmático.
La tía Sissy completa el círculo familiar, una mujer que colecciona maridos, pero que no pierde la cabeza de ninguna de las maneras.
Los conflictos entre la pareja protagonista (muy dulcificados ) se resuelven con la muerte del marido que en un esfuerzo por sacar adelante los estudios de la chica se deja la piel a las puertas de una oficina de empleo.
La situación familiar se agrava ya que la viuda está embarazada y Francie culpa a su madre de la muerte del padre.
Todo se resuelve felizmente. Francie puede culminar su graduación, la madre da a luz felizmente y un policía de buen corazón comienza a cortejar a la viuda y decide, previo consentimiento del cónclave familiar, adoptar a la recien nacida.
Los dos hermanos se asoman a los tejados de la vivienda, desde allí se ve un panorama del puente de Brooklyn (en decorado). Ambos evocan sus primeros años en el barrio. El árbol junto a su casa está retoñando de nuevo.
Según el propio Kazan, la mayor parte del mérito de la película es del productor Louis D. Lighton, que como buen veterano sabía por donde había que tirar para sacar un producto rentable. Kazan, bien avezado en la dirección de actores supo sacarle jugo a todos los intérpretes. Naturalmente hay que destacar la actuación de la jovencita Peggy Ann Garner que ganó un oscar especial en la gala de aquel año.
También obtuvo una estatuilla James Dunn en el papel del padre de la familia.
El espectador actual es natural que se extrañe del aspecto visual del film. Hay que situarse en la época ya que por entonces casi la totalidad del metraje se filmaba en decorados del estudio. Sin embargo hay que destacar la magnífica fotografía en blanco y negro de Leon Shamroy.
Los galardones conseguidos y la magnífica acogida del público para "A Tree Grows in Brooklyn" fueron una estupenda tabla de trampolín para Kazan. La Fox le abrió sus puertas de par en par y Darryl F. Zanuck le tendió su mano cordial. Años más tarde esa misma mano se volvería mucho menos afectiva.
Según el propio Kazan: "Mi suerte estaba echada. Mi ambición- ser director de cine- podía convertirse en realidad. Era un triunfador, eso parecía, un gran triunfador. ¿O tal vez era un fracasado, un gran fracasado? ¿O ambas cosas?".
Dos años pasarían entre "A Tree Grows in Brooklyn" y " The Sea of Grass", su siguiente película. Entre ambas, el autor de "Viva Zapata" encontraría a un autor de teatro de primera fila: Tennesse Williams.
Tallulah era absolutamente anticomunista y Kazan seguía perteneciendo al Partido Comunista Americano, aunque había comenzado su desenganche.
Según confiesa el propio Kazan en su "Autobiografía", él supo desde el primer momento que la diva se lo iba a poner difícil, o imposible en el peor de los casos. Parece ser que el destino se puso a favor del futuro director y por muchas rabietas, desmayos, protestas y caprichos la diva tuvo que ceder ante la paciencia anatolia de Kazan y la obra, objeto de la discordia, "The Skin of Our Teeth" se extrenó con éxito en el Schubert Theatre de New Haven en Connecticut y un mes más tarde en el Plymouth Theatre de Broadway, con el mismo director a la cabecera.
La pieza teatral fue un completo éxito y Tallulah bordó su papel a la perfección. Kazan estaba orgulloso. Esperaba algunas palabras amables de la diva tras el estreno, pero cuando ésta abandonó su camerino solo miró al director sin demostrar emoción alguna. Según Kazan aquella mirada interpretaba las siguientes palabras: "A pesar de los obstáculos que Myerberg y usted me han puesto en el camino, he salido airosa, ¿no es asi? ¡Maldito turco bastardo!".
Apenas unos años antes, Elia había puesto su punto de mira en Hollywood. El futuro director no se marchó a la tierra de las colinas para ese oficio, en realidad su meta era ser actor y como cualquier aspirante a dicha profesión se buscó un agente que en realidad le ninguneó. Este primer contacto hollywoodiano no fue estéril en modo alguno. porque el joven Kazan entró en contacto con Lewis Milestone, el autor de "Sin novedad en el frente", quien le dio clases magistrales de dirección. Milestone, o Milly como le llama Kazan, estaba preparando una película con guión de Clifford Odets, titulada "The River Is Red", ambientada en la Guerra Civil española. Durante seis semanas, que Kazan califica como de muy felices en su vida, acudía todas las mañanas a la mansión de Milestone en Beverly Hill, donde el maestro deconstruía en posibles imágenes los fragmentos de guión que le pasaba Clifford. La película, en la que se barajaba el nombre de Henry Fonda como protagonista no llegó a filmarse nunca, pero aquellas lecciones de Milestone fueron la semilla que propició la futura vocación del anatolio.
