Monday, August 31, 2009

CARTELES PARA LA DESPEDIDA DE AGOSTO

La ciudad(Metrópolis es tan maja que no me he resistido a ponerla para ilustrar mi entrada) vuelve a recuperar su ritmo. Pocos son los privilegiados que aún continúan en vacaciones. Todos sentimos que un verano, tal vez vivido intensamente, ha finalizado. Los que más, retornamos al trabajo con el agobio de su ceremonia rutinaria. Volvemos a ver a los amigos, que también han cambiado algo. El paréntesis se ha terminado....Es así, así fué siempre, y así será.


Esta coleccion os va a sorprender, si no la conoceis. Se trata de la propaganda, pintada a mano de un cineclub (de los de hace veinte años, y de los que nadie se acuerda) ubicado en Ghana. El estilo de los artistas es absolutamente naïf, y lo raro es que todos los carteles son de pelis violentas o de terror, incluída una de James Bond cuya muestra es la siguiente.

Es genial. Nada de actores, nada de productora....solo "lovers teshie club", me imagino que será el nombre del famoso video club, que por supuesto solo tiene productos VHS.

¿Os imaginais si el pobre Arnaldo viese esta maravillosa reproducción de "Terminator Dos". Me asalta una duda que espero me resolvais con vuestras agudas respuestas ¿Qué diablos pinta ese corazoncito en la O del título? ¿Y las facciones suavizadas del mozo?....Digo yo.
Tremendo, ¿verdad?....pero me da a mi que se han confundido con los masacradores de Texas. Lo digo por lo de la sierra mecánica, pero no me hagais caso porque este "Postergeis Dos" no lo he visto.

Y puestos a terror, terror, pues vamos a ver a los canívales en su propia salsa...¡dios nos libre que sea la nuestra!. Aunque a decir verdad, los hombres están a lo suyo, como muy naturales y tal. Al fin y al cabo se trata de su almuerzo. Tampoco hay para tanto.


Qué me dicen del pobre chucho. Con lo que a mí me gustan los perrillos y lo mansito que parece este, desde luego el calificativo de "The killer dog" no le va en absoluto.


Bueno qué me dicen de la enana. El artista derramó todos su terrorífico talento sobre la Dolly.


Y finalmente, ya en otra onda artística el cartel de una peli, que ya ilustré con otro poster de gran calidad, "Cuentos de Terror" del maestro Corman. Ni me imagino lo que hubieran pintado los del video club de Ghana.
En fin, pónganse ustedes las pilas, y vamos a enfilar una nueva temporada cinéfila. Comentemos el cine que nos fascina, contemos las curiosidades y anécdotas que todos queríamos saber y pongamos una nota de humor y de optimismo siempre que haya ocasión para ello.

Thursday, August 27, 2009

CUARTETO PARA CUERDA EN DO MENOR


El cuarteto para cuerda en do menor de Schubert es también conocido como "La muerte y la doncella", que a su vez está basado en un lied titulado de la misma forma y escrito por el propio músico. Su traducción del alemán sería más o menos así:

LA DONCELLA
¡No vengas a por mí!¡Oh, no vengas a mí!
Vete, fiero esqueleto
Aun sigo siendo joven, ¡vete, te digo!
No me toques.

LA MUERTE
Dame tu mano, hermosa y tierna joven,
Soy un amigo y no vengo a castigarte
Vamos a gozar juntos porque no soy tan fiero.
Podrás dormir dulcemente sobre mi hombro.

La música de este lied y su trasposición a cuarteto de cuerda sirvieron de inspiración al escritor chileno-americano Vladimiro Ariel Dorfman para escribir su notable pieza de teatro "La muerte y la doncella". El escritor, que había formado parte del Gobierno de Salvador Allende, tuvo que partir hacia el exilio. Tras tener noticias de toda la represión sangrienta del miserable general Pinochet, Ariel finaliza en 1990 su obra teatral, que estrena en el Royal Court Theatre de Londres. Debido al éxito clamoroso el montaje se traslada al West End y de ahí a Broadway en 1992 con Glenn Close como protagonista.
Ocurría un hecho curioso en Nueva York. La escena en la que Paulina Escobar ejecuta su venganza inmovilizando al Doctor Miranda tras tumbarle de un porrazo, todo el público se solidarizaba con la heroína y se ponía fervorosamente en pie aplaudiendo.

Cuando Ariel Dorfman supo que su obra iba a ser llevada al cine y que su director iba a ser Roman Polanski no tuvo reparo alguno en declarar que estaba satisfecho y que sabía que Polanski iba a hacer una extraordinaria versión cinematográfica.
El guión comenzó a gestionarlo el propio Dorfman, con las sugerencias de Polanski. Más tarde se unió Rafael Yglesias. Dorfman le sugirió a Polanski que cambiase el final, a lo que el director accedió. Me abstengo de comentar este cambio por si alguien no ha visto esta pelicula, que disfrute de esa bella escena.

La acción arranca en una casa de aspecto siniestro situada al borde un acantilado (creo no estar equivocado en que estos exteriores se rodaron en algún lugar de la costa española). Gerardo (Stuart Wilson) el marido de Paulina(Sigourney Weaver) llega a la casa con el aparentemente bondadoso doctor Miranda (Ben Kingsley) al que se le ha averiado su coche. Como se ha desatado una gran tormenta Gerardo le ofrece refugio, pero cuando desde la estancia contigua Paulina oye la voz del doctor tiene el convencimiento de que Miranda es el hombre que quince años atrás le dió tortura con electrodos y la violó repetidas veces. Pero, ¿está Paulina en lo cierto?

Polanski fue muy fiel a la obra original y prescindió muy inteligentemente de los flasback a los que el relato era proclive. El polaco, como siempre, muestra una seguridad y un pulso admirable a todo lo largo del rodaje culminando en la escena final de la sala de conciertos. No tengo reparo alguno en afirmar que solo un director europeo es capaz de tener la sensibilidad especial para filmar una pieza siguiendo la estructura de una partitura musical, que en este caso concreto es naturalmente el cuarteto de Schubert.

La película se estrenó en diciembre de 1994. No fue un crack en taquilla pero dió sus ganancias a los productores. Tanto público como crítica reprochó al director su casi completa fidelidad a la obra original. Tampoco quiso desmadrar (cosa a la que se prestaba) al personaje de Paulina, que en el film está mucho más contenido. La Weaver hizo una magnífica Paulina, aunque en ocasiones nos da la sensación de estar viendo a la teniente Ripley, cosa por otra parte lógica porque el doctor Miranda puede que no sea demasiado humano.






Al margen de lo cinematográfico y dado que la pieza en la que se basa esta película es del escritor Ariel Dorfmann doy algunos datos de su obra, bastante extensa, y por desgracia casi desconocida en España.
Ariel es un escritor muy comprometido que ha sido profesor de literatura iberoamericana en universidades como la de Chile, Amsterdan, La Sorbonne, Y Maryland. Sus obras de ensayo son un alegato lúcido en contra de la opresión y teoriza sobre la dependencia de los pueblos, el subdesarrollo y las revoluciones.



Es interesantísimo su ensayo, concebido como un manual de descolonización, "Para leer al Pato Donald" en el que deconstruye la ideología imperialista de los EEUU. Otro ensayo tremendo es "Reader's nuestro que estás en la tierra", en el que estudia las conexiones entre la cultura popular y las ideologías.
Muchos de nosotros hemos podido leer a este hombre en varias de sus colaboraciones en el periódico "El Pais" y desgraciadamente hay que acudir a Amazon para conseguir alguno de sus libros (en inglés y en español).
Junto con su hijo Rodrigo y Joaquín ha llevado a cabo varios proyectos fílmicos, incluida la adaptación de su novela "La terapia de Blake".
Actualmente es miembro de L'Académie Universelle des Cultures, en París y de American Academy of Arts and Sciences.

