Wednesday, January 26, 2011

¡MARCHANDO UNA DE TALLULAH BANKHEAD!-ELIA KAZAN DOS

Cuando en 1942 se cruzaron dos personalidades tan contrarias como Tallulah Bankhead y Elia Kazan era inevitable que se produjera un chispazo, mejor un relámpago. Ella era por entonces la diva de los escenarios neoyorkinos y Kazan dirigía su primera obra profesional en Broadway.
Tallulah era absolutamente anticomunista y Kazan seguía perteneciendo al Partido Comunista Americano, aunque había comenzado su desenganche.

Según confiesa el propio Kazan en su "Autobiografía", él supo desde el primer momento que la diva se lo iba a poner difícil, o imposible en el peor de los casos. Parece ser que el destino se puso a favor del futuro director y por muchas rabietas, desmayos, protestas y caprichos la diva tuvo que ceder ante la paciencia anatolia de Kazan y la obra, objeto de la discordia, "The Skin of Our Teeth" se extrenó con éxito en el Schubert Theatre de New Haven en Connecticut y un mes más tarde en el Plymouth Theatre de Broadway, con el mismo director a la cabecera.
La pieza teatral fue un completo éxito y Tallulah bordó su papel a la perfección. Kazan estaba orgulloso. Esperaba algunas palabras amables de la diva tras el estreno, pero cuando ésta abandonó su camerino solo miró al director sin demostrar emoción alguna. Según Kazan aquella mirada interpretaba las siguientes palabras: "A pesar de los obstáculos que Myerberg y usted me han puesto en el camino, he salido airosa, ¿no es asi? ¡Maldito turco bastardo!".

Apenas unos años antes, Elia había puesto su punto de mira en Hollywood. El futuro director no se marchó a la tierra de las colinas para ese oficio, en realidad su meta era ser actor y como cualquier aspirante a dicha profesión se buscó un agente que en realidad le ninguneó. Este primer contacto hollywoodiano no fue estéril en modo alguno. porque el joven Kazan entró en contacto con Lewis Milestone, el autor de "Sin novedad en el frente", quien le dio clases magistrales de dirección. Milestone, o Milly como le llama Kazan, estaba preparando una película con guión de Clifford Odets, titulada "The River Is Red", ambientada en la Guerra Civil española. Durante seis semanas, que Kazan califica como de muy felices en su vida, acudía todas las mañanas a la mansión de Milestone en Beverly Hill, donde el maestro deconstruía en posibles imágenes los fragmentos de guión que le pasaba Clifford. La película, en la que se barajaba el nombre de Henry Fonda como protagonista no llegó a filmarse nunca, pero aquellas lecciones de Milestone fueron la semilla que propició la futura vocación del anatolio.
Nuestro hombre abandonó Hollywood con cierta sensación de fracaso, pero con satisfacción. Nunca le gustó Los Angeles. En su opinión era una ciudad artificiosa . Odiaba los vapores calientes que despedía el asfalto por las mañanas. El tráfico le ponía enfermo y no sentía el más mínimo apego a las tiendas o a los restaurantes donde se movía la élite, pero sobre todo "echaba de menos el "The New York Times"". Era neoyorkino de pura cepa y nunca dejó de serlo. Cuando comenzó a dirigir regularmente en Hollywood permanecía en California el tiempo preciso.