Nuestro hombre abandonó Hollywood con cierta sensación de fracaso, pero con satisfacción. Nunca le gustó Los Angeles. En su opinión era una ciudad artificiosa . Odiaba los vapores calientes que despedía el asfalto por las mañanas. El tráfico le ponía enfermo y no sentía el más mínimo apego a las tiendas o a los restaurantes donde se movía la élite, pero sobre todo "echaba de menos el "The New York Times"". Era neoyorkino de pura cepa y nunca dejó de serlo. Cuando comenzó a dirigir regularmente en Hollywood permanecía en California el tiempo preciso.
Como toda fiebre juvenil, el comunismo se fue disipando de sus aspiraciones vitales conforme nuestro hombre subía escalones profesionales. La URSS ya no era para él un paraiso proletario. Nunca había sido muy patriota, pero cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor corrió hacia la oficina de reclutamiento para alistarse. Fue rechazado porque estaba encuadrado en la categoría 4-F, es decir casado y con obligaciones familiares. Esto le permitió continuar trabajando en el teatro y le permitió convertirse en una brillante figura emergente en los escenarios de Broadway.
Terminada la contienda mundial Kazan, con un amplio currículo teatral a sus espaldas comenzó a recibir ofertas para dirigir películas. El futuro autor de "Al Este del Edén", no acababa de convencerle el asunto. De la mano de Abraham "Abe" Lastfogel, presidente de la Morris Agency, Kazan se presenta en la Fox donde conoce al productor Louis D. Lighton. Este estaba interesado en llevar a la gran pantalla la exitosa novela de Betty Smith "A Tree Grows in Brooklyn". Lighton le dió a Elia un ejemplar del libro para que lo leyera. Según propia confesión la novela, leída en principio de pasada y a retazos no le gustó: "Me pareció empalagosa, cursi y llorona", pero en una segunda lectura, mucho más detenida parece ser que le impresionó e incluso llegó a identificarse con el personaje alcohólico.
Decidió probar suerte y empezar de cero en los platós. Sus triunfos meteóricos en las tablas neoyorkinas quedarían por el momento en "stand by". El "Golden Boy" de Nueva York se enfundó en la piel de un director principiante y tímido dando su primer golpe de batuta con la película "A Tree Grows in Brooklyn", que en España llevó el título de "Lazos humanos" (?)
Acabo de revisar esta ópera prima de Kazan que gira en torno a una familia de emigrantes en el Brooklyn neoyorkino de 1910. El padre (James Dunn) es un vividor alegre y despreocupado. Tiene la cabeza llena de fantasías debido probablemente a su incansable manía de empinar el codo. Su hija Francie (Peggy Ann Garner) le adora incondicionalmente. Ella es el eje sobre el que giran todos los personajes de la historia ( hay muchos elementos autobiográficos de la autora del libro). La madre de familia (Dorothy McGuire), honesta y trabajadora, tiene los pies en el suelo y sabe que los sueños de su marido, son solo sueños. El benjamín de la familia es Neely (Ted Donaldson), mucho menos estudioso que su hermana pero más pragmático.
La tía Sissy completa el círculo familiar, una mujer que colecciona maridos, pero que no pierde la cabeza de ninguna de las maneras.
Los conflictos entre la pareja protagonista (muy dulcificados ) se resuelven con la muerte del marido que en un esfuerzo por sacar adelante los estudios de la chica se deja la piel a las puertas de una oficina de empleo.
La situación familiar se agrava ya que la viuda está embarazada y Francie culpa a su madre de la muerte del padre.
Todo se resuelve felizmente. Francie puede culminar su graduación, la madre da a luz felizmente y un policía de buen corazón comienza a cortejar a la viuda y decide, previo consentimiento del cónclave familiar, adoptar a la recien nacida.
Los dos hermanos se asoman a los tejados de la vivienda, desde allí se ve un panorama del puente de Brooklyn (en decorado). Ambos evocan sus primeros años en el barrio. El árbol junto a su casa está retoñando de nuevo.
Según el propio Kazan, la mayor parte del mérito de la película es del productor Louis D. Lighton, que como buen veterano sabía por donde había que tirar para sacar un producto rentable. Kazan, bien avezado en la dirección de actores supo sacarle jugo a todos los intérpretes. Naturalmente hay que destacar la actuación de la jovencita Peggy Ann Garner que ganó un oscar especial en la gala de aquel año.
También obtuvo una estatuilla James Dunn en el papel del padre de la familia.