Wednesday, August 26, 2009

A LA BUSQUEDA DEL FARAON

En 1964, Polonia decide echar la casa por la ventana cinematográfica y se embarca en el proyecto más caro, ambicioso , elaborado y probablemente, para la fecha, también el más caro de toda la industria europea: "Faraón". Para hacernos una idea aproximada si se hubiese rodado en Hollywood esta película hubiera costado más de quince millones de dólares, lo cual era una cifra más que respetable. Diez años antes "Los Diez Mandamientos" costó 13 millones. Esta espectacular y gigantesca producción rodada en 70 mm. fue encomendada al prestigioso director Jerzy Kawalerowicz, que ya tenía una gran reputación con la buena acogida que tuvo su anterior film: "Madre Juana de los Angeles".

"Faraón" comienza a fraguarse en 1961, cuando Kawalerowicz baraja la idea de de hacer un film dividido en dos partes: "Faraón" y "Muerte de un faraón", idea basada en la clásica novela polaca de Boleslaw Prus. El director escribe el guión con la colaboración de Tedeusz Konwicki y con el vistobueno del gobierno busca localizaciones en Uzbekistan y Egipto .Todas las instalaciones de los estudios Lodz de Polonia se ponen a la disposición del director.

Dos mil soldados se pusieron a las òrdenes de Kawalerowicz, durante cinco mes, en el desierto de Kisil Kim. El director quería autenticidad en todo lo que aparecería en el film y para ello se usaron con indudablemente acierto las pirámides de Giza, las ruinas del tempo de Amòn, el templo de Karnak y la puerta de los reyes, cerca de Luxor. También se utilizaron tres egiptólogos para verificar la exactitud de cada una de las escenas en relación con la historia del antiguo Egipto.

Para aquellos curiosos de las cifras hay que decir que se usaron 2000 metros cúbicos de madera de construcción procedente de los bosques siberianos, transportados a través de dos mil cuatro cientos kilometros hasta el set de rodaje. Se repartieron entre los extras 6.000 uniformes, 700 arcos complementados con 1300 flechas, 4oo catapultas con 2.000 piedras para lanzar y etc etc..para no cansar. Los extras consumían diariamente 10.000 botellas de bebidas varias, obviamente ninguna alcohólica.....of course estaban en el desierto los pobres, obligados por el gobierno soviético, porque ellos no tenían la compensación económica que Hollywood pagaba a sus extras.

"Faraon" se estrenó el mismo año que "Alfie", "Un Hombre para la eternidad", "Quien teme a Virginia Woolf?", "Blow Up"....y compitió a la categoría de mejor película extranjera con : "Los amores de una rubia"-Milos Forman; "La Batalla de Argel"-Gillo Pontecorvo; "Un hombre y una mujer"-Claude Lelouch y "Tres"-Alexander Petrovich. El oscar se lo llevó Claude Lelouch. En mi particular opinión se lo hubiera debido llevar "Faraón" o "La Batalla de ARgel", pero ya se sabe lo que son los premios.

La película lastró desde el mismo día de su estreno dos puntos fundamentales. La duración era excesiva, nada menos que tres horas. El segundo la minuciosidad y el rigor de la historia en detrimento de una acción màs leve y entretenida. El público de entonces no estaba para ejercicios cinematográficos cultos, demandaba historias, mientras más entretenidas mejor.....bueno eso ocurre hoy, para qué engañarnos.

Si analizamos bajo el punto de vista actual el film de Kawalerowicz, nos encontramos con una perfecta y bien sincronizada pìeza cinematográfica que se aleja de las delirantes fantasías filmadas por Hollywood, como por ejemplo "Cleopatra" (cualquiera de ellas), "Los Diez Mandamientos" o "Tierra de Faraones". En "Faraón" vemos autenticidad por todas partes y la reconstrucción del período no ha sido igualada hasta la fecha. Nunca tenemos la sensación de que los personajes están actuando. Tanto el vestuario como la decoración son absolutamente perfectos.
El verdadero problema, en mi opinión, es que el director estaba absolutamente mediatizado por las condiciones políticas de la época y del regimen prosoviético de Polonia y margina los sentimientos humanos de los personajes en favor de los temas sociales y las pasiones políticas. Naturalmente esto no nubla el perfecto hacer directivo del polaco y la absoluta belleza de las imágenes.

El tema de la película se centra en el enfrentamiento entre el joven faraón Ramsés XIII y el poder de la clase sacerdotal. Toda la trama es endiabladamente compleja y se necesita una capacidad de concentración más allá de la que se presta a cualquier film histórico. Hay demasiadas ramificaciones e intrigas que pueden escaparse al espectador poco avisado.



Faraón es un film que todo cinéfilo debe de ver. Al día de hoy y gracias a las excelentes copias en DVD se puede gozar en la intimidad del hogar con toda tranquilidad y concentración. A esta película le ha pasado igual que a la civilización egipcia, el tiempo le ha devuelto su explendor originario.

Kawalerowicz es un más que interesante director que no ha gozado de la popularidad que han obtenido otros colegas contemporáneos de otros paises. Naturalmente su problema siempre fue el gobierno soviético y la censura que esta desdichada forma política aplicaba a la gente de talento. Kawalerowicz consiguió sortear muchas de las presiones, pero tuvo que filmar mucha basura propagandística, pero en su carrera, aparte de "Faraón" está la maravillosa "Madre Juana de los Angeles", entre otras. Esto sin olvidar el apoyo que ofreció a muchos cineastas jóvenes como Andrzej Wajda o Tadeusz Konwicki.

Monday, August 24, 2009

TEJEMANEJES CON EL DEMONIO


El 20 de Enero de 1968 fue un día memorable para toda la gente guapa de Londres. Todo el Swinging London habia convocado a la marea de los "vulgares" que como plaga de langosta se desplegaron por toda Chelsea para recoger los resplandores que despedían dos de las figuras más populares del espectáculo de aquel entonces: Sharon Tate y Roman Polanski.
Los miles de afectados por las huelgas, aquellos londonitas que solo veían una triste televisión en blanco y negro, alquilada obviamente, ponían los ojos en blanco ante aquellos coches psicodèlicos y veían pasar a los "millonarios ocasionales" bien vestidos, jóvenes y hermosos que engullían toda clase de ácidos para ver aun más en tecnicolor sus afortunadas vidas.

La historia del total encumbramiento de Polanski y el principio de su tragedia personal comenzaba ese mismo año. Año en el que se hizo cargo de la más famosa de sus película "Rosemary's Baby".

El director polaco, quería tomarse unas vacaciones tras el exitoso estreno de "El baile de los vampiros" cuando el director general de producción de la Paramount, Robert Evans, le llamó para que leyera un libro que acababa de publicarse y que tal vez merecía la pena.
La otrora famosa Paramount Pictures no se encontraba precisamente en el mejor momento de su mítica existencia. Por aquel entonces y en manos de un magnate del petróleo, que apenas sabía lo que era una película, se encontraba al borde de la quiebra y en uno de los últimos puestos entre los nueve estudios más importantes de Hollywood.

Cuando Evans leyó el libro de Ira Levin pensó que él único que podría llevarlo a buen término sería el "pequeño polaco". Naturalmente Polanski se sintió fascinado por una historia en la que el "diablo se folla a una chica", y aceptó inmediatamente el reto.
En principio se fijó un presupuesto de 1.9 millones de dólares de los cuales 150.000 serían para el polaco. Este, con el libro en la mano se trasladó a su casa de Londres donde con la ayuda de una secretaria que escribía a máquina completó un guión de cerca de trescientas páginas.

