Cuando una amante nos deja despues de engañarnos miserablemente sentimos un dolor y una rabia tremendas, pero si esa amante resulta también engañada entonces nuestra carcajada sería la misma que Diello deja escapar con toda euforia en una escena magistral de la película "Five Fingers" o tal como se tituló en España "Operación Cicerón".
Esta película, dirigida por Joseph L. Mankiewicz en 1952, sigue siendo memorable, entre otras cosas por la interpretación que James Mason hace de Diello, un personaje real, pero tan novelesco, que no tuvo por menos de llamar la atención del director. Sin embargo, cuando Mankiewicz se entrevistó con el verdadero "Cicerón" quedó muy decepcionado y decidió aprovechar el esqueleto de aquella historia real y convertirla en un relato cinematográfico impecable.
El verdadero "Diello" que en realidad se llamaba Elyeza Bazna, era un albanés de ascendientes musulmanes. Bazna apenas tenía instrucción alguna , pero era muy servicial. Podía conducir un automóvil y tenía una gran afición a la fotografía.
Estaba ya entrado en la madurez cuando buscaba un trabajo estable que le asegurase el porvenir en aquellos precelosos años.
La oportunidad se le presentó por medio de un anuncio que dió a conocer la Embajada Británica en Ankara en los siguientes términos: "La Embajada Británica busca chófer para su primer secretario".
No era la primera vez que Bazna había trabajado en embajadas, conocía el oficio de ayuda de cámara "kawass" en turco. Había trabajado en la de Estados Unidos y en la de Alemania. En ambas fue despedido por meter sus enormes narices donde no le competía. Sorprendentemente siempre había conseguido que le concedieran certificados de buena conducta al mismo tiempo que le extendían la carta de despido.
Bazna entró con buen pie en la Embajada Británica, Sir HuguesKnatchbull-Hugessens, embajador de Su Graciosa Majestad en Ankara se encaprichó del albano y a las pocas semanas era ascendido a ayuda de cámara personal del embajador. Hoy no se explica esa peligrosa confianza, sobretodo en años decisivos para el futuro de Europa. Sir Hugues, que nunca tuvo la más mínima sospecha de su ayuda de cámara llegó a exclamar, cuando Bazna sabiéndose perseguido por los servicios secretos estadounidenses ponía pies en polvorosa, "¡Cuánto le echaré en falta, querido Bazna, es usted tan atento y servicial!
Los precedentes intrigantes de Bazna comenzaron a hormiguear en sus narices. Pronto se dió cuenta de que los telegramas y papeles que recibia sir Hugues eran guardados en una caja negra que depositaba dentro de la caja de caudales. El "fiel" ayuda de cámara, ni corto ni perezoso, comprendiendo que allí podría encontrar una fuente de beneficios, se dedicó a fotografiar todos aquellos documentos en los que veia la frase TOP SECRET.
Naturalmente al primer punto donde dirigió sus "tesoros" fue a la Embajada Alemana. Bazna no gozaba de mucha confianza en aquel lugar, del que no hacía mucho había sido despedido, pero el tipo venía muy seguro de su mercancía: "Los documentos que traigo son de la mayor importancia. Cuestan veinte mil libras esterlinas. O lo toman o lo dejan". Moyzisch, el agregado comercial le dijo a Bazna que aquella suma era demasiado abultada y que no tenía mas remedio que consultar a von Papen.
Los alemanes dudaban que aquel individuo tuviera en sus manos algo de tanto valor, pero se pidieron instrucciones al Ministerio de Asuntos Exteriores de Berlín. Von Papen que tenía ciertos escrúpulos por aquel juego sucio tuvo que doblegarse cuando recibió un mensaje cifrado de Berlín firmado por Ribbentrop donde le ordenaban aceptar la oferta del espía espontáneo.
Los documentos entregados por Bazna tenían efectivamente aquel valor. El propio Von Papen se percató de su importancia y decidió ponerle un nombre al personaje que les suministraba aquella valiosa mercancía. Papen, que era un hombre muy cultivado culturalmente, escuchó a Moyzisch decir que los documentos que habían caído en su poder eran harto elocuentes. Entonces Papen dijo: "Si tan elocuentes son llamemos a nuestro mensajero Cicerón".
Mankiewicz, junto al guionista Michael Wilson, nos introduce un personaje ficticio, que añade un componente sentimental a la trama. Ana Staviska, viuda de un conde polaco, de quien Diello está enamorado y a la que hace partícipe de su botín. La historia de amor entre estos dos personajes es morbosa y llena de engaños, lo que da pie a unos diálogos memorables, en la línea de "Carta a tres esposas" o incluso "Eva al desnudo".