El espectador actual es natural que se extrañe del aspecto visual del film. Hay que situarse en la época ya que por entonces casi la totalidad del metraje se filmaba en decorados del estudio. Sin embargo hay que destacar la magnífica fotografía en blanco y negro de Leon Shamroy.
Los galardones conseguidos y la magnífica acogida del público para "A Tree Grows in Brooklyn" fueron una estupenda tabla de trampolín para Kazan. La Fox le abrió sus puertas de par en par y Darryl F. Zanuck le tendió su mano cordial. Años más tarde esa misma mano se volvería mucho menos afectiva.
Según el propio Kazan: "Mi suerte estaba echada. Mi ambición- ser director de cine- podía convertirse en realidad. Era un triunfador, eso parecía, un gran triunfador. ¿O tal vez era un fracasado, un gran fracasado? ¿O ambas cosas?".
Dos años pasarían entre "A Tree Grows in Brooklyn" y " The Sea of Grass", su siguiente película. Entre ambas, el autor de "Viva Zapata" encontraría a un autor de teatro de primera fila: Tennesse Williams.
32 comments:
Hola, ANRO, soy nuevo por aquí y quería felicitarte por tu magnífico blog. Muy buena la entrada sobre Kazan, un gran director que cometió un error en su vida y hubo quien nunca le perdonó. Interesante todos los apuntes sobre el director: cuando llegó a América, su entorno, proyectos de teatro en los que intervino, sus primeras pelis, muy bueno.
Bueno, nada, espero volver pronto para continuar leyéndote y decir algo, si es que tengo algo que decir. Un saludo, te sigo.
A esto le llamo yo una buena entrada.
Un abrazo.
Veo, compa Antonio -y disfruto con agrado- que tus dotes "escribidoras" no se han visto afectadas en lo más mínimo por tu "escapada madrileña". Así que me dispongo a ir aprendiendo y gozando de los avatares de la biografía de Kazan, un autor al que no tengo muy "controlado", pero del que, aquello que he visto, me resultó más que interesante.
Un fuerte abrazo y seguimos trasteando.
Excelente entrada y excelente blog al que acabo de llegar por un comentario tuyo que lei en el de Crowley.
Ha sido curioso encontrarte precisamente con esta entrada ya que últimamente tengo bastante presente a la impetuosa Tallulah. Recientemente he visto las excelentes "La zarina" de Lubitsch y "Naufragos" del mago. Además con el gusanillo, he releido un poco sobre su tremenda biografía.
Dejo como muestra esta frasecita que la diva dejó para a posteridad en una entrevista en que un incauto periodista le preguntó que habría sido de no ser actriz:
-“Dudaba entre madre superiora, puta y presidente de los Estados Unidos. ¡Espero que pongas en tu libreta que habría hecho de maravilla las tres cosas!”.
Genio y figura.
Saludos desde http://ciclos-decine.blogspot.com/
Te seguimos y te meto en nuestro blogroll.
Hola, ANRO, me alegro de leerte de nuevo. Me encantó tu entrada de 1955 aunque no te dejé ningún comentario.
Y respecto a esta entrada he de decir que no he visto nada de Kazan, pero me ha llegado especialmente su fotografía, dentro de mis limitados conocimientos de cine... no sé, es algo bello que resalta a la vista, esa forma de mirar...
Un abrazote!
Cierto, David, la Tallulah se ganó una buena fama en el Hollywood de la época. ¿De qué? Digamos que de… promiscua. Hitchcock, claro, la pretendió. Creo que sólo consiguió dirigirla en "Naufragos".
Leo, Anro, con mucho agrado esta excelente reseña sobre "A Tree Grows in Brooklyn", película que ya elogié en un anterior comentario, sin saber que ibas a dedicarle este espacio. Un bello film sobre la autodestrucción de un hombre en el seno de una familia que intenta sobrevivir. Todo ello visto desde la mirada inocente de una niña que, a pesar de todo, va creciendo en Brooklyn. En España, el film recibió el absurdo título de "Lazos humanos". Mejor recordarla en versión original.
Saludos.
De nuevo nos adentras en el momento historico con el griego-armenio Sr. Kazanjoglus(¡ Jesús que nopmbre!) más conocido por Elia Kazan...Y empiezas hablandonos de ésta mujer que seria anticomunista pero su familia no era de derechas al menos de la "derecha" americana, claro que eso es otro mundo...Lo que se cuenta de ella desde luego era tremendo asi que no me extraña que Kazan terminase hasta "la gorra" de sus extravagancias.
No conozco la obra y me temo que el cartel es bastante antiguo
¿ no ? ¿Cómo se llamó aqui has dicho? o ¿no lo has dicho ?..
