Friday, January 16, 2009

PERDONADME QUE HOY HABLE DE WAGNER


Mi muy querido Woody Allen en una de sus ingeniosas salidas decía que cada vez que escuchaba a Wagner le daban ganas de invadir Polonia. A la vista de los acontencimientos que están ocurriendo en Oriente Medio, se conoce que los prepotentes israelitas, rememorando a su matón bíblico Sansón, han decidido acabar con los actuales filisteos: mujeres, ancianos, y niños palestinos, y no es descabellado pensar que lanzan sus cohetes y avanzan con sus cañones al compás de los acordes de la Cabalgata de las Walkirias....Las últimas noticias que he oído sobre estos centuriones hebreos, algo olvidadizos de su pasado reciente (o puede que su sed de venganza los tenga obnubilados), es que han bombardeado un Hospital y un Centro de Asistencia de Naciones Unidas. ¡Magnífica hazaña, vive dios!....Se han excusado, eso sí, diciendo que las bombitas habían equivocado su objetivo...OK .....Pero, amigos míos, no era mi intención hablar de esta maldita guerra. La vena se me ha terciado por la indignación que siento.....¡Tranquilizate Anro y habla de lo que tienes que hablar!

El maestro de Leipzig será el protagonista absoluto de mi próxima jornada dominguera. En el marco incomparable de nuestro Auditorio Alfredo Kraus, la Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por el prestigioso director Lorin Maazel nos deleitará con una versión de "El Anillo", arreglo del propio maestro Maazel.
Muchos de ustedes torcerán el gesto y con osadía sarracena se atreverán a decir: "Jo, tío, menudo plome", pero queridos míos se equivocarán de medio a medio.
Wagner no fué solo el maléfico duendecillo musical del bigotes ansariano alemán, ni el que se la ponía dura a Robert Duvall en Apocalypse Now; fue, sin lugar a dudas uno de los compositores que más influyeron en el desarrollo de la música a partir de principios del siglo XX.

Siempre que se habla de Wagner, inmediatamente se le relaciona con la desmesura, pero si ahondamos en su música encontraremos inmediatamente un lirismo comparable al genio de Salzburgo.

Y si no que se lo pregunten a Nietzsche, que se soltaba del siguiente modo: "Obsérvese a nuestras mujeres cuando están "wagnerizadas" (ole al término): ¡qué sujeción de la voluntad!¡qué fatalismo en el mirar que se apaga! ¡Qué dejar hacer, rendirse! ¿Tal vez hasta barrunten que en ese estado de voluntad suspendida tienen un hechizo y encanto más para cierta clase de hombres?".......Y yo me pregunto a qué clase de hombres se refería el filósofo con ese interrogante misterioso.

También decía Nietzsche ( que más tarde renegaría del maestro de Leipzig en uno de sus trabes mentales) "La serenidad de Wagner es la sensación de seguridad de quien de máximos peligros y excesos regresa a lo limitado y familiar". Yo no se si el filósofo se refería al Wagner hombre o al Wagner músico. En cualquier caso no importa. Tanto uno como otro están íntimamente unidos, Vaya como ejemplo que cuando la familia, comida por las deudas tuvo que huir a Londres , atravesando el canal, soportaron una espectacular tempestad. Aquella experiencia fue la inspiradora de su ópera "El Holandés Errante".

Me atrevo a presumir de haber escuchado y visto representado varias veces el famoso ciclo del Anillo. Uf!, menudo queme. Son un total de quince o diez y seis horas!, pero os puedo asegurar que la experiencia es más que gratificante. El hombre tardó en componer esta magna obra veinticinco años de su agitada vida. Es una verdadera pena que muchos, inclusos los que se dan de entender música, sólo conozcan de esta epopeya musical el breve fragmento de la famosa Cabalgata o cuanto mucho "El Entierro de Sigfrido", ¡una pena!

El ciclo completo fue estrenado el verano de 1876 en el recien terminado teatro de Bayreuth, diseñado por el propio músico para que las representaciones se hicieran en las condiciones requeridas. Wagner ponía en práctica su concepto de "obra de arte total" o Gesamtkunstwerk, en la que el drama , la música y las artes visuales se combinaban armónicamente.

"La trama de cada drama wagneriano se caracteriza por una sencillez aun mayor que la de la tragedia antigua, lo cual no es óbice para que el suspenso dramático alcance un grado superlativo. Se debe ello al efecto de las grandes formas, sus contrastes, sus enlaces simples", Nietzsche said.

La muerte le sobrevino al músico en la ciudad de los canales, recien estrenada su ópera póstuma "Parsifal". El 13 de Febrero de 1883, Wagner veía el último amanecer en Venecia.

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Necesito aclarar que la mano que aparece en la foto (la mìa propia) no está dirigiendo ninguna obra musical. Es un gesto de rechazo a la GUERRA.

4 comments:

Josep Lloret Bosch said...

Así que la Filarmonica de viena, Maazel y Wagner....

Eso lo dices por poner los dientes largos, puñetero....

Y luego se quejan de vivir en una isla....

¡Que lo disfrutéis! :-)

Un abrazo.

Anchiano said...

Me gusta la música clásica, pero confieso mi gran ignorancia general sobre el tema :(

Un saludo.

ANRO said...

No hombre, no, mi intención es meramente informativa....pero ha sido una verdadera pasada. Casi veinte minutos de aplauso para el maestro y para la orquesta con casi cien profesores.
Ha sido un desfrute, sí.
Un abrazote.

ANRO said...

Hombre Anchiano, la ignorancia de un tema es algo muy sabio ya que te pone en disposición de aprender de ello.
La música clásica ha sido, y sigue siendo muy elitista (es su gran defecto)pero proporciona un gran placer cuando la descubres y sientes.
Un abrazote