Monday, April 18, 2011

EL LARGO Y CALIDO VERANO DEL 59 Y LA IMPRECISA ESTACION DEL 60

LA VIDA EN UN TRAGO Y MILES DE FOTOGRAMAS.
El año del gran golpe y del caos.

Nturalmente esa mirada es de Antoine Doinel-Jean Pierre Lèaud pero bien podría extrapolarse a otro adolescente, también llamado Antonio, que comienza una etapa vital, crucial para su futuro, donde también recibirá golpes, él tratará de esquivarlos, pero alguno de ellos le hará cardenales en el alma. No obstante también él, al igual que Antoine Doinel , podrá llegar un día a ver el mar.

Aquel año de 1959 comenzó con una traca espectacular. Antes de las seis de la tarde del día primero de Enero, Fidel Castro anuncia por la radio que el último bastión militar de Santiago se acaba de rendir. Los "tres mosqueteros revolucionarios" llegan a una Habana , feliz y cambiada, rodeados de una corte jubilosa de barbudos.
Fidel Castro, el hábil maquiavelo de una revolución que conmueve a todo el mundo, se apresta a ejercer un mando, que intuye será por mucho tiempo. Para la veneración mundial dispone de un mito que hábilmente, se encarga de elevar a los altares laicos, ese mito será conocido en todo el mundo como Che Guevara.
Pero Castro, felino y previsor, esconde en su chequera izquierda otro as, el arquetipo de la jubilosa Cuba, Camilo Cienfuegos Gorriarán, a quien, según malas lenguas, se le defenestró cuando ya no fue útil al jefe supremo de la revolución.

La Habana era, sólo unos días antes, un barrio de EEUU. Una avioneta te trasladaba a Key West en menos de media hora y Miami solo distaba, en aquellos años, a una hora de vuelo de la isla. Los ferry boats eran simples guaguas que comunicaban la península de Florida con la capital cubana en un plis plas. El amigo americano hacía sus trapicheos en una ciudad poblada de lujosas y enormes limusinas, de anuncios estridentes anunciando los cigarrillos Lucky Strike, el jabón Palmolive, los almacenes Sears&Roebuck, y fabulosas mansiones "kitsch" habitadas por los adinerados macarras de los barrios de Nueva York y Chicago.

El corrupto presidente Batista cobraba sus preciosas comisiones y habilitaba las mejores suits en el Hilton,Riviera o Capri para los omnipotentes capos mafiosos que tenían su paraíso particular en esta isla llena de sol, mujeres hermosas y templos del placer. Pero tal que llegaron los barbudos Fulgencio Batista y sus adláteres más allegados pusieron pies en polvorosa rumbo a Ciudad Trujillo en la República Dominicana. Obviamente el hombre llevaba un buen equipaje. Nada más y nada menos que 300 millones de dólares. ¡Una honorable pensión para un supervillano!El comandante "Che" Guevara mira a la " ciudad alegre y confiada" sin querer ser protagonista de nada. A su lado pasan las alegres mulatas con rulos y culo cimbreante, mira las buganvillas, las casas del barrio viejo donde se huele a canela y a plátano frito. Sin querer serlo, el comandante se convierte en símbolo de una revolución y queda inmortalizado, como un nuevo Cristo Salvador, por la cámara de Alberto Korda. Ni el propio comandante en jefe, Fidel Castro, lo hubiera planeado mejor.

"The Day the Music Die" cantaba años más tarde, el extraordinario Don McLean en su famosa canción "American Pie". El cantante de New Rochelle, se refería a la trágica muerte de los músicos: Buddy Holly, Ritchie Valens, y The Big Bopper. Ellos había actuado en el Surf Ballroom de Clear Lake-Iowa. A Buddy se le ocurrió la idea de alquilar una avioneta para llegar a tiempo a la próxima actuación que iba a tener lugar en Moorhead-Minnesota. Nunca llegaron allá, la avioneta se estrelló en un lugar cercano a Mason City a causa de la niebla, y los tres ocupantes y el piloto murieron. Otro músico, Waylon Jenning, iba a ser el quinto ocupante de la avioneta pero tuvo que auparse de ella porque era demasiada carga para el aparato. él se marchó en autobús. Buddy le dijo en broma: "Espero que la "vieja diligencia" se hiele por el camino" a lo que Jenning respondió: "Y yo espero que vuestra avioneta se estrelle". Jenning no pudo olvidar durante el resto de su vida este siniestro "deseo".