A tree grows in Brooklyn es una novela de Betty Smith que estoy leyendo y que no he terminado de leer porque tengo varios libros entre manos..¿ Asi que Kazan debutó dirigiendo con ella en el 1944 ?¡ Curioso ! La novela no es tan dulzona como nos cuentas que era la peli...pero eso suele pasar.
De Mar de hierba que si la he visto no la recuerdo, me quedo con la pareja Tracy-Hepburn pero parece ser que Kazan no estaba muy contento con el resultado porque no queria actores tan famosos sino desconocidos para que parecieran auténticos ganaderos..¡ decia que le dieron todo el glamour de la MGM a cambio !.. No le gustaba que Hepburn fuera " tan limpia" porque la escena requeria más
" suciedad " ..¡ qué cosas !
Seguimos interesados en tus historias, Antonio.
Un abrazo :-))
Amigo Javi, gracias por tu felicitación. Se bienvenido y comenta siempre que quieras aunque sea para pegarme leches.
Te pincho igualmente.
Un abrazote.
Amigo Raul, gracias por ese empuje. Un abrazote.
Amigo Manolo, que me llames "escribidor" es un piropo que no puedo pasar por alto, gracias. Mi "escapada madrileña", me temo que van a ser muchas escapadas en los dos próximos meses, pero en los intervalos haré de escribidor lo más posible.
Un abrazote.
Bienvenido David, me alegro que visites mi casa. Es genial que empecemos a conocernos gracias a ese torbellino actoral llamado Tallulah. Ja, ja, ja es genial esa frase que cuentas de ella. Sçi, genio y figura...
Paso por tu casa y te pincho.
Un abrazote.
Amiga Mucipa, cada vez que veo tu icono me alegro una enormidad. Espero seguir interesándote en los siguientes capítulos de esa especie de autobiografía cinematográfica que ando desgranando, y en este ciclo de Elia Kazan. Estoy seguro de que te gustarían muchas de sus pelis.
Un fuerte abrazote.
Amigo Fernando, veo que el breve trazo de la Tallulah ha llegado a interesar a los amigos.
Voy a seguir, como puedes imaginar con toda la filmografia kazaniana y naturalmente la salpicaré de momentos estelares del maestro.
Siempre me gusta ver las pelis en VO, los doblajes, en especial aquellos de los cincuenta y sesenta, me irritan demasiado. Soy de la opinión que la voz del actor es esencial e inseparable de su función actoral.
Un abrazote.
Querida Abril ya ves que los amigos han aportado más pimienta a la personalidad de la Tallulah. Estoy por la labor de agenciarme por Amazon una biografía de esta mujer porque su trayectoria en Broadway fue muy sonada.
Si te refieres al cartel de la obra teatral me temo que la obra no se estrenó en España. "La piel de nuestros dientes" tampoco creo que se llevara al cine. Ese cartel que incluyo es el original de la obra cuando se estrenó en Broadway.
El libro de Betty Smith no lo he leído, pero me imagino que será mucho más dramático que la peli.
En el próximo capítulo hablaré de "Mar de Hierba" protagonizada por esa excepcional pareja que formaron Tracy-Hepburn. También hablaré de Tennesse Williams.
Qué pena no poder tener largas tertulias con los amigos en vivo y en directo.
Un abrazote.
Me gusta tu blog. Enhorabuena.
Venga ver mi blog brasileño sobre el cine clásico.
Saludos
www.ofalcaomaltes.blogspot.com
¡Lo que daría por ver a la Bankhead en un escenario!
Cuando una mujer es como la Bankhead, o como la Bette Davis, lo menos que uno espera es que se comporte como lo que realmente es: una diva.
Porque hay gentes con talento, y geniales artistas, y éstos ya son otra cosa...
Espero de esta serie fasciculada sobre Kazan que ofrezcas detalles jugosos respecto a su forma de filmar, porque de su maestría como director de intérpretes no tengo duda alguna, Antonio.
Y date prisa, porque pronto empezarán las finales de fúrgol y vas a tener que medir tu tiempo con otro reloj...
;-)
Un abrazo
Estupendo Antonio. aquí seguimos a tu lado apreniendo mucho más del mundo del cine. Gracias por ello. Abrazotes.
Estupenda entrada, Anro. No he visto todavía la de A tree grows... pero ya la veré. Lo que veo dificil es que pueda ver la obra de teatro con Tallulah. Bueno, que me ha gustado el post... Qué buen rollo das...no como el Josep, que ya has visto que post nos ha dejado para el fin de semana.
Un abrazote.
