Sunday, July 19, 2009

EL CAMINO DE SANTIAGO DE DON LUIS BUÑUEL

Una de las grandes decepciones de mi vida fue el haber tenido ocasión de conocer a Don Luis Buñuel y fastidiarseme el evento. Lo cuento de forma muy breve a modo de introducción.
Habíamos recibido en la Agencia, donde servidor había comenzado a trabajar, una nota dirigida al Redactor Jefe comunicándole que el Sr. Buñuel nos concedería una entrevista a tal hora y a tal fecha. Aquel bendito, el Redactor Jefe digo, que me apreciaba muchísimo y solía darme oportunidades (sobre todo cuando había cocteles de por medio, porque sabía las penurias gastronómicas que yo pasaba) se dirigió a mí para decirme que yo iba a ir al Edificio Picasso acompañado del fotógrafo para entrevistar al maestro. Ni que decir tiene que salté de alegría. Ya había tenido ocasión de ver parte de la obra del maestro gracias a los cines de Arte y Ensayo y había leído y me documenté sobre sus películas (las conocidas y la no conocidas en España) pero, pero ....el Jefe de Redacción propone y el Director dispone. Este buen hombre, el Director digo, decidió que yo era un bisoño en las tareas entrevistadoras (no le faltaba razón al cabroncete) y decidió mandar a uno de los más veteranos. El tal, Mario se llamaba, un chuleta medio falangista que decía saber de cine y no conocía más allá de "El milagro de Fátima" hizo la dichosa entrevista y la escribió tan rematadamente mal que a ninguno de nuestros clientes, periodístico o revistero, le interesó un carajo.

En fin como en el fondo yo soy un buenazo y no guardo rencor a nadie tuve la ocasión de resarcirme y vengarme cuando días más tarde,mi amigo El Redactor Jefe me mandó entrevistar a una conocida actriz del panorama hispano y logré de ella algo más que una entrevista, que por cierto se publicó y muy requetebién. C'est la vie, amigo Mario.

Bueno basta de prologómenos ociosos y centrémonos en esta divertida, sí divertida, película del maestro aragonés.
"La Voie Lactée" relata la peregrinación de dos franceses a Santiago de Compostela (Paul Frankeur y Laurent Terzieff). Este camino no es convencional, sino que se convierte en una sucesión surrealista de personajes y sucesos. En principio el espectador no logra ubicar esta hilación extravagante, pero poco a poco se va percibiendo el diabolico sentido del humor y la misteriosa magia del maestro en hacer lógica la historia que nos cuenta.
Ante nuestros ojos desfilan las más diversas figuras del drama religioso. Vemos a un Jesús "hippy" que renuncia afeitarse la barba. El diablo aparece en forma de un chico marcado con la sangre de los estigmatizados. Uno de los "misterios" católicos: la transustanciación de la sangre de Cristo en la misa es discutido por un maitre d'hotel mientras sirve el vino.
Un sacerdote al que visiblemente le falta un tornillo discute la doble naturaleza de Cristo. La más impactante de las imágenes y naturalmente la más surrealista es cuando un pelotón de anarquistas fusila al Papa.
Otra escena realmente grotesca es un duelo entre un jansenista y un jesuíta, que fueron dos de las fuerzas religiosas más influyentes en la Francia del XVII.
Dos estudiantes españoles, que reciben de la Virgen el don de un rosario, resultan ser dos heresiarcas de 1500 y, al mismo tiempo, dos cazadores de codornices reciben el mismo rosario.
Hay un extraño personaje al principio de la película que hace una predicción a los dos viajeros. Justo al llegar a Compostela, ambos viajeros se dejan seducir por una prostituta.
Una figura convencional de Jesús de estampita nos dice que el viaje del cristianismo no ha terminado y que Jesús serguirá poniendo no solo a los hijos contra los padres, sino también a los fieles contra la Iglesia.

En esta película Buñuel dió rienda suelta a sus demonios particulares. A través de este "camino" Buñuel habla con la sinceridad de un ateo volteriano. Algún ignorante ha dicho que Buñuel no se despojó en toda su vida de sus complejos religiosos. Nada más falso. Tanto en esta película como en muchas otras Buñuel ve la religión como una perpetua exigencia de la imaginación, un juego onírico donde los milagros son ilusiones y las herejías sueños intelectuales. En ninguna otra obra, como en "La Vía Láctea" está Buñuel más cerca de los intelectuales del siglo español más onírico y subrealista, el XVII. Calderón, Cervantes y Quevedo se dan de mano con el maestro.


Vean esta pelicula si no la conocen. Reirán y pensarán con ella. Chapeau, maestro!

4 comments:

Josep Lloret Bosch said...

Esta vez me has pillado, porque no la he visto; pero leída que ha sido tu reseña, no me queda otra que agenciármela pronto, pues me has abierto el apetito y la curiosidad.

Un abrazo.

ANRO said...

A mí me parece una de las pelis más surrealistas y divertidas (ya lo digo en el comentario)de este hombre. Junto con "Simòn del desierto" es un alegato contra la intransigencia y la superstición. Obviamente hoy su valor subversivo no tiene tanta fuerza como en la época. Disfrutala si la pillas.
Un abrazote.

Anonymous said...

Con esta película me ocurre lo mismo que con Metropolis de Fritz Lang, las dos han envejecido muy mal y la tesis de las dos películas no tiene una base lógica. Las imágenes me fascinan pero se mueve peligrosamente entre dos aguas: el cine religioso y el cine episódico de izquierdas a lo Pasolini. Después de chistes privados y momentos que seguramente escandalizarían en su época, pero que ahora ni tienen fuerza ni sorprenden ni escandalizan, (el asesinato del Papa, la orgía satánica en el bosque…), vuelve a ser cine religioso y ráncio.

Anonymous said...

la vi en 1987 en españa por la tv y recuerdo que me gustó, si bien hoy no recordaba nada de la trama (ni leyendo la reseña). todo esto porque ayer vi The Way protagonizada por Charly Sheen y dirigida por uno de sus hijos, Emilio Estevez. Una especie de road movie emparentada con algunos cuentos infantiles. Me gustó bastante.