Aparte del homenaje, de Don McLean, Eddie Cochran les dedicó una hermosísima canción titulada "Three Stars"

Para quitarse el sombrero, tanto en una, como en otra canción.

Todos y cada uno de los momentos de nuestra vida son importantes. Aunque el momento en realidad no existe, es nuestro recuerdo el que materializa los instantes que hemos vivido.

Toni abrió una puerta demasiado pesada para él aquel verano de 1959. Aquel joven estaba en esos años en los que la inexperiencia te cierra los ojos en un imprudente ¡ya veremos despues!. Nunca había sabido del todo quien o por qué se le estaban pagando unos estudios tan selectos. En realidad no le preocupaba lo más mínimo hasta que le hablaron de su buena preparación y disposición para saltar a otros niveles que le obligarían a unas ocupaciones que no estaban en su agenda vital. Terminado aquel año tendría que trasladarse a un noviciado de Santander donde comenzaría a prepararse para la carrera sacerdotal.
Si alguna vez habeis sentido una angustia muy fuerte y un dolor en el alma os podeis imaginar lo que aquel joven experimentó. Había caído en una trampa y no tenía la menor idea de cómo zafarme de ella.

Aquel verano había sido muy especial para él, su amigo Pepe le había invitado a Granada, ciudad donde también vivía otro de sus mejores colegas, Balbino. La familia de Pepe era adinerada y poseía un caserón en las afueras de la capital, donde se trasladaban en verano. La madre de Toni le había dejado marchar, pero tenía cierta preocupación, porque no sabía cómo podría ella corresponder a aquella fineza.
Toni no reparaba en esas sutilezas y más contento que unas pascuas aceptó la invitación.

Los tres amigos pasaron unos días en la capital granadina divirtiéndose en los cines, saboreando riquísimos helados e incluso guiñándoles el ojo a las adolescentes morenas, que tapándose las bocas para reir pasaban junto a ellos en tropel.
Despues en el albercón gozaron de buenos chapuzones y perdiéndose en las huertas donde se encaramaban a los árboles para hartarse de frutas.
Allí en el casería Pepe le dijo a su amigo Toni que no volvería al colegio de Andújar. Se quedaría a estudiar en Granada. Su padre lo creía más conveniente.

Cuando Toni volvió a Jaén rumiaba su inquietud y su zozobra ¿Qué podía hacer?...¿Cómo hacerlo?...pero tenía una cosa muy clara. ¡No quería ser cura!

Cuando llegó el mes de Septiembre fueron concentrados en Andújar los los quince "elegidos para la gloria". Toní tenía tomada una decisión. No iría a Santander. Pero seguía sin encontrar la forma y la solución al problema. Todos los que habían confiado en él sufrirían una decepción , y las que pagaban sus estudios le pedirían ajustadas cuentas. También estaba su madre, cuya situación económica no era precisamente maravillosa. Pero sobretodo sobrevolaba la terrible pregunta ¿Y después qué?

El penúltimo día se armó de valor y acudió al cuarto privado del Superior. El hombre estaba indispuesto, no se sentía bien y estaba en la cama.
- Tú dirás para qué quieres verme con tanta urgencia- le dijo con gesto de dolor.
Ni lo pensó dos veces.
- No quiero ir a Santander. No tengo vocación para ser sacerdote.
Aquella confesión arrancó un gesto de dolor al clérigo. Toni vió una mueca como el que sufre un grave pinchazo.
- ¿Te lo has pensado bien?
- Sí, padre.
- Pues deja de molestarme. Haz tus maletas y márchate. Que Dios vaya contigo.
Y volvió su cara hacia la pared. Toni se levantó, abrió la puerta, miró hacia la cama donde yacía el hombre y salió con el corazón descargado.
(Fachada del colegio "Divina Pastora" en aquellos años)

Al siguiente día muy temprano salió para siempre de aquel colegio. Solo se cruzó con uno de los curas que nunca pudo tragar del todo. El le miró de arriba abajo y murmuró con crueldad. "Yo sabía que tú no valdrías para ésto, ¡cobarde!". Toni no se sintió herido con este insulto. En realidad sentía todo lo contrario. Había dado el paso, luego era un valiente.