Bazna, o Diello en el film, pasó tantísima información a los alemanes, que éstos comenzaron a sospechar si "Cicerón" no era un agente aliado. Por esa razón cuando el espía pasó un documento con la clave "Overlord" en el que se informaba de un plan de desembarco en Europa los alemanes lo desecharon por demasiado vago e inconcreto. Sin embargo tenían delante de ellos el plan de lo que meses más tarde sería el dia D del desembarco en Normandía.
No voy a desvelar lo que le ocurrió a Bazna o las andanzas de Diello-James Mason en la película. Es un buen ejercicio de pilates cinematográfico ver cómodamente en el salón de sus respectivas casas esta buena película. Me agradecerán el consejo. Y yo encantado de dárselo.
Esta película, dirigida por Joseph L. Mankiewicz en 1952, sigue siendo memorable, entre otras cosas por la interpretación que James Mason hace de Diello, un personaje real, pero tan novelesco, que no tuvo por menos de llamar la atención del director. Sin embargo, cuando Mankiewicz se entrevistó con el verdadero "Cicerón" quedó muy decepcionado y decidió aprovechar el esqueleto de aquella historia real y convertirla en un relato cinematográfico impecable.
El verdadero "Diello" que en realidad se llamaba Elyeza Bazna, era un albanés de ascendientes musulmanes. Bazna apenas tenía instrucción alguna , pero era muy servicial. Podía conducir un automóvil y tenía una gran afición a la fotografía.
Estaba ya entrado en la madurez cuando buscaba un trabajo estable que le asegurase el porvenir en aquellos precelosos años.
La oportunidad se le presentó por medio de un anuncio que dió a conocer la Embajada Británica en Ankara en los siguientes términos: "La Embajada Británica busca chófer para su primer secretario".
No era la primera vez que Bazna había trabajado en embajadas, conocía el oficio de ayuda de cámara "kawass" en turco. Había trabajado en la de Estados Unidos y en la de Alemania. En ambas fue despedido por meter sus enormes narices donde no le competía. Sorprendentemente siempre había conseguido que le concedieran certificados de buena conducta al mismo tiempo que le extendían la carta de despido.
Bazna entró con buen pie en la Embajada Británica, Sir HuguesKnatchbull-Hugessens, embajador de Su Graciosa Majestad en Ankara se encaprichó del albano y a las pocas semanas era ascendido a ayuda de cámara personal del embajador. Hoy no se explica esa peligrosa confianza, sobretodo en años decisivos para el futuro de Europa. Sir Hugues, que nunca tuvo la más mínima sospecha de su ayuda de cámara llegó a exclamar, cuando Bazna sabiéndose perseguido por los servicios secretos estadounidenses ponía pies en polvorosa, "¡Cuánto le echaré en falta, querido Bazna, es usted tan atento y servicial!
Los precedentes intrigantes de Bazna comenzaron a hormiguear en sus narices. Pronto se dió cuenta de que los telegramas y papeles que recibia sir Hugues eran guardados en una caja negra que depositaba dentro de la caja de caudales. El "fiel" ayuda de cámara, ni corto ni perezoso, comprendiendo que allí podría encontrar una fuente de beneficios, se dedicó a fotografiar todos aquellos documentos en los que veia la frase TOP SECRET.
Naturalmente al primer punto donde dirigió sus "tesoros" fue a la Embajada Alemana. Bazna no gozaba de mucha confianza en aquel lugar, del que no hacía mucho había sido despedido, pero el tipo venía muy seguro de su mercancía: "Los documentos que traigo son de la mayor importancia. Cuestan veinte mil libras esterlinas. O lo toman o lo dejan". Moyzisch, el agregado comercial le dijo a Bazna que aquella suma era demasiado abultada y que no tenía mas remedio que consultar a von Papen.
Los alemanes dudaban que aquel individuo tuviera en sus manos algo de tanto valor, pero se pidieron instrucciones al Ministerio de Asuntos Exteriores de Berlín. Von Papen que tenía ciertos escrúpulos por aquel juego sucio tuvo que doblegarse cuando recibió un mensaje cifrado de Berlín firmado por Ribbentrop donde le ordenaban aceptar la oferta del espía espontáneo.