Como toda fiebre juvenil, el comunismo se fue disipando de sus aspiraciones vitales conforme nuestro hombre subía escalones profesionales. La URSS ya no era para él un paraiso proletario. Nunca había sido muy patriota, pero cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor corrió hacia la oficina de reclutamiento para alistarse. Fue rechazado porque estaba encuadrado en la categoría 4-F, es decir casado y con obligaciones familiares. Esto le permitió continuar trabajando en el teatro y le permitió convertirse en una brillante figura emergente en los escenarios de Broadway.
Terminada la contienda mundial Kazan, con un amplio currículo teatral a sus espaldas comenzó a recibir ofertas para dirigir películas. El futuro autor de "Al Este del Edén", no acababa de convencerle el asunto. De la mano de Abraham "Abe" Lastfogel, presidente de la Morris Agency, Kazan se presenta en la Fox donde conoce al productor Louis D. Lighton. Este estaba interesado en llevar a la gran pantalla la exitosa novela de Betty Smith "A Tree Grows in Brooklyn". Lighton le dió a Elia un ejemplar del libro para que lo leyera. Según propia confesión la novela, leída en principio de pasada y a retazos no le gustó: "Me pareció empalagosa, cursi y llorona", pero en una segunda lectura, mucho más detenida parece ser que le impresionó e incluso llegó a identificarse con el personaje alcohólico.
Decidió probar suerte y empezar de cero en los platós. Sus triunfos meteóricos en las tablas neoyorkinas quedarían por el momento en "stand by". El "Golden Boy" de Nueva York se enfundó en la piel de un director principiante y tímido dando su primer golpe de batuta con la película "A Tree Grows in Brooklyn", que en España llevó el título de "Lazos humanos" (?)
Acabo de revisar esta ópera prima de Kazan que gira en torno a una familia de emigrantes en el Brooklyn neoyorkino de 1910. El padre (James Dunn) es un vividor alegre y despreocupado. Tiene la cabeza llena de fantasías debido probablemente a su incansable manía de empinar el codo. Su hija Francie (Peggy Ann Garner) le adora incondicionalmente. Ella es el eje sobre el que giran todos los personajes de la historia ( hay muchos elementos autobiográficos de la autora del libro). La madre de familia (Dorothy McGuire), honesta y trabajadora, tiene los pies en el suelo y sabe que los sueños de su marido, son solo sueños. El benjamín de la familia es Neely (Ted Donaldson), mucho menos estudioso que su hermana pero más pragmático.
La tía Sissy completa el círculo familiar, una mujer que colecciona maridos, pero que no pierde la cabeza de ninguna de las maneras.
Los conflictos entre la pareja protagonista (muy dulcificados ) se resuelven con la muerte del marido que en un esfuerzo por sacar adelante los estudios de la chica se deja la piel a las puertas de una oficina de empleo.
La situación familiar se agrava ya que la viuda está embarazada y Francie culpa a su madre de la muerte del padre.
Todo se resuelve felizmente. Francie puede culminar su graduación, la madre da a luz felizmente y un policía de buen corazón comienza a cortejar a la viuda y decide, previo consentimiento del cónclave familiar, adoptar a la recien nacida.
Los dos hermanos se asoman a los tejados de la vivienda, desde allí se ve un panorama del puente de Brooklyn (en decorado). Ambos evocan sus primeros años en el barrio. El árbol junto a su casa está retoñando de nuevo.
Según el propio Kazan, la mayor parte del mérito de la película es del productor Louis D. Lighton, que como buen veterano sabía por donde había que tirar para sacar un producto rentable. Kazan, bien avezado en la dirección de actores supo sacarle jugo a todos los intérpretes. Naturalmente hay que destacar la actuación de la jovencita Peggy Ann Garner que ganó un oscar especial en la gala de aquel año.

También obtuvo una estatuilla James Dunn en el papel del padre de la familia.
El espectador actual es natural que se extrañe del aspecto visual del film. Hay que situarse en la época ya que por entonces casi la totalidad del metraje se filmaba en decorados del estudio. Sin embargo hay que destacar la magnífica fotografía en blanco y negro de Leon Shamroy.

Los galardones conseguidos y la magnífica acogida del público para "A Tree Grows in Brooklyn" fueron una estupenda tabla de trampolín para Kazan. La Fox le abrió sus puertas de par en par y Darryl F. Zanuck le tendió su mano cordial. Años más tarde esa misma mano se volvería mucho menos afectiva.

Según el propio Kazan: "Mi suerte estaba echada. Mi ambición- ser director de cine- podía convertirse en realidad. Era un triunfador, eso parecía, un gran triunfador. ¿O tal vez era un fracasado, un gran fracasado? ¿O ambas cosas?".

Dos años pasarían entre "A Tree Grows in Brooklyn" y " The Sea of Grass", su siguiente película. Entre ambas, el autor de "Viva Zapata" encontraría a un autor de teatro de primera fila: Tennesse Williams.





Sunday, January 23, 2011

EL AÑO QUE QUISE PROBAR UN ATAUD-1955


Tanto el título de esta entrada como la foto con la que ilustro el encabezamiento no parecen optimistas precisamente. Lo cierto es que 1955 fue un año bastante peculiar, tanto a nivel personal como a nivel histórico y cinematográfico.
Vayamos por partes. Hoy quiero empezar con mis pequeños retazos biográficos para explicar ese extraño deseo de probar un ataud.