De vuelta a Jaén tuvo que enfrentarme a las "bienhechoras" que habían pagado sus estudios. Una de aquellas beatas le dijo "Qué bien te la has arreglado para tirar nuestro dinero a la basura, pero qué se puede esperar de un chico que se deja crecer esas patillas. Te has portado como Jose María el Tempranillo,¡ vamos, como un bandido!
Me tuve que tragar aquel nuevo insulto, pero ya me estaba acostumbrando.


Pero el gran golpe estaba por venir. Un grave escándalo se cernía sobre la madre de Toni . El lo intuía, pero no lo veía o no quería verlo. Demasiado preocupado andaba pensando en su porvenir. Un amigo lo recomendó para dar clases particulares a un chico de una familia., que no podía asistir a ningún colegio porque vivía en un caserón cerca del Castillo. Como Toni lucía mayor dió el pego y lo contrataron por doscientas pesetas al mes. Todos los días tenía que hacer una gran caminata, pero el hombre tenía buenas piernas. Gracias a su camaleonismo para entrar en situación , más que a sus cualidades docentes pudo ampliar su campo operativo y ganar unas perrillas que gastaba sin que nadie le pidiera cuentas. Toni agradeció toda su vida cómo se portaron con él aquellos humildes labradores. A lo largo de su vida siempre se conmovía cuando recordaba el respeto con el que aquel matrimonio le saludaba con un "Buenos días don Antonio".

Toni comenzó a fumar y a beber con los amiguetes y sólo paraba en su casa cuando iba a almorzar a mediodía y cuando la noche era muy cerrada.
Un día se encontró en la calle con su tía Martirio, la hermana de su madre. Estaba muy agitada, aunque ello no era de extrañar ya que siempre estaba en estado histérico.
- A tí quería yo verte pedazo de inconsciente, que parece que no te das cuenta de nada.
- Y de qué me tengo que dar cuenta, tía! - le contestó desafiante.
- Pero pedazo de idiota ¿no sabes de lo que te hablo?
- Pues si usted no me lo dice, me parece que no sé de qué coño está hablando.- Toni seguía en el mismo plan.
- Mira Antonio, Ahora, aunque seas muy joven eres el hombre de la casa, el responsable de tu madre y de tu hermana pequeña, y necesitas tener los huevos bien puestos. Fumando y bebiendo no se es más hombre ¿me entiendes?
- Le repito tía Martirio que no sé a donde quiere ir a parar.
- Tú no has oído lo que se dice de tu madre?
- Pues no, no he oído nada
Me miró con los ojos muy abiertos. Hizo un gesto de resignación y vomitó todo el turbio asunto.
- Pues tendrás que ajustarte muy bien el pantalón y enfrentarte con el fulano que está rondando a tu madre. Es un tipo casado y el asunto ya se está desbordando.

Si le hubieran dado un puñetazo en el estómago no lo hubiese sentido tan fuerte. Cuando se recuperó tenía la boca llena de rabia.
- ¿Eso que me está diciendo es verdad, tía?...porque si no lo fuera.....
La tía Martirio sabía con pelos y señales toda la historia. La madre de Toni había sido y seguía siendo entonces una mujer muy hermosa, pero un tanto ingenua. Tenía una gran simpatía y hacía amistades fácilmente. Había conocido a un fulano, que regentaba un puesto de carne y embutidos en el mercado. Del piropo y el requiebro pasó a rondarla y ya se murmuraba que la pareja se veía en determinados sitios peligrosos. La cuestión era que la mujer de aquel hombre era una respetable señora y estaba formando la tremolina en todo Jaén.