Todos sabemos de qué va la historia de "La semilla del diablo". Una chica joven y frágil (en la novela es todo lo contrario) se instala en su nuevo piso en el edificio Bramford (el Dakota Building) de Nueva York junto con su marido, actor del off -broadway, que aspira a un papel protagonista en las tablas de un céntrico teatro. Rosemary ( Mia Farrow) y Guy (John Cassavettes) forman una pareja joven y feliz que incluso entra dentro de sus planes tener un hijo.
Ese principio optimista se oscurece muy pronto. En la vida de la pareja aparecen unos extraños vecinos, de edad mediana, que se interesan vivamente por la carrera de Guy, quien debido a la repentina ceguera de un actor rival consigue el ansiado papel de su vida. Por las noches se oyen extraños rezos desasosegantes y una de las vecinas se suicida precipitándose por la ventana.
Despues de una pesadilla Rosemary comienza a sentir que algo late dentro de su vientre. Entra en escena un médico, el doctor Sapirstein, recomendado por los vecinos. Este demoníaco personaje envuelve a Rosemary con sus extraños consejos y cuando ella da a luz, este mismo doctor le dice a la atribulada madre que el niño ha muerto en el parto.
Cuando en la escena final Rosemary logra entrar en el conciliabulo de brujos descubre la cuna negra de su hijo. Se acerca a ella y cuando ve a la criatura se tapa la boca con las manos para ahogar un grito.

A finales de 1967 Polanski se instaló en Santa Mónica y buscó a los actores adecuados. Para Rosemary se barajaron los nombres de Jane Fonda, Patty Duke (El milagro de Anna Sullivan) y Goldie Hawn. Sorprendentemente Polanski no seleccionó a su prometida Sharon Tate, que había sido protagonista en "El baile de los vampiros".
Evans le enseñó al director algunos de los capítulos de la serie de televisión "Peyton Place", un culebron basado en la exitosa novela de Grace Metalious y cuya protagonista era la joven Mia Farrow. A Polanski le atrajo el encanto etéreo de la joven y aceptó probarla. No hizo falta mucho para convencer al polaco de que Mia era la Rosemary perfecta.

Para el personaje de Guy se presentaron Jack Nicholson, Warren Beatty y Robert Redford. Está claro que estos dos últimos eran demasiado bonitos para el papel. Tal vez Nicholson con su expresión característica hubiera sido un buen Guy, pero el papel se lo llevó John Cassavettes que consiguió transmitir al personaje un aire satánico perfecto.


Polanski no solía comunicar bien con Cassavetes, que tambien dirigía. Las películas de éste no tenían gran éxito popular, pero era muy valoradas por los críticos y por una determinada élite de público que gozaba de la pareja Cassavetes Gena Rowland en película tales como "Una mujer bajo influencia", "Gloria" o "Sombras".

Pero el gran protagonista de la película es el edificio Dakota de Nueva York, ubicado en la esquina de la calle 72 W con Central Park. Naturalmente su sombrío y siniestro interior fue recreado minuciosamente en un plató de Los Angeles.

Polanski se volcó en el rodaje. Parecía un duendecillo exigente que era capaz de interpretar todos y cada uno de los papeles de los personajes para exigir de ellos todo lo mejor. Era obsesivo con las tomas, que repetía una y otra vez. Rodando exteriores en Nueva York, en una escena en la que Mia Farrow con aspecto de mujer embarazada busca desesperadamente un teléfono huyendo del diabólico doctor que la atiende, tenía que cruzar una calle, muy transitada por los coches. Polanski le dijo que cruzara sin esperar a que el semáforo se pusiese en verde. La actriz le contestó aterrada que no podía hacer tal cosa, pero el "cabroncete" de Polanski le contestó que no se preocupara, que nadie sería capaz de atropellar a una mujer embarazada. Los que no estábamos allí no sabemos si Mía Farrow le hizo caso al director.

La película se disparó un poco sobre el presupuesto inicial, pero las ganancias se multiplicaron astronómicamente, porque de los dos millones trescientos mil dólares que fue el costo final los resultados alcanzaron a los casi ciento veinte millones.

El estreno de "Rosemary's Baby" tuvo lugar el día 12 de Junio de 1968. Las colas para adquirir las entradas eran kilomètricas tanto en Londres como en Los Angeles o Nueva York. El eslogan de la publicidad era absolutamente ingenioso: "!Recen por el hijo de Rosemary!".
La atmósfera política de América estaba turbia y revuelta. Solo cinco días antes el senador Robert Kennedy habçia caído abatido por las balas de Sirhan y las protestas por la guerra de Vietnam se extendía como una mancha de aceite por todo el pais. Pero la peor nube negra aun no había asomado al horizonte del director polaco. Sería en agosto del año siguiente cuando la matanza de Cielo Drive marcaría para siempre la vida de Roman Polanski.

Thursday, August 20, 2009

DE LA VIDA, DEL TIEMPO QUE PASA Y DE MUCHAS COSAS MAS






Aviso a los amables lectores que pasen por esta página que hoy no voy a escribir sobre cine, al menos de forma directa. Me apetece contaros una historia. Ya se que a veces pecamos de plastas con este tipo de cosas pero ¡al cuerno!, escribiré el cuento y si os place mejor para todos.

Lo cierto es que esta historia ocurrió en realidad hace algunos años. Para más señas comenzó en un lugar muy concreto de Londres cercano a la estación de Paddington. Allí en Spring St. existía un pequeño restaurante donde un buen amigo trabajaba de camarero. Yo andaba superando un grave bache vital, y había conseguido un empleo más que aceptable en el Hotel Paddington British Railways. Cuando acababa mi faena a las cuatro de la tarde solía pasarme por el establecimiento de mi amigo. Sobre esa hora él también acababa la faena y solíamos sentarnos y cambiar impresiones mientras nos deleitábamos con una de las mejores aple pie de Londres, y alguna birrita.

Un día este amigo me propuso acompañarle al Albert y Victoria Museum, porque había venido su hermana de Canarias para pasar un mes de vacaciones y como no tenía tiempo de atenderla "la he botado allí" me dijo con sorna.
- No me jodas, Juan, estoy cansado como un perro y lo menos que me apetece ahora es conocer a la pueblerina de tu hermana.
- Venga hombre, aunque sea por los postres que te largo y que no pagas , bien puedes hacerme el favor de entreterla un poco. Todo sea por los amigos ¿o no?

Un poco molesto por el chantaje acompañé a mi amigo. Juan se había comprado un viejo Ford amarillo y al menos me pude repantigar a gusto mientras liaba un canuto. Por aquella fecha yo era muy indolente en mi aspecto exterior y cualquier persona decente se hubiera apartado discretamente de mi lado.








Cuando llegamos al Albert y Victoria yo me quedé alucinado. En la puerta nos esperaba una preciosa muchacha. Su melena negrísima hacía contraste con un vaporoso vestido blanco. Nos sonreía abiertamente al tiempo que agitaba uno de sus brazos en ademán de saludo. Se había descalzado (era un caluroso día de finales de Mayo) y su aspecto natural y desenfadado me dejó descolocado. Lola no era una pueblerina, ni mucho menos, sino una maravillosa criatura que de golpe se pegó a mi corazón de forma irreversible.