Estoy queriendo seguir un ciclo sobre Elia Kazan siguiendo tus comentarios pero me temo que la ley Sinde no me va ha permitir encontrar estas películas tan raras que no se encuentran en los comercios habituales. Todo sea por los derechos de autor a los que tienen derecho los autores. Cuando vengo por aquí siempre termino con aquella sensación de "nunca te acostarás sin saber una cosa más" Saludos.
Bienvenido del otro lado del charco, amigo Antonio. Me pasaré por tu casa ¡Cómo no!
Un abrazote.
Eso que deseas, amigo Josep, es imposible, pero yo también daría cualquier cosa. A lo más que he llegado ha sido ver a la Lupone, que tampoco es manca y todavía vive y actua, al menos hace tres años, cuando estuve por esa maravillosa ciudad.
Tú sabes que yo suelo ser muy trapero y gañán, como muchas veces me has repetido, pero te aseguro que haré lo posible por contentar a todos.
Intuyo, no obstante, que este hombre no es santo de tu devoción.
Efectivamente fue un gran director de actores y eso ya es mucho de activo en su carrera.
Un abrazote.
Bueno, como le digo al amigo Josep, querido Marcos haré lo posible por contentar a todos. Se que suelo ser muy apasionado con los directores y actores a los que admiro. Puede que pece de poco objetivo, pero haré un esfuerzo.
Un abrazote.
Acepto tu piropo bloguero, amigo David. Es todo un mérito, que cansado como llegas del curro, te pongas a leer mis paridas, por eso te lo agradezco doblemente.
Hombre, el amigo Josep, sabes que todos los finales de mes se pone bastante borde.¡Qué le vamos a hacer!
Un abrazote.
Algo se puede conseguir todavía, amigo Pepe, a pesar de Doña Sinde (que Frankenstein, Godzilla, y King Kong descargen su furia con ella).
Yo he podido hacerme con toda la filmografía de Kazan, sin muchos problemas.
Me alegra que estas páginas sean amenas como para que los amigos no se cansen con mi rollo.
Un abrazote.
¡Eh! ¡Que os estoy leyendo!
A ver qué pasa con vosotros dos, caguetas, que sois unos caguetas: a ver si sois capaces de averiguar lo que hay que averiguar antes del lunes, ¡canallas! aquí maldiciendo de uno cuando se está echando una siestecita....
:-)
kagonlaleshe.... que palabras más raras salen en eso de la verificación, Antonio, mejor que no diga nà...
ja, ja, ja...nada de críticas, amigo Josep, lo que ocurre es que hay que ver los vericuetos que te formas. Da una pistita aunque sea pequeñita que eso se agradece.
Mira, para que veas que no soy ningun canalla te invita a las fiestas de mi pueblo que son este fin de semana, así me podrás chivar algo del interrogante.
Venga y no seas gañán, un abrazote.
Qué grande eres Anro!
Por fin he podido leer tu post con la calma que se merece.
Kazan es un director ciertamente interesante.
De Tallulah Bankhead conozco ciertos aspectos de su vida. Toda una diva, ¿eh?.
Gracias por traernos el pasado, tan necesario para comprender el presente y el futuro.
Espero con interés la próxima entrega de cualquiera de tus posts.
Un abrazote de un admirador!
Amigo Crowley espero no hacerme demasiado pesado. Indagar en el pasado es bueno. Como bien dices eso es la base de nuestro presente. Elia Kazan es un director imprescindible, a pesar de sus contradicciones vitales.
Un abrazote.
Recuerdo que el nombre de Tallulah me parecia de lo más exótico y que alguien que llevara ese nombre (real o ficticio) no podía ser otra cosa que una estrella.
A mí, amiga Alma, me parecía exótico e impronunciable y también pensé que se trataba de alguien con una personalidad fuera de lo común. Solo la vi en una peli extrañísima titulada "Die, die my darling!
Un abrazote.
Holaaa,
como dices que te alegra ver mi icono he vuelto a esta entrada a alegrarte el día... (jeje, es broma).
Entro a pedirte disculpas porque cuando has dejado el comentario en mi blog estaba yo manipulando los vídeos del post para que el compi que me ha recomenddo el stoner rock pudiera dejarme un comentario (tiene internet en el móvil y si no le quitaba algún vídeo no podía entrar) y al volver a publicar ha desparecido tu comentario que yo inmediatamente he vuelto a copiar y pegar desde mi correo. Ya está solucionado!!
Un abrazote y gracias por visitarme!!
No tienes que disculparte, querida Mucipa. Sea como sea es cierto que tu pase por mi casa siempre es bienvenido.
Un abrazote.
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