Toni se puso los "huevos en su sitio" como había dicho la tía Martirio y tras enfrentarse duramente con su madre se vistió de chaqueta y pantalón largo y se dirigió a la tarde noche a casa del fulano en cuestión.

Pero no quiero alargarme demasiado y la solución al peliagudo problema de Toni ya corresponde al próximo año, donde se dará cuenta de éste y otros sucesos.

Vayamos a la parte cinematógrafíca de esta historia.

Como es obvio la película de este año para mí es "Los cuatrocientos golpes". Naturalmente, como siempre, muchos van a poner el grito en el cielo. No hay más que dar otros títulos para que nadie se olvide. El peplum del año fue "Ben Hur", pero la cosecha fue más allá: "Anatomía de un asesinato", "Con la muerte en los talones", "Imitación a la vida", "Con faldas ya lo loco", "El árbol de ahorcado".....¡uff, para todos los gustos!!

Antoine vive su adolescencia en un lugar cerrado y pequeño donde comparte espacio con su madre y su padrastro. La madre se preocupa de su apariencia física y el padrastro aunque trata con cierta simpatía a Antoine tampoco lo siente muy cercano. Ambos cónyuges están la mayor parte del tiempo dedicados a su trabajo y no tratan de entender los problemas del joven adolescente.
En la escuela tampoco tiene muy buena fama Antoine. Su profesor lo tacha de alborotador y para más inri le descubren un calendario erótico. El joven hace frente a todas las contrariedades con desafío y mentiras. En una ocasión que ha faltado a clase se inventa la excusa de que su madre ha muerto. Naturalmente se forma un gran revuelo cuando se sabe la verdad.
Antoine se entusiasma leyendo a Balzac. Las crónicas del novelista le ayudan a tener su propia visión de la vida. Es tanto su entusiasmo con el novelista que cuando le señalan como deber hacer un trabajo sobre algún acontecimiento de su vida escribe sobre "la muerte de mi abuelo" parafraseando a Balzac. El profesor en vez de ver en el trabajo de Antoine un homenaje al novelista considera que ha escrito un mal plagio.

El último plano de la película, uno de los mejores de la historia del cine en mi opinion, no smuestra la imagen congelada de Antoine mirando directamente a la cámara, acaba de huir de un centro de internamiento. A un lado de la reja está el pasado y delante de él futuro. El joven ve, por primera vez el ancho mar frente a él.





25 comments:

David said...

MAL!
Esto no se hace... Dejar la cosa así como si fuera el final de un serial cinematográfico... Ay!
Y claro, de la película apenas cuentas nada... ni los rasgos autobiográficos, ni que el actor seguiría con el director...
Yo hubiera escogido otras ( prefiero Imitación a la vida...o Joder! Si es el año de Rio Bravo por lo que veo... En fin...) Pero bueno, la verdad es que esta es la que más pega con la entrada y es una estupenda película.
PD: No conocía la canción de Three Stars. Las dos hacen referencia al suceso,pero aunque la de American Pie es más conocida por eso... la otra me parece también estupenda.
En fin... A ver cuánto tardas en contarnos qué paso con el Romeo.
Un saludito.

GCPG said...

¿Y hay que esperar un año entero para el desenlace?

Pues aunque la cosecha del 59 está muy bien, yo elegido también Los 400 golpes, principio de tanto cine que vendría después.

Saludos

abril en paris said...

Los 400 golpes son como los que nos 'regala ' la vida.. Una crónica que te va perfecta. ¡ Menuda historia la tuya ! De joven rebelde y un poco juerguista a defensor del honor de tu madre !!..¡ Menudo material cinematográfico ..La banda sonora perfecta y la peli de Truffaut como anillo al dedo. Aunque bien podias haber escogido " Mirando hacia atrás con ira" pero no debe ser tu caso..aunque tuvieras motivos..
La crónica politica bien para los cubanos y peor para sus "viciosos" vecinos de miami. Falta la foto del Ché en la camiseta..¡ que ironia ! De revolucionario a icono pop !
Yo me hubiera quedado con " Some like it hot " pero entiendo que te va más la francesa.