Mi amigo Juan quedó totalmente relegado del cuidado de su hermanita vacacional. Yo, muy gustosamente tomé el relevo, para preocupación de él, que me conocía muy bien. Lola y yo iniciamos unas relaciones muy precoces (Bergman tuvo la culpa) y cuando quedaban muy pocos días para que a ella se le cumplieran las vacaciones (aunque le habían dado permiso en inmigración para quedarse tres meses) le comunicamos a su hermano que Lola no volvería a Canarias.
A Juan no pareció gustarle la idea. Su familia era muy conservadora y podría haber un conflicto muy grave. Nos aconsejó que pensáramos en lo que nos metíamos, pero sobre todo a mí me dió una advertencia muy seria. Si comprometía a su hermana y la colocaba en un callejón sin salida lo pagaría muy caro (el aviso me olió a honor siciliano, por aquello de las islas, que yo no conocía).




Afortunadamente, creo que los dioses velaban por nosotros, la familia encajó más o menos bien que su hija hubiera encontrado un novio en Londres, pero no se fiaban de todo lo que les decía su hijo Juan y querían saber sobre el supuesto galán.
Hacia los dos meses Lola y yo formábamos pareja, ubicados en mi parte del flat que Nigel me tenía cedido en Brixton. Y por aquella fecha se recibió una embajada procedente de Ingenio. Era un maestro, profesor de inglés que había venido en viaje de estudios a Londres. La madre de Lola, que conocía al dichoso maestro, le suplicó que por favor recabara información de todo lo que estaba ocurriendo entre su hija y yo.
No podíamos seguir fingiendo porque aquel tipo nos cogió prácticamente infraganti, así que le rogamos que no dijera nada a los padres de Lola. El hombre, muy comprensivo, nos prometió dar solo buenos informes.

Sin preocuparnos de nada ni de nadie Lola y yo vivíamos nuestro romance veraniego con toda la plenitud de la estación. Incluso nos mudamos a un flat propio para los dos, a pesar de las insistencias de Nigel , que no le importaba que siguiéramos viviendo en su casa. Hoy, al cabo de los años, pienso cómo pudieron irnos tan bien las cosas, porque ciertamente estábamos cometiendo una verdadera locura, pero a veces para ser feliz en la vida hay que ser un poco loco.
¡Y decidimos casarnos!. No me pregunteis cómo sólo a los tres meses de habernos conocido surgió esa idea , pero salió bien empitonada. Bien es verdad que yo estaba en la treintena (la edad de la razón, más o menos), pero no había un proyecto claro de futuro. Mi situación en Londres era estable, porque justamente por aquellos días había adquirido el status de "ciudadano británico", pero no estaba para tirar voladores y la situación de Lola rozaba la ilegalidad y estaba pisando sobre cristales.
Decidimos saltarnos todos los obstáculos del mundo y empezar desde cero. Ella rompió con un novio que tenía en Canarias, avisó en su trabajo que no volvería y dejó a su familia de piedra cuando les comunicó nuestra próxima boda.
La primera pregunta que le hizo su madre iba acompañada de un angustioso interrogante: "¿Estás embarazada, hija mía?". No era ese el motivo de nuestra boda, os lo puedo asegurar.

La cuestión era que yo no quería casarme por la iglesia. Sobre ese punto no cabía discusión posible y a fe mía que no la hubo. Lola aceptó sin la más mínima pega. Fijamos la fecha para el día 24 de Agosto, día de mi cumpleaños. Pero como aquel año esa fecha caía en domingo y no abrían los juzgados decidimos que sería el sábado día 23.
Nuestros testigos serían mi buena amiga Yolanda y Juan el hermano de Lola. Nigel y John irían en calidad de comparsas y John haría al mismo tiempo las correspondientes fotos.
El sábado nos levantamos temprano. Lola se vistió con un vestido largo negro que habíamos comprado en una tienda en Kensington por quince libras. Yo le pedí prestado a Nigel un traje blanco. Me quedaba un pelín grande pero me gustaba mucho. Como vivíamos en Vauxhall nos montamos en la guagua que nos llevaba a Taybridge Road, donde nos esperaban los testigos y acompañantes. De allí partimos en un Audi y en el Ford de Juan hacia Wandsworth Town Hall. Yolanda le regaló a Lola un ramo de claveles multicolores.
Cuando llegamos al juzgado, a John se le ocurrió preguntar si teníamos preparados los anillos.
- ¿Qué anillos? -pregunté yo sorprendido.
- Pues los anillos de compromiso, of course. -contestó John
- Yo pensé que esos cacharros se usaban solo en las bodas religiosas. -expliqué yo con ingenuidad.
Todos nos quedamos sin saber qué hacer. Yolanda, que era muy dispuesta para estas ocasiones encontró la solución.
- Venga, los míos valen para la ocasión. Despues ya tendreis ocasión de compraros los vuestros (Conservamos dos anillos de plata muy finitos que nos costaron 50 peniques)
Uno de los anillos era una serpiente entrelazada y el otro era su propio anillo de boda de Yolanda.

Cuando una hora despues el juez mandaba traer los anillos, ceremoniosamente colocados en un cojincito de terciopelo rojo y portados por un ujier ataviado con peluca, el magistrado, sin perder su compostura inglesa no pudo evitar un leve respingo cuando ojeó uno de ellos. Naturalmente el de la serpiente, que dificilmente entró en mi dedo hasta la mitad.


Nuestro festín de boda se celebró en el salón del 14 de Thorpack Rd. y sólo asistieron quince buenos amigos. Ocurrió un pequeño desastre. El hijo de John y Yolanda, el pequeño Jo no tuvo otra ocurrencia que abrir la cámara fotográfica de su padre y velar todas las fotografías de nuestra boda. Sólo se salvaron tres o cuatro de Lola, como esa tan bonita de arriba.

La crónica del evento terminaría aquí.......pero hubo una pequeña continuación.
Los padres y familiares de Lola exigían una boda religiosa, porque una boda civil era papel mojado. Hasta el cura del pueblo de Ingenio bramaba por santificar nuestra unión. Para más inri en la embajada española en Londres nos dijeron que el documento que acreditaba nuestra boda civil era válido para tramitar nuestro libro de familia, pero había una condicion indispensable. Dado que no había ceremonia católica tendríamos que hacer una especie de "adjuración" delante de testigos como que renunciabamos a la fe católica. ¡Increíble!

Tanto Lola como yo decidimos claudicar y hacer una pantomima. Un mes más tarde, el 21 de Septiembre, contraíamos matrimonio, como dios manda, en la iglesia de San Francisco del distrito de Vauxhall. A pesar de que era domingo tenía turno de siete a doce en el hotel. Pedí permiso al cheff para marcharme una hora antes y allí mismo en los vestuarios cambié mi traje de cocinero por el traje de boda y oliendo a fogones me trasladé a la iglesia donde esperaba Lola con los padrinos. Aquí si hubo documento gráfico.


Pero las fotos no sirvieron para que el personal constatara que se había celebrado una boda "legal". El nuevo traje de boda parecía acusar cierto embarazo. Lo cual no era cierto, porque nuestra primera hija nació 20 meses después. No obstante mi suegra no enseñó aquellas fotos a la familia. Aquel domingo no hubo propiamente celebración. Nos fuimos a casa y por la tarde subimos a Picadilly Circus, porque en un cine cercano a la zona proyectaban "El último tango en París".........Veis como al final siempre hablamos de cine. Pues eso.



Este evento, el de nuestra boda civil, celebrada el 23 de Agosto, es la efemérides que celebramos este fin de semana, junto con nuestros dos hijos y los correspondientes arrimados. Seguidamente, solo un día despues será mi cumple. No estoy muy seguro de entrar ahora en la edad de la razón, pero levantare mi copa por todos vosotros, para que sigamos hablando de cine y de la vida durante mucho tiempo.