Los documentos entregados por Bazna tenían efectivamente aquel valor. El propio Von Papen se percató de su importancia y decidió ponerle un nombre al personaje que les suministraba aquella valiosa mercancía. Papen, que era un hombre muy cultivado culturalmente, escuchó a Moyzisch decir que los documentos que habían caído en su poder eran harto elocuentes. Entonces Papen dijo: "Si tan elocuentes son llamemos a nuestro mensajero Cicerón".
Mankiewicz, junto al guionista Michael Wilson, nos introduce un personaje ficticio, que añade un componente sentimental a la trama. Ana Staviska, viuda de un conde polaco, de quien Diello está enamorado y a la que hace partícipe de su botín. La historia de amor entre estos dos personajes es morbosa y llena de engaños, lo que da pie a unos diálogos memorables, en la línea de "Carta a tres esposas" o incluso "Eva al desnudo".
Bazna, o Diello en el film, pasó tantísima información a los alemanes, que éstos comenzaron a sospechar si "Cicerón" no era un agente aliado. Por esa razón cuando el espía pasó un documento con la clave "Overlord" en el que se informaba de un plan de desembarco en Europa los alemanes lo desecharon por demasiado vago e inconcreto. Sin embargo tenían delante de ellos el plan de lo que meses más tarde sería el dia D del desembarco en Normandía.
No voy a desvelar lo que le ocurrió a Bazna o las andanzas de Diello-James Mason en la película. Es un buen ejercicio de pilates cinematográfico ver cómodamente en el salón de sus respectivas casas esta buena película. Me agradecerán el consejo. Y yo encantado de dárselo.
23 comments:
Pues no la conozco, para variar. Después de leer tu reseña me veo obligado a buscarla desesperadamente. Ya te contaré.
Mucha gimnasia no me apetece hacer, pero unos pilates ciceronianos como éstos son totalmente aconsejables. Estupenda película, estupende Mason.
Me encanta esta película. Es que, para mí, Mason figura en la cumbre de la interpretación.
Un abrazo
Espias y amores pasionales ¡ buen ingrediente para una historia ! Son de esas que tienen mucha ' carne ' es decir mucho que contar y bien. No la he visto. Otra a la lista...
Ya con lo que nos avanzas y comparas nos ponen los ' dientes largos '.. Mankiewicz y Mason son garantia de calidad superior, como el turrón.:-))
Un abrazo muy fuerte
Pues ya estás tardando, amigo Marcos. Además está en la línea de las pelis que te gustan, estoy seguro de ello, aunque no te conozca personalmente.
Un abrazote.
Ja, ja, qué aguda eres amiga Alma, me gusta el vuelco que le has dado a la metáfora.
Y sí hay que seguir el consejo porque la peli lo vale.
Un abrazote.
Y vamos tres, querido Ethan, es una peli formidable y Mason está que se sale.
Un abrazote.
Tienes que verla, amiga Abril, estoy seguro de que te gustará. Los diálogos y la trama en general enganchan a pesar de los muchos años que han pasado.
Claro que ya sabes el refrán...
Un abrazote.
Yo la vi hace muchísimo. Era crío. Y me disgustó ese final. Le coges cariño al personaje de Mason. Recuerdo también otras cosas... los motivos por el que podía abrir con mucha facilidad todas las cajas de seguridad de las casas alemanas (ja,ja). Más que lo de las fotos, en la peli lo que encontramos (si no recuerdo mal) es a un arribista sin escrúpulos bastante simpático, pero ah! enamorado..
Siempre pensé en el personaje de El paciente inglés, película que no me gusta y lo comparaba con el de esta y claro, Mason salía ganando.
Luego, descubrí que el pesonaje que inspiró El paciente inglés había sido realmente un espía (no como en la peli que da los documentos sólo por conseguir el avión para ir a buscar a su amor (tachán)... En fin... me encantan las historias románticas...muy de Mankiewicz: engaños, mentiras, dobles juegos...
Un abrazo.
Recuerdo vagamente esta película. La vví hace muchos años... aunque recuerdo que me gustó. Le volveré a echar un vistazo.
Un abrazo!!!
PD. Estupendo post, por cierto.
Precisamente estoy leyendo un libro donde hay espias, alemanes y asuntos top secret. Me gustan estas historias. Como bien dices, para verla en el salón, con la estufa si puede ser. Que con este tiempo no dan ganas de otra cosa.
Un abrazote.
A James Mason le va el papel de doble espía, muy británico él, que ni pintado. Es una película inteligente para espectadores inteligentes.