Este año dejaba atrás mi primera niñez. Comencé a saber cosas que antes ignoraba y mi visión de la vida se ampliaba en un ángulo considerable. En mi familia los problemas se agudizaban y para agravar las cosas a una de mis hermanastras, llamada Dulcenombre, se le diagnosticó una terrible enfermedad de la que murió en unos meses.
Esta mujer, delicada, de aspecto frágil, de enormes ojos azules y que solo contaba 38 años dejó este mundo de la forma más triste. Su corazón no había podido superar los desgraciados sucesos de la guerra, que la vivió en su juventud temprana. El miedo había sacudido sus escrúpulos de "chica bien" y un día tuvo que correr despavorida cuando unas milicianas la perseguían llamándola "señoritinga".
Este hecho y otros muchos vividos en la salvaje guerra incivil, dañaron gravemente el corazón y el alma de Dulcenombre y el suspiro de su vida se escapó un 28 de marzo de 1955.
Aunque ya se habían producido otras muertes en mi entorno familiar fue precisamente en la de mi hermana cuando pude ver muy de cerca el último lecho de un difunto. Aquel día todas las mujeres estaban en las salas altas vistiendo a la muerta y los hombres charlaban muy serios en la planta baja. Cuando los encargados trajeron el ataud lo subieron al salón central de la casa, donde casualmente estábamos encaramados a unas escaleras mi prima Elvi y yo. Los hombres dejaron su fúnebre cargamento y nosotros nos quedamos mirando fascinados la caja.
Nos acercamos a ella y mi prima, que era mayor que yo, abrió la tapa. Yo la miré con curiosidad y lo primero que pensé era en la comodidad que iba a tener la muerta entre aquellos cojines blancos.
- ¿Te imaginas si nos acostáramos dentro?- me dijo Elvi con una sonrisa perversa
No me dió tiempo a contestar porque de repente apareció tía Ciriaca, toda vestida de negro y con el verdadero aspecto de la Parca.
- ¿Se puede saber que estais haciendo aquí trasteando, niños? Id inmediatamente arriba que ahora mismo van a bajar a Dulce.

Aquel día no sentía tristeza ni dolor. Hubo mucho llanto y mucho luto a mi alrededor pero aquella muerte fue una pérdida que quedaba un poco ajena a mis sentimientos. De todas formas seis meses más tarde comenzaba mi andadura de estudiante interno lejos de mi casa y de los míos. Aprendía a valerme por mí mismo en el devenir de mi vida.Para que no os quebreis la cabeza intentando identificarme soy el segundo por la derecha en pie. Seguramente os habeis dado cuenta de que el campo de fútbol no era ninguna maravilla, pero todos esos rapaces lo pasábamos muy bien allí. En los próximos capítulos contaré más de una anécdota curiosa sobre este colegio y sus habitantes. Los tipos que están junto a mí , y el que sobresale por encima de todos , fueron mis mejores amigos durante mis años de formación cultural. Aun conservo un libro de poemas de Antonio Machado dedicado por mi amigo granadino Pepe Jiménez, el tipo alto de la foto.


Dejemos por el momento a Antoñito Rodriguez y examinemos un poco lo que fue aquel año de 1955. El amo del mundo era un tal Dwight D. Eisenhower. Era un personaje muy popular en las españas de Franco y en su campaña presidencial su eslogan causó furor "We Like Ike". Tal vez esas carcajadas en comandita con el futuro presidente R.Nixon tenían algo que ver con la feliz idea de mandar los primeros asesores militares al futuro avispero vietnamita.

Gracias a nuestro amigo SAFARI NOCTURNO tuve el conocimiento de un personaje de especial protagonismo en este año: Claudette Colvin, una chica afroamericana de quince años. Ella fue la primera que se negó a cederle el asiento de un autobús a una mujer blanca. Muchos pensábamos que esta hazaña la había protagonizado Rosa Park. La cuestión por la que Claudette Colvin no se alzó con los derechos de ese primer acto de rebeldía afroamericano se debió a "detalles morales", Colvin no era una chica casada y tenía unos cuantos meses de embarazo.Estoy seguro que muchos de vosotros conoceis la famosa canción de Bill Haley y los Comets "Rock Around the Clock". Pues bien, digamos que su presentación al gran público tuvo lugar durante la proyección de la película "La jungla de pizarra", adaptación de la novela de Evan Hunter. Fue tal la fiebre del personal adolescente, que todos a una se levantaron y bailaron encima de los asientos. La cosa no es para menos, teniendo en cuenta el ritmo de la canción.