Tuesday, August 18, 2009

IT WASN'T A WONDERFUL WORLD


Los muchachos de "Mad Men", esa estupenda serie que pronto veremos en su tercera temporada, no tenían traba alguna para promocionar el tabaco. Nada de pavorosas imágenes y de leyendas terribles; muy al contrario, el tabaco era un producto tan placentero y tan sano que el bueno de Ronald Reagan, cuando ni se olía la Casa Blanca, enviaba a sus amigos sendos paquetes de Chesterfield.
Pero la galería que os quiero mostrar (gracias a http://wellmedicated.com) tiene otras joyas impagables.
Naturalmente los doctores no se andaban con chiquitas y recetaban a sus pacientes lo que ellos consumían. Nada de cáncer, nada de otras enfermedades crónicas. Camel era recomendable hasta para conservar un aspecto maravilloso.

No solo era recomendable para la salud, el respetable y heroico doctor lo recomendaba para la moral. Me he machacado las meninges y no logro adivinar a qué moral se referian. Supongo que no se referirían a la moral de los fabricantes.

Pero miren, miren, la cosa tenía bemoles. "Creo que voy a probar uno", ¡joder, vaya con la viejita viciosa¡.....No, no, estos chicos no tenían freno alguno. Pero no solo utilizaban a las abuelitas venerables, no. También se atrevían con los niños.

Miren que cuadro tan encantador. Con razón aquí, el chiquitín, le robó a su padre un par de ideales en su tierna edad. Era el poder de la publicidad y el ejemplo. Si mi padre que es tan churri le da al tabaco es porque tiene que ser algo bueno. Y claro, luego pasaba lo que pasaba.


Bueno, bueno, esto no tiene precio. ¿Os suena el nombre? ¡¡CIGARLET, único y especial para coloured people del profundo Sur!! Y yo me pregunto ¿Los negros no podían fumar Camel o Chesterfield?......Nsoluto!...esos productos eran únicamente para los WASP. Ale negro, tú te fumas un cigarlet y vas que chutas.


Y aquí tenemos al Hombre, con mayúsculas. El gran Duke que llevaba fumando 24 años Camel. Así le fue al pobre. Se lo llevó un càncer de laringe. Lamentable.


Este cartel me pone confuso.¿ Realmente los cartelistas mexicanos están anunciando el tabaco Belmont o subrepticiamente algún tipo de energético masculino?


Decididamente los muchachos "mad" se pintaban solos para pintar la vida en technicolor y conocían más que bien el oficio. No era ni mucho menos un mundo maravilloso el de los sesenta, pero, ¿ acaso lo es esta primera década del siglo XXI?







Monday, August 17, 2009

LOS CIELOS DE MI CASA


Si me permitís os voy a invitar a los cielos que se divisan desde mi casa en las cuatro estaciones del año. Este arranque sentimental va por el rollo de que esta semana, aquí el interfecto, celebrará varias cosas importantes. La primera de todas un (afortunadamente) gozoso aniversario de bodas (si se me ocurre hasta puede ser que os cuente los azorosos entresijos de ese acontencimiento). El segundo acontecimiento, mi cumpleaños ( no se si revelaros la pila de días acumulados hasta la fecha). La tercera cosa importante es que mi permanencia en la blogería persiste contra viento y marea y mis paridas blogeras rozarán los doscientos posts.
¿No os parece que todo eso merece celebrarse?


Esta es la segunda vista tomada una calurosa tarde de verano. No es una buena foto, pero me gusta ese cielo.




Esta otra es un arcoiris de otoño aquí iría muy bien "somewhere over the rainbow".......




Y por fin el invierno. Pero no penseis que esas nubes suelen molestar mucho. Hasta es posible que un día de invierno sea tan apacible como un día de primavera.
En fin este post intrascendente es un mero paréntesis con el cual quiero haceros partícipes de lo que os anunciaba al principio.
Probablemente este pueblo llamado Ingenio, no es el más bonito de España y puede que mi casa no sea una preciosidad pero os aseguro que jamás haré lo que el viejito de Up. No habría globos en el mundo que elevaran mi casa. Tiene unos cimientos hechos con un gran amor a la vida, a la tierra, y a las cosas que me rodean, así que amigos míos, como de momento no pienso partir hacia el más allá (espero que mi salud de hierro me responda) tanto yo, como mi compañera os abrimos esos cielos para que los compartais con nosotros cuando querais.







Wednesday, August 12, 2009

A CIEN GRADOS DE TEMPERATURA

Esta tarde me apetecía haber escrito un post menos comprometido y dramático del que finalmente me dispongo a pasar a pantalla, pero una nueva revisión de "The Big Heat" (Los Sobornados) me ha disuadido de algo amable y distendido. Lo siento por vosotros, pero esta película, que hacía muchos años tenía olvidada me ha removido el alma (supongo que sigue existiendo, el alma digo) y no tengo más remedio que extenderme en esta peli y disuadiros al máximo para que volvais sobre ella y disfruteis esta "almost a masterpiece" al máximo, y si podeis pillarla en VO miel sobre hojuelas.

Decir a estas alturas que Fritz Lang está entre los mejores directores de la Historia del Cine y que se cuenta entre los más sobresalientes en el llamado "film noir", es una obviedad que no necesita explicación alguna. Pero no es fácil dirimir la cuestión sobre cual es la mejor de las películas de Lang. Como en cualquier discusión cada cual dará su opinión, pero me juego la cabeza a que todo cinéfilo que se precie colocará "The Big Heat" muy cerca del número uno.

"Los sobornados" es una película que desde el primer fotograma implica al espectador en la trama y con un pulso soberbio sabemos en pocos minutos qué significa ese "big heat" al que alude el título original.

Vemos el primerísimo plano de una revolver del 38 sobre una mesa de despacho. La mano de un hombre coge el arma y la saca fuera del plano. Se oye el disparo y la cabeza del inspector Tom Ducan se desploma sobre la mesa. En su mano izquierda vemos un sobre. Son las tres de la madrugada, lo dice un gran reloj de pared, al fondo de la habitación, desde donde suben unas escaleras. Inmediatamente vemos la sombra de alguien que se ha despertado con el disparo. Se trata de la flamante viuda Bertha Duncan(Jeanette Nolan). No hay en su expresión emoción alguna. Se acerca al cadáver sin inmutarse. Recoge la carta, que está dirigida al fiscal del distrito, la lee, e inmediatamente coge el teléfono y pide hablar con al jefe de la mafia Mike Lagana. Se presenta a sí misma como "la viuda de Tom Duncan".

El comprometedor sobre es el seguro de vida y la futura fuente de ingresos de una fría Bertha Duncan, que tiene en sus manos todas las pruebas contra el gangster más poderoso de la ciudad.

El gran acierto de Lang, y eso lo vemos de sobra en "Los Sobornados" es la perfecta radiografía de los personajes y la transparencia con la que dibuja los rasgos de todos ellos. Este pulso minucioso hace que el espectador quede atrapado en la trama sin que nada le estorbe ni lo entretenga.
El sargento Bannion, interpretado por Glenn Ford, en una de sus más geniales creaciones, no necesita sino unos gestos esquemáticos para precipitarnos en la marea de sus sentimientos, bien sea el amor hacia su esposa o su hija, el odio hacia los asesinos o a los maltratadores, o la impotencia al no poder salvar la vida de Debby Marsch (insuperable Gloria Grahame), o su reincorporación final al cuerpo de policía.

