Monday, May 14, 2007

LA CARCAJADA DE LARS VON TRIER


Estoy seguro de que más de un bloguero ha colgado su opinión sobre Trier y su última película en cualquier lugar de la red dedicado al cine. Algunos la habrán colocado en las nubes del olimpo cinematográfico y otros la habrán colocado en el lugar más profundo de los infiernos. En cualquiera de las posiciones, el cachondo de Trier se estará descojonando de risa.
Todos aquellos que decían , cuando se estrenó "Rompiendo las olas" que Trier era el discípulo aventajado de Dreyer, estarán rompiendose las meninges ante esta aparente transgresión del pope del "dogma". En realidad Trier está siendo fiel a sí mismo.
Recomiendo ver el documental que sobre el danés ha realizado Stig Bjökman titulado "Tranceformer: a portrait of Lars Von Trier" donde el laureado director sin que medie preámbulo alguno le comenta a la cámara (en el más justo estilo dogma) "Doy por sentado que todo lo que se diga o escriba sobre mí no es cierto".
Independientemente de lo que en el futuro escriba de este director (prometo extenderme sobre su obra) me voy a centrar en su última película que vi precisamente este domingo pasado en un pequeño multicine de Las Palmas.

He de confesar que me irritan sobremanera esas planificaciones que el director hace de forma caprichosa utilizando por lo visto una técnica informática que entra a saco en el ensamblaje de planos. Así vemos cómo de pronto un personaje aparezca cortado en el plano o se desplace de forma incoherente.

Al margon de esa mareante cuestión técnica creo sinceramente que "El Jefe de todo esto" es una película muy buena a pesar de Trier.
No pienso destripar el argumento de esta divertida farsa que no es sino un divertimento falso. El personaje de Ravn es ni más menos que el trasunto de Trier, quien desde bastidores es "el jefe de todo esto".

Comparto la opinión de algunos que apuntan a que ésta no es la única comedia de Trier. En todas sus películas, el sarcasmo es omnipresente. Nadie puede tomarse en serio el dramatismo de "Rompiendo las olas" por poner solo un ejemplo. Su editor y socio cinemtaográfico Tomas Gislason dice de él que es un "granuja redomado" y el protagonista de dos de sus film, Ernst-Hugo Jaeregard dice nada más y nada menos que "Trier es el oponente absoluto a toda clase de autoridad intelectual".

Leo textualmente en un blog, en mi opinión muy respetable refiriendose naturalmente a Trier y a esta pelicula en concreto "..habitualmente calificado de "egocéntrico" y "genial" cada vez es más de lo primero y menos de lo segundo, aunque es una de las opciones potables de las mustias multisalas"

En mi opinión Trier no pretende ni ha pretendido ser nunca "genial". La etiqueta se la pusieron algunos críticos y él con su habitual doble sentido se la aplica sin creérselo. En esta película juega a manipulador y juro por San Pedro Almodovar que conmigo consiguió serlo. Al terminar la proyección solté una tan sonora carcajada que los diez o doce espectadores que me acompañaban en la minúscula sala se quedaron sorprendidos.