La leche, compa Antonio, ni siquiera sabía de su existencia. Me temo que lo mío empieza a ser altamente preocupante: un día de estos, las constructoras vendrán a sacar cemento de mi cara... Desde luego, la peli pinta muy bien (casi tanto como tu reseña, excelente); y me ha llamado muchísimo la atención ese apunte acerca de cómo el personaje ficticio resulta más atractivo que el real. Es lo que tiene el cine, y la literatura, una ventaja que nos permite disfrutar del "pulimentado" y "adecentamiento" de los personajes. Y que sea por muchos años...
Un fuerte abrazo y buena semana.
El final tiene su coña., David. A mí me parece genial, de ahí el título con el que he marcado la entrada.
A mí me gusta más esta peli que la de "El paciente inglés". El personaje de Diello está genial en la interpretación de Maaon. No me imagino a otro actor. Tiene una sutileza y a la vez un morbo su relación con la condesa que ya, ya...
Debes de verla otra vez, estoy seguro de que te sorprenderia de nuevo.
Un abrazote.
Gracias amigo J.A. sí, no me cabe la menor duda de que gozarías de una revisitación. Hay pelis antiguas que le dan sopa con ondas a las nuevísimas. Naturalmente no quiero decir que todo lo pasado es mejor. Puntualicemos
Un abrazote.
Es que Mankiewixz es mucho mankiewicz,amigo Jack, sobre todo porque sus guiones son obras casi perfectas.
Un abrazote.
No te preocupes, Manolo, tu excusa viene implícita en tu foto. Cuando hay críos de por medio ya se sabe, no queda tiempo para ver lo que uno querría...menos mal que el furgol sí se puede ver y disfrutar....a veces no tanto, como el último de la Roja.
Venga, amigo, y disfruta de la vida que te lo mereces.
Un abrazote.
Querida amiga Bruja, tambien a mí me gusta mucho esos libros de espías. Este caso fue muy sonado y nunca antes lo habian tenido tan claro los alemanes...pero las cosas se le torcieron.
Sí no cabe la menor duda de que si te arrepuchas en el salón todo es una delicia....pero aquí no necesitamos la estufa. Estamos gozando un otoño que más bien es primavera-verano, y muchas noches tenemos abiertas las cristaleras al patio. En fin, que no estamos mal.
Un abrazote.
Me ha gustado mucho como relatas esos acontecimientos reales sobre los que se basó la película, y me ha encantado el cartel de la misma, que ya me he apropiado para usarlo en mi base de datos.
Pero la película, Antonio, no me acaba de convencer: la repasé hace poquito y se me cayó del pedestal en que la tenía desde que la ví en la tele hace años: y mira que la tengo en dvd y la ví en v.o.s.e. para disfrutar de la excelente interpretación de Mason, pero, la verdad, tanto el guión como su desarrollo y tratamiento cinematográfico me parecen envejecidos y demasiado flojos y, sin ser mala, no consiguió inspirarme para dedicarle una reseña.
Un abrazo.
No la he visto, amigo Anro, ¡qué raro en mí no ver algo de lo que hablas!,jejejeje , pero por suerte tenemos tus artículos, para descubrir cosas nuevas y ponernos al día en temas que, por falta de tiempo, nunca sabríamos en nuestra vida.
Me encanta la forma en la que has presentado y desarrollado la historia. Ademmás la peli parece contar con uno de esos finales que me gustan a mí, jejeje.
Un abrazote.
El relato sobre el personaje real que inspiró la peli es muy interesante, Josep.
Me ha extrañado que no te guste la peli, pero es lógico que cada uno tenga sus preferencias.
Yo la he visto hace pocas semanas y honestamente la gocé. Claro que la pantalla de 44 pulgadas y la HD ayudan muchísimo.
Un abrazote.
Querido Crowley no me hagas esa faena. El subconsciente te ha traicionado....ja.ja. ja cito textualmente "¡Qué raro en mi no ver algo de lo que hablas!". Hombre, por favor, soy viejito, pero estoy al día...espero que muchos.Bueno, esto es broma.
Pero sí, creo que te gustaría. Vela si tienes ocasión.
Un abrazote.
Muchas gracias por haberme hecho notar ese tremendo error que he cometido en la cronología de Nicholas Ray. Espero haber subsanado ya dicho error. Que gente de tu categoría esté pendiente de mi blog es un gran honor. Espero no defraudarte otra vez.
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