Lang contrasta el lujo, la frivolidad y el vicio de los secuaces de Laghana con la monotonía, la ingenua felicidad y la aparente solidez de la familia de Bannion. La esposa de éste bebe la armonía de su hogar y comparte el cigarrillo, el wisky y el bistec con su marido del que se siente orgullosa. Ve su preocupación y las dificultades a las que se enfrenta como policía, los obstáculos que tiene que afrontar y soporta el insulto, que no se atreve a repetir, "Me ha llamado cuatro letras, ya te puedes suponer qué es".

La violencia, presente en todo momento, apenas se muestra a lo largo del metraje. El asesinato de Lucy Chapman se describe pero no se ve. La explosión en el coche que termina con la vida de la esposa de Bannion se oye, pero no se muestra. El cruce de disparos final no busca el impacto visual sino la acción y la emoción que embarga a Bannion de llegar al final de su venganza. Cuando tiene completamente sometido a Vince Stone (Lee Marvin) éste le suplica que le mate. "¡Dispara, vamos, dispara", pero Bannion apuntando con el revolver y con una mueca de odio en su cara, retira el arma y entrega a Vince a sus compañeros.





Hay una escena , que luego veremos corre paralela con otra, en la que un sádico y celoso Stone coge la jarra de café hirviendo por el asa, y el ademán de éste al arrojar el líquido sobre la cara de Debbie, pero la cámara nos oculta la violencia del hecho. Sin embargo cuando es Debbie la que arroja el mismo líquido hirviente sobre la cara de Stone sí que vemos toda la acción claramente. La frialdad con la que Debbie ha realizado el acto se ve reflejada en sus palabras: "Te seguirá quemando durante tiempo, Vince. Ahora no luce tan mal, pero espera a mañana. Tu cara parecerá una mina agujereada".

Otra escena violenta de la que sí somos testigos es cuando Debbie, vestida de pieles y con la mitad de la cara vendada se presenta en la casa de Bertha Duncan, que también vestida con un abrigo de visón se dispone a salir. La dueña de la casa, confiada al ver que se trata de la novia de Vince abre la puerta.
- ¿La envía Mr. Stone?- pregunta Bertha
- No, nada de eso -contesta Debbie de forma desenfadada. - He estado pensando sobre las muchas cosas en las que somos iguales. Las mismas mujeres envueltas en los mismos visones.

La señora Duncan se muestra confundida.
- No la entiendo, ¿qué hace usted exactamente aquí Srta. Marsh?
- Debbie, usemos los nombres propios Bertha. En realidad somos hermanas bajo las pieles
- No tiene sentido nada de lo que dice -Bertha intranquila va hacia el teléfono- Llamaré a Mr. Stone para que la saque de aquí. Usted no está bien.
- Nunca me he sentido mejor en mi vida- Dice una Debbie traquilísima al tiempo que saca el revolver y agujerea a la respetable Bertha Duncan. Debbie ha desatado a los demonios que salen furiosos de la Caja de Pandora.




Hay una escena hermosísima en la película y que a mí me parece genial. Todo el mundo tiene miedo de dar información a Bannion porque Lagana, a través de sus esbirros, tiene a todo el mundo acogotado. Siguiendo pistas Bannion acude al almacén de Atkins (el dueño de un cementerio de coches que figura en la lista de asociados a Lagana). Por supuesto no consigue nada, pero cuando éste se marcha ve que se acerca a él la vieja secretaria Selma Parker. Es una mujer entrada en años y coja. Ella, venciendo el temor a duras represalias informa a Bannion de que un tal Larry dejó a Slim (un mecánico asesinado) un mensaje para que le llamara a un lugar llamado "The Retreat"
Lang filma esta secuencia colocando a ambos personajes uno a cada lado de una alambrada. Las miradas, las preguntas y las respuestas se hacen a través del torturado entramado, símbolo de la multitud de trabas que Bannion está encontrando en su investigación.

"Los sobornados" más que un film negro (se aparta un tanto de la época auge del género) es un símbolo de la Amèrica que deja fundir los valores de las tendencias liberales. La gigantesca sombra de la "Caza de Brujas" se comienza a expandir por la industria del cine y Lang refleja el pesimismo a lo largo de todo el film, excepto al final cuando cuando Bannion sostiene entre sus brazos a una moribunda Debbie.
- No quiero morir....¿Recuerda lo enfadado que se puso cuando yo le pregunté cómo era su mujer?
- No estaba enfandado- le contesta dulcemente- Tú y Katie erais muy parecidas.
- ¿Cómo era ella?- susurra Debbie
El le contesta que ambas se entenderían perfectamente y le cuenta los pequeños detalles que hacían adorable a su esposa.
Debbie dobla su cabeza y musita poco antes de morir: "Me gusta".

Bannion recupera su puesto. En la primera página del "Kenport Courier" se muestra un gran titular en el que se da la noticia de que Lagana y Higgins (el superintendente de policía) han sido procesados.

Hay un símbolo de tremendo pesimismo cuando Bannion regresa a su casa deprimido por todas las trabas con las que se ha cruzado en la investigación de Lucy Chapman. Lo recibe su cariñosa esposa y Joyce su hija está muy entretenida con un juego de construcción. Le enseña divertida a su padre el fenomenal edificio que ha construído. El padre distraído trata de sonreir con la ilusión de su hija y trata de aportar una pieza a la construcción, pero lo hace con tanta torpeza que derrumba todo el edificio. La niña se pone a llorar desconsoladamente y nos enteramos de que la niña había construido una comisaría de policía.

Naturalmente prefiero el título original "The Big Heat" , al español de "Los sobornados". No porque éste no venga al pelo, sino porque la película es efectivamente un material candente que recorre las venas de toda la sociedad americana de la época. ¿Estoy equivocado o no suceden cosas parecidas aquí y ahora?

Monday, August 10, 2009

HISTORIAS EPICAS: EL TRAGAPERRAS DE BEN HUR-1925

Hay historias en la Historia del Cine, que son casi relatos novelescos. Hace varios años se publicaba en la prestigiosa revista inglesa "Films and Filming" una extensa crónica del azaroso rodaje de la pelicula "Ben Hur"(1925). Se titulaba "La Gran Hecatombe". El cronista se basaba a su vez en la minuciosa descripción de todos los avatares que sufrió el rodaje de esta película, narrados por Kevin Brownlow en su maravilloso libro "The Parade's Gone By..."
Si ustedes me lo permiten y tomando como base el relato de Brownlow os resumo en grandes pinceladas la interesante crónica de un film, que vale la pena revisitar, porque aun estando casi a punto de cumplir los 85 años puede enseñarle ritmo y buen hacer a películas rodadas antesdeayer.

Todos sabemos que "Ben Hur" fue una novela escrita por el conservador y muy cristiano General Lew Wallace, que tardó en redactarla al menos cinco años. Fue un best seller de la època, y ni él mismo se creyó el éxito de ventas, nunca superado por otro libro excepto la Biblia. Hoy nadie soporta leer ese peñazo, pero más de uno lo hemos gozado en nuestra juventud por obra y gracia de Bruguera.
El otro día leí un espectacular anuncio donde en grandes caracteres se informaba del espectáculo más grande del verano, un Ben Hur como nunca se había visto. Y citaba una serie de plazas donde se representaría este montaje. El público asistente quedaría atónito con una batalla naval y la consabida carrera de cuadrigas.

Bien, eso no es nuevo. Se hizo una producción teatral sobre el relato en 1899 con un coste de 71.000 dólares antes de que la cortina se levantase. El espectáculo se representó en Broadway durante un año. El esfuerzo era inmenso ya que se necesitaba mover a cientos de personas, efectos de iluminación (elaboradísimos para la fecha), escenas en el mar y naturalmente la carrera de cuádrigas. Como ven todo absolutamente igual al cabo de cien años.