Un documento curioso, éste de You Tube en el que los adolescentes se comportan más o menos muy comedidos y sólo se limitan a mascar chicle.

No deseo extenderme en otros muchos asuntos y sucesos que jalonaron este año de 1955 porque me temo que os aburriría, aparte de que el cine nos espera. Pero no me resisto a dejar de lado mencionar la muerte de un gran hombre llamado Albert Einstein y la de una mujer ,llamada Ruth Ellis, que fue ejecutada en la prisión de Holloway - Londres. Se le acusó del asesinato de su amante David Blakely, pero las causas no fueron del todo aclaradas. De todas formas el proceso fue tan sonado que nunca, desde entonces, una mujer volvió a pender de la horca en el Reino Unido. El tema de Ellis fue llevado a la gran pantalla. La película se titulaba "Bailando con un extraño" y dirigida por Mike Newell fue protagonizada por Miranda Richardson en 1985
Y ya estamos hablando de cine. ¡Es lo nuestro, amigos!
Muchas, muchísimas pelis se proyectaron en 1955. Algunas de ellas absolutamente perfectas, como la que encabeza mi entrada: "Ordet". Sin duda ésta sería mi primera opción, pero ya la he comentado en fechas pasadas. Una lista de otras posibles sería la siguiente: "La vida criminal de Archibaldo de la Cruz" de nuestro Luis Buñuel; "Muerte de un Ciclista" de Barden; "Las Diabólicas", de Clouzot; "Marty", de Delbert Mann; "Picnic" de Joshua Logan; "La noche del Cazador" de Laughton (en posición paralela a "Ordet") y etc....etc. Pero por muchas razones mi película de este año es AL ESTE DEL EDEN.Se cuenta que cuando Alec Guinness conoció a James Dean el día 23 de Septiembre de 1955 dijo lo siguiente.
- Este chico no durará demasiado en el cine, va demasiado rápido.
Para todos aquellos que creen en las premoniciones, no hay duda de que el actor inglés estuvo en lo cierto ya que sólo tres días más tarde, el 30 de septiembre, el joven Dean moría a consecuencia de un accidente automovilístico en Cholame - California.

En los prologómenos del rodaje, hay un curioso test filmado en el que aparecen Dean y Paul Newman. Este aparece vestido con una camisa blanca, pajarita y un cigarrillo colgado de su oreja izquierda. Jimmy luce una camisa de sport con sus lentes guardadas en el bolsillo.
Se oye la voz en off del director de fotografía.
- Hey, "reinas", dirigid vuestras miradas hacia aquí. (Ellos, están de perfil sin mirar a la cámara)
- No voy a mirarle, es un marica amargado- dice Paul. (Se oyen risas simuladas del equipo)
- Vamos, él está haciendo su trabajo. Haced, por favor, lo que dice- habla conciliador Kazan.
- A mí tampoco me gusta este tipo- tercia Dean.
- Ok, guardaos vuestra opinión pero ¿seríais tan amables de mirar a la cámara?- dice pacientemente Kazan. (En ese momento ambos actores miran fíjamente a la càmara)
- Bien, vamos progresando. Ahora miraos el uno al otro- ordena Kazan.(Jimmy y Paul se vuelven bruscamente y se miran cara a cara. De pronto Jimmy intenta cazar con la mano algún insecto que revolotea y vuelven a sonar las risas apagadas. Kazan lleno de paciencia interroga.
- Paul, crees que Jimmy tiene suficiente encanto para atraer a las quinceañeras.
- No tengo idea- replica Paul- ¿Creen ustedes que él puede ser un sex-simbol? (vuelve a mirar a su compañero de arriba a abajo) Yo no suelo salir con chicos...pero si así fuera, bueno...tiene una buena presencia, seguro...seguro y pienso que es capaz de hacer un buen revuelo a su alrededor.
- Qué dices a ello, Jimmy. Crees que gustarás a las chicas.
- Seguro. Todo depende de que me gusten a mí....
Esta escena filmada fue un duelo mágico en el que dos potenciales figuras del cine se enfrentaban por el imaginario y futuro reino del Eden. Dean fue un príncipe, más que un rey, Newman sí fue un verdadero rey."Al Este del Eden" le llovieron los palos en Europa. La reciente delación de Kazan le pasó factura. Su pase por el festival de Cannes fue casi helado. Los críticos son proclives a confundir las churras con las merinas y si bien "Marty " de Mann era y sigue siendo un buen film, el de Kazan no le iba en zaga. Supongo que Ado Kyrou se comería más tarde su lapidaria crítica de Positif: "Es tan repugnante en su contenido como "La ley del silencio" y todavía peor realizado e interpretado".