Un abrazo y no nos dejes mucho tiempo con la incógnita querido Tony !! :-D
P.D. Qué chulito pareces en la foto ! jeje

Einer said...

Me cago en... Pero esto que es ahora, ¿Perdidos? ¡Ha nacido el nuevo maestro del cliffhanger!
Pues no te pienso dar mi opinión hasta que no sepa toda la historia. ;D
Un año buenísimo el 59, cinematográficamente hablando. Si sólo pudiera coger una sería Ben-Hur, pero Los 400 golpes me encanta.
Hoy no te mereces abrazote. Ya si eso el año que viene... ;D

Fernando R. Genovés said...

Muy completo texto, Anro, y muy bien articulado alrededor de los golpes.

Golpe de mano (de puño cerrado) sobre una isla, Cuba, que desde ese momento queda convertida en una cárcel, y su población, condenada a pan y agua. ¡Todavía hasta hoy mismo! Golpes de timón en una vida, la tuya, que si Dios ya no nos dice adónde irá a parar, habrá que esperar hasta una próxima entrada de tu blog. Y... “Los cuatrocientos golpes” de Truffaut. Sí, no había duda. Era el filme necesario en este capítulo sobre la educación sentimental del 59. Truffaut rememora su existencia a través de Antoine Duanel. Y Anro, a través de Toni. Ya veremos quién te robó los besos...

Esta película nos marcó a varias generaciones, durante bastantes años. Hoy se visiona como una reliquia, una pieza de museo, una sesión de cine-club. Un título, igualmente, necesario por entonces. Nada más. Y nada menos.

Salucines

FATHER_CAPRIO said...

De las peliculas mencionadas Los cuatrocientos golpes seguramente es la que marca una época nueva, diferente y profunda. El resto son grandes películas de un cine que se movía por caminos ya conocidos y que funcionaban en taquilla. De ese cine comercial siempre elegí las desventuras aparentemente incomprensibles de aquel Mister Kaplan, pero los vientos nuevos de "a nous la liberté" (ya deseada por Rene Clair en el 31) y de Truffaut, son absolutamente refrescantes.

Respecto a tus andanzas, decir eso típico de "la realidad supera la ficción" y que, como las buenas series, nos dejan contando las horas del próximo capítulo.

Y en eso llegó Fidel que diría Carlos Puebla y los Tradicionales.

Abrazotes.

Marcos Callau said...

¡Vaya año!. No he visto la película que propones. Revivir aquí el accidente de aquella avioneta "el día que murió la música" es siempre sobrecogedor. Qué buen homenaje recreó Don MacLean. Abrazotes.

V said...

ALucinado me quedo con ese umplugged del american pie, canción referencia donde las haya. Contextualizar las vivencias con la cultura que viviste me parece una opción muy acertada. La vida de cada uno tiene su propia banda sonora, sus libros, sus películas y tu has decidido meterlo todo acertadamente en un turmix que puede deparar resultados asombrosos. Un saludo.

ANRO said...

Amigo David, sabes de sobra que no se debe cansar a los lectores con textos demasiado largos...por eso corté en ese punto las confesiones.
¡Claro que fue el año de "Rio Bravo"!
Ya se, ya sé que tendría que haber hablado más de la peli, pero entonces, te repito, la cosa se hubiera alargado demasiado.
Sí, la canción de "Three Stars" es muy buena, pero "American Pie" es sublime.
Un abrazote.

ANRO said...

Hombre, Gourmet, un año no es un plazo demasiado largo, pero sí, ese es el plazo.
Sí, yo también creo que los 4oo golpes es la peli adecuado para el año en cuestión.
Un abrazote.

ANRO said...

Bueno, bueno, amiga Abril. "Mirando hacia atrás con ira" no hubiera sido adecuada. Jamás miraré con ira el pasado.
Los cuatrocientos golpes está porque era la peli correcta, emocionalmente hablando, como es corriente en esta especie de crónica vital.
Esa foto que incluyo es la que en determinada ocasión se me pidió ¿recuerdas?
Un abrazote.

ANRO said...