Naturalmente esta producción hizo poner los ojos como platos a los emergentes magnates de Hollywood y dió lugar a que se hicieran sendas versiones de la obra en 1907 y en 1913.

En 1922 la manera de hacer cine había dado un gran salto cualitativo. Los metrajes largos eran rentables y ahí estaban los ejemplos de "El nacimiento de una nación" y "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" para demostrarlo. Aquel año de gracia empezaron las gestiones para hacer el más de lo más de la famosa novela del General Wallace.
Y he aquí donde se inicia la voracidad económica insaciable de esta producción. Mayer, que aún no era el todopoderoso que sería en pocos años encarga a John Cohn que investigue en qué lugar se debería localizar el rodaje para que los costes fueran lo más recortados posibles. Tras viajar a Europa el listo de Cohn sentencia que solo hay dos caminos para las producción de Ben Hur. Uno de ellos realizar la película en Europa, con un coste de pocos cientos de miles de dólares o bien realizarla en Hollywood, con lo cual el coste ascendería a más del millón de dólares. Toda la cúpula se echó las manos a la cabeza ante la peregrina y astronómica cifra. June Mathis, que cogió las riendas económicas decidió que el mejor lugar del mundo para realizar Ben Hur sería Italia. Así se fijó y así se firmó.

Principio de la sangría. Enero de 1924. Goldwing el otro socio de lo que despues sería MGM soltó cien mil dólares por derechos de autor y gastos editoriales y en Abril del mismo año la cifra aumenta a 167.000 a restar de los 750.000 dólares que se ha fijado para financiar toda la película. Cuan lejos estaban de sospechar los productores ejecutivos que esta cifra sería mera calderilla.


El segundo paso era la elección del director y los intérpretes. Entre los directores se barajaron los nombres de King Vidor, Allan Dwan y Henry King entre otros y para el papel protagonista se presentaron docenas de actores .
June Mathis tenía un preferido, un tal Ben Lyon. En un arranque de sinceridad el tal Lyon dijo: "Es imposible que yo pueda ser Ben Hur, todas las costillas me sobresalen" . Sin embargo acudió a la junta de jueces y allí le mandaron desnudarse. Por lo visto todos soltaron una enorme carcajada. "No era para menos- dijo el actor- mi aspecto era el de un galgo flaco". Finalmente la propia June Mathis se decidió por un tal George Walsh

June Mathis, como ejecutiva resuelta se plantó en Italia con el guión bajo el brazo. Su ordeno y mando fue un desastre de proporciones gigantescas. La elección de un actor casi desconocido y la dirección de Charles Brabin estaban llevando a Ben Hur a un pozo oscuro que no rentaría ni un "jodido dólar", palabras de Mayer. (De hecho todos los negativos de Brabin fueron convertidos en cenizas)
Era tal el desastre que los inmensos decorados que se habían trasladado a Italia apenas se veían en fotograma alguno de los rodados. Los extras, más que judíos o romanos de la época parecían comparasas de un carnaval bufo y para colmo el dinero corría a torrentes en gastos absolutamente extrafalarios.

En Junio Irving Thalberg asume el control de la producción bajo la absoluta supervisión de Mayer. Su primera decisión fue llamar al actor mexicano Ramón Novarro. Mayer por su parte se dirigió a Fred Niblo para que se hiciera cargo de la dirección. Este lo primero que comentó fue que el reparto de actores, con el que se estaba rodanto, era absolutamente ridículo para una producción A.

Aquí se realizó otra importantísima sangría y June Mathis y su prolijo guión se fueron con viento fresco. Niblo llegó a Roma el 21 de Junio para encontrarse con un verdadero desastre al que hacer frente. El cuartel general de Ben Hur se encontraba a once kilómetros de Roma y no se disponía de agua. Se llegaron a cavar dos pozos, pero ni por esas. El equipo, el reparto y los extras demandaban apagar la sed (era un verano caluroso) y hubo que traer de Roma toneladas de agua en tanques. A todo ésto doscientos rollos de película habían sido derrochados. ¡Dólares al tragaperras!

A todo lo largo de aquel largo verano Niblo no hacía sino enviar cartas a Mayer dando cuenta de los desastres técnicos. Los italianos prometían electricidad para una fecha y esa fecha podia o no podía ser. Niblo decía que veía correr el dinero, pero igual que lo veía correr no tenía ni idea de a donde iba a parar. Muchos de aquellos dólares tuvieron como destino las arcas de la administración del Primer Ministro de Italia en aquellos años, Il Duce Mussolini.

La producción, ya a cargo de Niblo no prosperó gran cosa. El hombre había desechado las escenas de las galeras y todas las del desierto. El asunto no prosperaba y Thalberg se desesperaba. Al final el propio Mayer se desplazó a Italia para controlar aquel desorden.
Se cuenta, aunque no hay confirmación, que Mayer estaba observando el rodaje de la batalla naval. Parece ser que cundió el pánico cuando se incendiaron los barcos y que unos soldados con coraza se habían tirado al agua. Se oían gritos de socorro. Mayer le dijo a Niblo que parase el rodaje porque parecía que había gente en peligro. Niblo le contestó que aquellos barcos habían costado cuarenta mil dólares cada uno y no iba a interrumpir el rodaje porque algún maldito extra italiano se estuviera ahogando. El ambiente estaba tan envenenado que ya no importaba nada.

El dos de Enero de 1925 Mayer recibió un telegrama donde Niblo le comunicaba que de las 774 escenas de Ben Hur sólo estaban completadas 187. Naturalmente faltaba la más espectacular: la carrera de cuádrigas que no podría rodarse hasta abril o mayo, debido a la iluminación. Entonces Mayer contestó que levantaran los trastos y se volvieran a Hollywood.
En esta tesitura, el actor Francis X. Bushman (que encarnaba a Mesala) tuvo la osadía de pedir un aumento de mil dólares semanales. A Mayer le sentó aquello como una patada en los cataplines. Testigos de aquel momento oyeron que este dijo que si aquel actorcillo era capaz de abandonar Ben Hur su carrera en el cine y en el teatro se acabaría para siempre.
El digusto de Mayer era disculpable puesto que en los tres últimos meses del año 1924 Ben Hur se había tragado otros 648.024 y el final estaba lejanísimo.



El rodaje estadounidense de Ben Hur se reanudó el 18 de Febrero de 1925. Mayer no las tenía todas consigo y estuvo en la duda de si sustituirlo por Ernst Lubitsch. A esas alturas su consideración más optimista era que a menos que la película fuera el crack más espectacular jamás realizado, no habría la más mínima posibilidad de recuperar un penique.
Naturalmente el decorado del circo construido en Roma se fue al garete. En la esquina de Venice Boulevard y Brice Road se construyó parte del inmenso decorado del circo Máximo. Tenía cabida para más de mil extras a los que se le pagaba dos dólares diarios. Aquí el estudio se andó listo porque a la salida del decorado se instalaron unas magníficas ¡máquinas tragaperras!....

Cuentan las crónicas que entre el gentío del circo Máximo hubo celebridades como Douglas Fairbanck, Mary Pickford, los hermanos Barrymore e incluso Goldwyn. También se cuenta que en un terrible y dramático choque de cuadrigas murieron cuatro caballos. Pero como digo, ya nada importaba sino esperar con los dientes crispados el día del estreno que se fijó para el día de navidad de 1924. El coste final de la película se había disparado a la vertiginosa cifra de cuatro millones de dólares. ¡El coste de 8 películas importantes!
A nadie le llegaba el cuello de la camisa. Esperaban impacientes los resultados.......nadie quedó defraudado porque aquel Ben Hur ingresó nada más y nada menos que nueve millones y medio de dólares.

