Creo que he comentado en alguna ocasión lo ligado que estoy a esta "cinematográfica" ciudad. Siempre que tengo ocasión y tiempo me gusta volver a ella y caminar por viejos lugares en los que he vivido, evocando antiguas experiencias, sin que la nostalgia melle el alma. El pasado solo está para degustarlo como una vieja y buena película, acto seguido se vuelve a colocar donde está y despues seguir viviendo en el presente.
Pero no puedo olvidar mis primeros meses en aquel flat de Camden Town, donde compartía habitación con otros dos compañeros y las inolvidables veladas que nos proporcionaba John "El largo" y su girl friend Ellen, adobada con canutos frescos y pelis televisivas. Muy cerca de aquel apartamento otro inolvidable amigo, Nigel G., me contaba de las sesiones históricas de los sesenta en el flat de Bert Langdon. Allí se reunían un grupo de amantes incondicionales del cine para ver sesiones de "silent cinema" proyectadas por una auténtico "vintage de 35 mm" con música de acompañamiento de discos a 78 rpm. A esas sesiones asistía un futuro director de la época : Ken Russell.
Tampoco puedo olvidar que siendo un humilde cocinero del Odin's Restaurant, en Devonshire Street, mi jefe seguramente un poco cargado de birras, como era su costumbre, me presentó a uno de sus comensales habituales Sir Alec Guines. Yo, que apenas balbuceaba el inglés consideré el hecho un pequeño honor.Yo trabajaba en el departamento de los "starter" y le había preparado al actor un brioche relleno de un surtido de setas del tiempo pasado por mantequilla caliente y acompañado por una salsa de finas hierbas.
También eran habituales del local Sydney Poitiers, Glenda Jackson y el pintor David Hockney, que ilustró la portada del menú del restaurante con un retrato de Peter, el dueño, con un vaso de wisky en la mano, "as always".
Años despues fue a cenar con mi compañera al Odins, pero ya Peter había muerto y el local había perdido el glamour de antaño.
En fin, allí viví días inolvidable en Thorpach Road con mi compañera y con el gato "Mu", pero no voy a desempolvar el pasado sino vivir y gozar el presente, por lo que llevo cargada la cartera de espectáculos y lugares curiosos donde poder oir buena música y comer buena cocina inglesa, aunque este extremo es un tanto difícil de encontrar.
La semana próxima espero retomar el tema Howard Hawks con renovada fuerza tratando su incursión en las "screwball comedy" y extendiendome en esa joya titulada "Bringing Up Baby".
Pero no puedo olvidar mis primeros meses en aquel flat de Camden Town, donde compartía habitación con otros dos compañeros y las inolvidables veladas que nos proporcionaba John "El largo" y su girl friend Ellen, adobada con canutos frescos y pelis televisivas. Muy cerca de aquel apartamento otro inolvidable amigo, Nigel G., me contaba de las sesiones históricas de los sesenta en el flat de Bert Langdon. Allí se reunían un grupo de amantes incondicionales del cine para ver sesiones de "silent cinema" proyectadas por una auténtico "vintage de 35 mm" con música de acompañamiento de discos a 78 rpm. A esas sesiones asistía un futuro director de la época : Ken Russell.
Tampoco puedo olvidar que siendo un humilde cocinero del Odin's Restaurant, en Devonshire Street, mi jefe seguramente un poco cargado de birras, como era su costumbre, me presentó a uno de sus comensales habituales Sir Alec Guines. Yo, que apenas balbuceaba el inglés consideré el hecho un pequeño honor.Yo trabajaba en el departamento de los "starter" y le había preparado al actor un brioche relleno de un surtido de setas del tiempo pasado por mantequilla caliente y acompañado por una salsa de finas hierbas.
También eran habituales del local Sydney Poitiers, Glenda Jackson y el pintor David Hockney, que ilustró la portada del menú del restaurante con un retrato de Peter, el dueño, con un vaso de wisky en la mano, "as always".
Años despues fue a cenar con mi compañera al Odins, pero ya Peter había muerto y el local había perdido el glamour de antaño.
En fin, allí viví días inolvidable en Thorpach Road con mi compañera y con el gato "Mu", pero no voy a desempolvar el pasado sino vivir y gozar el presente, por lo que llevo cargada la cartera de espectáculos y lugares curiosos donde poder oir buena música y comer buena cocina inglesa, aunque este extremo es un tanto difícil de encontrar.
La semana próxima espero retomar el tema Howard Hawks con renovada fuerza tratando su incursión en las "screwball comedy" y extendiendome en esa joya titulada "Bringing Up Baby".
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