Harás muy bien amigo Einer, hay que guardarse la opinión hasta que se presente el final. Este no puede ser otro que el que fue, así que no le puedo añadir nada más.
No seas malo, amigo, que soy un viejito desvalido que necesita mucho mimo.
Un abrazote.

ANRO said...

Amigo Fernando, siempre trato de articular esta sección de entradas en la forma más lógica, aunque no siempre consiga hacerlo todo lo bien que pretendo.
Bueno, la continuación se alargará, porque sabes que entremedio tiene que seguir la trayectoria de Kazan.
Uff, espero no cansaros demasiado.
Un abrazote.

ANRO said...

Amigo Father, se que ese parón es un poco efectista, pero como le digo al amigo David la cuestión era no alargarse demasiado. Uno es consciente del tiempo de los lectores y a nadie le sobra ese bien.
Un abrazote.

ANRO said...

Amigo Marcos, ¿qué te ha parecido el otro homenaje musical del accidente?...pero claro que el "American Pie" es una canción soberbia.
Un abrazote.

abril en paris said...

¡ Gracias por la foto y por todo lo que nos aportas ! ¿ Cansarnos ..? ¡Jamás!! Esperamos con entusiasmo seguir tus pasos y esas entradas que provocan tantos intensos y divertidos debates ( El Sr. Kazan dá para mucho jejeje )

Otro abrazo querido Antonio :-))

ANRO said...

Amigo V, desde el mismo día que nació "American Pie" se convirtió en una de mis canciones preferidas de toda la vida. Es absolutamente soberbia.
Espero que ese turmix con el que hago mi mezcla vital esté a la altura.
Un abrazote.

Josep said...

De la elección de la película nada diré salvo que es seguramente la que mejor se ajusta a ese protagonista que nos tiene con el ánimo encogido.

Ya te he dicho en otras ocasiones que te superas cuando tú mismo eres tu fuente de inspiración y hoy no es excepción, porque los mejores párrafos son los reales, los vividos: el resto, cine y música, es mero acompañamiento.

Ya me voy acostumbrando a quedarme con la incógnita en suspenso, así que, habiendo protestado David, me ahorro el esfuerzo. Esperaré, como todos.

Un abrazo.

David said...

Gran cosecha la del 59, yo añadiría la siguiente película de Mankiewicz que vamos a comentar en Ciclos de Cine "De repente, el último verano". Una cinta muy potente y teatral que también fue un escándalo en aquel lejano año 59.

PD Yo, como mi tocayo, antes me quedo con "Rio Bravo" que con "Los 400 golpes"... y es que uno es muy de Hawks.

pepa mas gisbert said...

Nunca voy a poner el grito en el cielo por la elección de tus películas, faltaría más. Toda elección y más en este caso, comporta no solo la película bien hecha, sino lo que ella nos hace recordar, y esos recuerdos, son tan nuestros.....

ANRO said...

De nada querida Abril. Es todo un goce tener amigos tan gentiles como vosotros.
Un abrazote.

ANRO said...

Amigo Josep, no hay más remedio que esperar. Ten en cuenta que ahora no tengo todo el tiempo del mundo, como pudiera parecer. De hecho creo que se avecina un buen paréntesis, pero en fin, de ésto ya hablaremos.
Eres un buen amigo y sabes poner las cosas donde deben. Gracias. Pero me hubiera gustado que me dieses la opinión sobre la música.
Un abrazote.

ANRO said...

Amigo David, Howard Hawk es un fenómeno indiscutible, y "Rio Bravo" un peliculón con el que gocé, pero aquí no había otra elección posible.
Un abrazote.

ANRO said...

Me alegro de tu exquisito tacto, querida Alma, y es muy cierto que al que más y al que menos esta peli le trae recuerdos extraordinarios.
Un abrazote.

Sandra Mantas said...

Vi esta película demasiado joven, hace demasiados años y creo que no la valoré en su justa medida. Recuerdo, eso sí, el brillante final al que aludes. Algún día le daré una segunda oportunidad. Y la cosecha del 59... Increíble!!!! Casi como ahora... Un abarzo.