Muchos críticos colocan a este Ben Hur por encima del rodado en 1959 con Charlton Heston como protagonista. Tanto una película como la otra pertenecen a ese delirio que hoy día no se daría ni por pienso entre los ejecutivos de Hollywood. Antes primaba el riesgo y el buen oficio.
Es un ejercicio cinéfilo visualizar esta viejísima producción. Hay momentos de infinita ingenuidad, pero hay escenas que son difíciles de creer que pudieran rodarse en aquellos años. Uno puede pasárselo pipa comentandola con los amigos en una de estas tranquilas noches veraniegas.


Friday, August 7, 2009

BIENVENIDOS AL MAYOR ESPECTACULO USA

El verano es el verano y nada apetece más que retreparte en la hamaca de tu patio trasero y al par que cae la noche en el silencio (os juro que eso ocurre en mi casa) ver una buena película de verdad. Además si dispones de un sony de 50 pulgadas sentirás que el cielo cinematográfico baja a tu casa (ese equipo lo he pedido para mi cumple) Si encima esa pelí es "Nashville" del maestro Robert Altman, ya te puedes morir.

Para muchos "Nashville" es considerada la mejor pieza de la filmografia del maestro. Acaparadora de multitud de premios ha sido seleccionada para ser preservada por la United States National Film Registry.




(Momento en el que Keith Carradine interpreta I'm easy)
Confieso que la primera vez que ví esta película me quedé un poco perplejo. Puede considerarse una película musical, pero al mismo tiempo no lo es. Necesitas una segunda visión para darte cuenta de la maestría de la que hace gala Altman para presentarnos 24 personajes, todos ellos integrantes de la trama y nada más y nada menos que 29 canciones intercaladas a lo largo del metraje.

Todos los personajes de "Nashville" coinciden en el festival de música country de esta ciudad de Tennessee. Las historias de estas 24 personas (gente normal) es un fresco absolutamente lúcido y uno de los retratos más certeros de la sociedad americana.

Uno se pregunta cómo una película que en realidad carece de un argumento preciso ha llegado a ser uno de los iconos cinematográficos de los setenta. Imitado para bien o para mal hasta la saciedad, "Nashville" es todo un poema absolutamente sublime. Los personajes que desfilan a lo largo de los 160 minutos son inolvidables: el soldado que hace guardia en la tumba del cantante country, la esposa que aprovecha el tiroteo para poder cantar en el escenario, la sufrida ama de casa....



(Reprise de "It Don't Worry Me", interpretada por Barbara Harris


La película transcurre durante los cinco días del festival de música country y las canciones que escuchamos fueron escritas por los mismos intérpretes que las cantan. En algunas ocasiones esas canciones nos chirrían, como en el caso de Gwen Welles, que interpreta a una camarera que tiene un oido nefasto, al final un amigo honesto le dice que es un desastre.
En realidad Altman quiso que las canciones sonaran de forma improvisada, como un ensayo. La música es el telón de fondo que cubre a los personajes que deambulan por estas historias de amores, desengaños y política.

Naturalmente toda la confusión de personajes y vericuetos vitales de "Nashville" tienen todos ellos un mismo punto final. Es como si todos se dieran de bruces los unos con los otros en ese punto que estaban prefijado. Al fin y al cabo la vida es un caos que nos lleva a un remolino donde todos convergemos.


Tuesday, August 4, 2009

CINES DE VERANO-SESION JOVEN

Hace tan solo unos días presentaba en esta página una serie de películas que, tanto ustedes como yo hemos considerado una celebración del cine, pero nuestro amigo Marcbranches me echó un órdago y hoy presento una nueva relación de "Cines de Verano", con títulos magistrales, pero mucho más modernos, lo que nos demuestra que a pesar de los pesares, cada época, tanto en cine, como en música, como en literatura, el genio sobresale sobre la mediocridad y nos ofrece singularidades tan maravillosas como las que quiero descubriros ( si no las habeis visto) o repasarlas juntos.





"This is Spinal Tap" es una peli, donde las respuestas que da el grupo a los supuestos entrevistadores son tan geniales y desternillantes que al final no llegas a echar de menos un argumento compacto. Una escena que te retuerce es cuando la escenógrafa Polly (Anjélica Huston) realiza la réplica de un elemento de Stonehege. Antológica. Para algún despitadillo "Spinal Tap" nunca existió, aunque los componentes intentaron una vida real que no le llegó a la ficticia ni a los talones. Pero fue una gran película.



El maestro de Manhattan marcó un punto con esta peli. No me gusta polemizar, pero después de este "thriller" a Woody Allen parece que se le ha ido un poquito la olla. Naturalmente el punto más bajo lo ha dado con nuestra Pe y nuestro Barden, aunque se cabree alguno.






Debería haber seleccionado "Manhattan" que es mi propia number one, pero quiero moverme en los parámetros más actuales posibles.


Una gran peli de acción, mejor dicho una trilogía, donde se dan la mano un buen guión, una buena dirección y un buen carácter al que da vida un estupendo Matt Damon. De las tres, mis preferencias se van por la primera, pero para qué vamos a ser ratas. Las tres se ven divinamente.



Pasemos al cine del Oeste. Podría haber elegido "Los que no perdonan" de Eastwood. Esa peli sería lo más de lo más. Más reciente es "El tren de las 3.10", pero me voy a decantar por una serie excepcional y que me juego el cuello a que muchos de vosotros no la habeis olido. He aquí el poster.


Esta serie, que por sí misma necesitaría un bien comentado post, narra la verdadera trayectoria de este pueblo minero donde se entrecruzan personajes históricos y unos hechos trágicos. Solo se filmaron tres temporadas (no necesitaba alargarse más) Francamente es una de mis series de TV favoritas.



Este personaje es genial, Swearengen, el malo que al final no es tan malo.




Vamos con la polémica. Cuando el estreno de "El Incidente" hubo comentarios para todos los gustos. Personalmente considero esta película como uno de los grandes estrenos del año pasado . Tambien estoy convencido de que Night Shyamalan es un director muy inteligente. Los que no estén a favor de él que vuelvan al cine de verano y repasen su filmografía. El tiempo pondrá a este hombre en el lugar que le corresponde.




Tras este trailer una película de dibujos animados rompedores que conmueve, emociona, y divierte. Se trata de "Persèpolis", basada en el cómic del mismo título de la artista iraní Marjani Satrapi. Una verdadera delicia de película.




Y el correspondiente fragmento







No es el mejor film de los Coen, no, pero yo lo considero una joyita dentro de la filmografía de estos hermanos.Me refiero a "El Gran Lebowski". He aquí el cartel






Y esta, una escena impagable que vería cientos de veces y siempre me revolcaría.






Bueno, esto sería una pequeña muestra de esta sesión joven del cine de verano. Obviamente ni son todas las pelis que están, ni están todas las que son. Todos ustedes son muy libres de criticarlas, vapulearlas o gozarlas. Como gusten. Y para finalizar, nada mejor que alegrarles el careto con uno de mis cantantes preferidos: Leonard Cohen




El pollo está al día de hoy un pelín más viejito, pero ¿no os sigue poniendo los pelos de punta cualquiera de sus canciones?........Pues eso.

Ah, probablemente mañana, tal vez, podreis ver el cambio de look de este blog. Es mi primer regalo de cumpleaños y aniversario. A mí me parece muy elegante. Ya me dareis vuestras impresiones.