Como todos vosotros sabeis "Al este del Eden" peli, está basada en la célebre novela de Steinbeck (cuya lectura aconsejo al cien por cien). Paul Osborn, el guionista, sólo utilizó la segunda parte de la extensa narración. En el libro asistimos al devenir de una doble saga familiar: los Hamilton y los Trask y su acción tiene lugar en un largo periodo de tiempo que va desde mediados de un siglo a un tercio del siguiente. Las figuras de dos patriarcas enfrentados, Samuel Hamilton, irlandés generoso y honrado y Adam Trask, un hombre de poco caràcter cuyos errores desencadenan sucesos problemáticos.
Creo que el buen criterio de Kazan y Osborn dio como resultado una película muy diferente al texto de Steinbeck y ésto es positivo ya que filmar todo el texto hubiera sido un despropósito. El propio Kazan dijo a este respecto : "Mi actuación con "Al Este del Edén" también fue muy deliberada. Acepté con alegría la sugerencia de Paul Osborn de que prescindiera de las dos terceras partes del libro y me limitara a narrar la historia de los hijos de Adam Trask. De esa forma la conectaba con la relación que yo había tenido con mi padre, que siempre habia preferido, o eso me parecía, a mi hermano pequeño, Sweet Abie, y nunca había superado el desengaño que yo le había causado. Realicé "Al este del Edén" como si fuera parte de mi autobiografía, de lo que no me arrepentí, ni me arrepiento".
Hay millones de cosas que se podràn decir de esta maravillosa película, pero esas serán tratadas en el capítulo correspondiente del realizador.

Sólo me resta decir que ví esta película por primera vez en una etapa decisiva de mi vida. Tenía sólo 18 años y luchaba por romper todos los lazos que me unían a los míos y al lugar de mi nacimiento.
Seguiremos hablando de otro año.


Monday, January 10, 2011

PAUSA INVERNAL

Queridos amigos, llega la primera pausa de este blog en este nuevo año que acaba de comenzar. Creo que ya he comentado que éste año mi movilidad hacia la península iba a ser muy frecuente, pues bien, durante un par de semanas estaré pisando el asfalto de los madriles y ausente de las pistas blogueras.
No sería sincero si dijera que lo siento. Mis viajes tienen un motivo gozoso y por tanto no me asustará subir al avión pensando en el frío peninsular. Eso sí, he tenido que hacer acopio de ropa invernal aprovechando las rebajas del cortinglés.
En fin amigos, enviadme los buenos deseos y hasta la vuelta un gran abrazote para todos.

Tuesday, January 4, 2011

EL TURCO QUE RECALO EN BROADWAY-PRIMERO

Despues de los fogonazos y resacas del año recien terminado es bueno que nos centremos y comencemos nuestra andadura por estos doce meses que se nos presentan tan blancos e inmaculados como un folio recien sacado de un paquete.
Tengo mucho que contaros, o ese espero al menos, y quiero empezar por hablaros de la vida y obra de un cineasta al que admiro por muchas de sus películas, sobretodo porque en algún momento de mi juventud muchas de las imágenes de sus historias calaron muy hondo en mi propio camino vivencial. Elia Kazan, en su vida y en su obra, será el protagonista de muchos de mis blog de este nuevo año.

Hoy podemos gozar al director de "Un tranvía llamado Deseo" gracias a un tal Avraam Elia Kazanjioglou, vulgarmente conocido como Joe, el tío de nuestro hombre y responsable de haber podido trasladar a aquella familia griega desde Turquía al West Side neoyorkino, donde el joven Elia nutrido por las lecturas de su madre desarrolló un deseo, trabado en su imaginación con las peripecias de los protagonistas de "La isla del tesoro" o "Los miserables".

Hay un hecho en la vida de Elia Kazan, que a pesar de su gravedad tuvo su lado positivo ya que supuso el punto de partida para una superación personal. Elia Kazan lo cuenta en su autobiografía.
El autor de "Al Este del Eden" cuenta que a los catorce años observó una hinchazón en su cuello, pero no le dió mayor importancia ya que comenzó a disminuir, pero ahí no acabó la cosa. Una mañana sintió un dolor muy fuerte en sus testículos que también comenzaron a inflamarse. El muchacho estaba terriblemente asustado, pero el pavor a contárselo a su madre era aun mayor. Con el padre ni se lo planteaba por temor al deprecio con el que éste le obsequiaría. El padre lo consideraba un blandengue.
El chico decidió aguantar a ver si la cosa mermaba....pero fue a peor. Lo único que se le ocurrió fue correr tres millas hacia la Biblioteca de la New Rochelle en busca de algun libro que pudiera informarle. Pero en 1924 no era fácil encontrar en un libro la respuesta a una enfermedad infecciosa llamada "Paperas".
El hombre no tuvo más remedio que claudicar cuando el escroto se le puso del tamaño de una enorme naranja. Se bajó los pantalones delante de su madre y con los ojos enrojecidos le pidió que hiciera algo por él.
Como consecuencia de aquella infección Kazan quedó inútil de un testículo. Pasó momentos desesperados y su único consuelo era buscar en las biografías de otros hombres desgracias similares o de otra índole. Así supo que Lord Byron tenía un pie deforme, que Somerset Maugham tartamudeaba o que Homero era ciego....entonces decidió enterrar su autocompasión y tratar de ligar con una tal Jacqueline que le traía loco. "¡Al fin y al cabo mis órganos sexuales, menos unos, siguen sanos!"- dijo y no volvió a lamentarse de su pasada enfermedad.

Elia comenzó a interesarse por el mundo de la interpretación gracias a su amigo Alan Baxter, quien había sido admitido en la Escuela de Arte Dramático de Yale. El futuro director trabajó fregando platos en una máquina y posteriormente como portero de la misma escuela y gracias a ese salario pudo pagarse sus estudios.
Un tal Alexander Dean fue su profesor de dirección. Este le enseñó al futuro director de "Explendor en la Hierba" que la dirección es un arte basado en la postura, la imagen y el movimiento. Segun Dean, la técnica era útil para dirigir a actores amateurs. Las posturas y movimientos realizados en el escenario contaban la historia.

En 1932 Elia Kazan entra en contacto con los componentes del Group Theatre. Quedó inmediatamente impresionado de la personalidad de Cheryl Crawford. Ella le presentó a Lee Strasberg y Harold Clurman, quienes ya tenían una experiencia considerable a sus espaldas. Kazan estaba absolutamente nervioso e inseguro sobre todo por la actitud de aquellos dos "chicos" que parecían querer intimidarle.
Tanto Strasberg como Clurman se cebaron con cierta complacencia en la timidez e inexperiencia del candidato, hasta el punto de que Strasberg le preguntó ya irritado: "Dinos de una jodida vez qué es lo que quieres¡". El futuro director harto de la aparente humillación a la que estaba sometido explotó: "Lo que quiero es tu puesto de trabajo"- e inmediatamente rectificó ante aquella supuesta falta de respeto- "....bueno, lo que quiero decir es que deseo ser director".
Posiblemente aquella respuesta en vez de resultar negativa para él fue el principio de una futura carrera. Pocos días después recibía una carta firmada por Cheryl Crwford en la que se le informaba que era aceptado como principiante en el segundo campamento de verano del Group Theatre.

El primer trabajo profesional de Elia fue como ayudante de director en una obra que se representaría en Nueva York titulada "The Pure in Heart". Crawford le informó que recibiría un salario de cincuenta dólares semanales. Según el propio Kazan, esta obra fue un fracaso desde el primer ensayo. La actitud tanto del director como la de los actores profesionales le descorazonó. El fantasma del fracaso fue tan real que la obra murió sin pena ni gloria a mitad del camino y Kazan temía volver al domicilio paterno con una sensación de fracaso a sus espaldas.
Afortunadamente y tras su matrimonio con Molly Day Thatcher, la carrera del futuro director de "La ley del silencio", subió enteros con la representación de la obra "Men in White" de Sidney Kingsley. Fue la primera obra de éxito del Group, y en ella Kazan intervino como director y en un pequeño papel. La obra conseguiría más tarde el premio Pulitzer.
Por esta época el director ya coqueteaba con ideas comunistas influenciado por la obra de Eisenstein él mismo lo dice en su autobiografía: "Algunos elementos de nuestra compañía creían que, aparte de la degradación del teatro de Broadway y del talento de Lee, había otras razones que daban cuenta de nuestro éxito. Después de todo, éramos los pioneros de la izquierda en nuestro campo, y nuestra hora había sonado. Esta obra no era, desdeluego, más que una forma de introducirnos con vistas a la temporada siguiente cuando empezaríamos a hacer obras que "dijeran algo". El Partido Comunista dejaría oír su voz en el Group".

Situémonos en los primeros años de la década de los treinta en la ciudad de Nueva York. Una ciudad asolada por el paro y la pobreza y con una abismal diferencias de clases. La izquierda había calado en una élite intelectual joven y emprendedora que desde los foros populares podía concienciar a los obreros y a las masas desamparadas. Surgieron compañías como el Theatre Colective, el Theatre Union y el Theatre of Action, colectivos que imitaban la ideología que se había cimentado en la idea del teatro ruso. La mayoría de estos locales se situaban al sur de la calle Catorce, línea divisoria de la ciudad entre la burguesía y el pueblo radicalizado. Naturalmente Elia Kazan trabajó y militó en estos grupos, especialmente en el Theatre of Action. Los actores, todos ellos jóvenes en su mayoría judíos, eran aficionados y formaban colectivos en un edificio en el Lower East Side. Kazan se sintió impresionado por aquella unión y entusiasmo. Pensaba que allí estaba la verdadera idea del teatro colectivo llevada a la práctica.

El flamante "romántico comunista" inició un periplo en aquella época que lo llevó desde Nueva York al estado de la Estrella Solitaria: Texas. Naturalmente aquellos 3.ooo kilómetros los hizo a dedo (tal como lo hacía la clase obrera por aquellos días). Se enriqueció con las conversaciones de los camioneros, las camareras de los tugurios de carretera hasta adoptar el acento del pueblo llano. Ofreció su mano para cavar pozos, manejó herramientas que antes jamás había tocado y tiró de cuerdas como un animal. Según él "Estaba viviendo la vida, la "verdadera" vida".

Al regreso de su periplo vital, Kazan se sumerge de lleno en el teatro comprometido. Establece amistad con Melvin Levy y Clifford Odets, cuya obra "Waiting for Lefty" fue la primera del autor que consiguió un éxito clamaroso. Kazan cuenta la emoción que sintió cuando al terminar la función el público vitoreaba y aplaudía con pasión. El que se encontraba entre el público sintió por primera vez que era alguien en el Group Theatre: " Mi aparición supuso una verdadera sorpresa para el público. Mi imagen no era conocida en el mundo del teatro. No se me recordaba por mi participación en ninguna de las producciones del Grop, en las que pasaba desapercibido. Parecía un tipo de la calle, un verdadero taxista. Las personas que ocupaban las localidades baratas del anfiteatro eran las que más aplaudían. Su entusiasmo se precipitaba sobre mí como las cataratas del Niágara. Nunca, ni antes ni despues, he visto nada semejante en un teatro. Aquello hizo historia".

Tras el estallido de la Gran Guerra aquellos dorados años de militancia izquierdista pasaron a la historia de las "aventuras románticas soñadoras" Kazan, aun conservando su ideología liberal y progresista siguió su ascenso en el mundo teatral de Broadway. Era el "wonder boy" de las tablas neoyorkinas, de manera que el soplo de Hollywood era sólo cuestión de tiempo. Y así fue como Elia Kazan dió el salto a la costa oeste y daba su primera vuelta de manivela dando lugar a su epifanía en la gran pantalla.
Intentaremos seguir contando esta historia en capítulos sucesivos, donde daremos cuenta de "A Tree Grows in Brooklyn", titulada en España "Lazos humanos", y las primeras peripecias y aventuras de Eliz Kazan en el Hollywood de 1945.