Thursday, March 26, 2009

TO BE OR NOT TO BE HAMLET

Me ha parecido bien escoger para encabezar el post esa hermosa carátula de Criterion Colecction, con la imagen de un rubio Sir Laurence Olivier (cuando aun no era Sir) encarnando al archifamoso personaje del Bardo. Esta ilustración no sería la única que podría ocupar ese lugar, porque desde que el cine es cine, Hamlet ha sido interpretado por un buen puñado de actores...y actrices.
Me ha parecido entretenido mostraros un ramillete de películas (naturalmente no están todas, pero sí las más notables) basadas en esa maravillosa obra . No voy a diseccionarlas ni mucho menos, solo trataré de contaros algunas anécdotas y curiosidades en torno a las mismas.

Nada más empezar el siglo XX, una bellísima actriz de teatro (tal como podeis ver en esa otra imagen) llamada Sarah Bernhardt se pone ante las prehistóricas cámaras para interpretar nada más ni menos que al mítico personaje. La película se tituló "El Duelo de Hamlet", tenía una duración de dos minutos y es difícil saber si se conserva alguna copia de esta primicia fílmica hamletriana.

En 1921, la actriz sueca Asta Nielsen va más allá que la Bernhard e interpreta a un Hamlet transvestido.Me explico. En realidad esta versión no sigue la pieza original del Bardo, sino que el argumento se extrae de la extraña obra "El misterio de Hamlet" escrita por un tal Dr. Edward P. Vining. Según este "erudito" el principe danés no nació chico, sino chica, así pues el dilema para preservar el linaje era convertirlo en varón. Aquí sí que venían al pelo los famosos versos del "to be or not to be".
No obstante la interpretación de la Nielsen(una actriz de la que hay que hablar en el futuro) fué más que alabada y hubo críticos que lanzando las campanas al vuelo se dejaron decir que esta película conseguía uno de los puestos seguros entre las mejores.




Tras esta foto tan ilustrativa del personaje, un poco afectadillo, nos trasladamos rápidamente en el tiempo y volamos a 1948 para poder ver un Hamlet con todas las de la ley. El dirigido e interpretado por uno de los actores más valorados del siglo XX, con razón, Laurece Olivier.
Solo podía ser un inglés quien acometiera una empresa tan culta y brillante con todas las garantías artísticas. Así lo comprendió la Academia, que le concedió el oscar a la mejor película, al mejor actor protagonista, a la mejor dirección artística en b. y n. y al mejor vestuario.
"Hamlet" era la segunda película que dirigía Olivier, también fue el segundo Shakespeare de los tres que dirigió y con esta película el Reino Unido ganó por primera vez un oscar.
El film comenzaba con la reflexión que recita el príncipe cuando junto con Horacio y Marcelo esperan la llegada del Espectro.
"Así suele acontecer a los individuos que tienen algún vicioso estigma natural, ya sea por nacimiento, en lo que no son culpables, pues la Naturaleza les impide escoger su origen, ya a causa del predominio de algún instito que a menudo echa por tierra los parapetos y valladares de la razón o bien por un hábito que recarga de levadura el molde de las buenas costumbres, que estas personas, digo, llevando el sello de un solo defecto, ya sea debido a la librea de la Naturaleza, o a la rueda de la Fortuna, todas sus virtudes, aunque sean tan puras como la gracia de Dios y tan infinitas como pueda caber en el hombre, se verán menoscabadas en el común sentir por aquella falta particular...."

Olivier obvió todo elemento "político" en la trama. Los personajes Fortinbrás, Rosencrantz y Guildenstern desaparecen de un plumazo. Por contrapartida el actor-director intensifica el elemnto psicológico. El complejo de Edipo está muy presente ya que la actriz que interpreta a la Reina Gertrude (Eileen Herlie) tenía 28 años y Hamlet-Olivier contaba entonces 41. Algún crítico señaló que en algunas escenas, madre e hijo parecen mejor dos amantes. En contraste, el príncipe trata a Ophelia (Jean Simmons) de la forma más destemplada, e incluso hay una escena en la que la pobre muchacha parece ser víctima de una violación.
Hay que destacar la impecable dirección de Olivier, que toma prestados muchos elementos del Expresionismo Alemán.
Como curiosidad cinéfila en el film coincide una pareja, que en el futuro será el alma mater de la Hammer. Christopher Lee (que no está acreditado en los títulos) e interpreta a un lancero y Peter Cushing en el papel de Osric.
Un estupendo actor "secundario", Stanley Holloway, que años más tarde interpretaría a un genial Alfred P. Doolittle en "My Fair Lady" interpreta en Hamlet a uno de los sepultureros.



Tras esta toma que ilustra el film de Olivier nos marchamos a la Rusia de 1964 y a la adaptación que Grigori Kozintsev hizo del personaje shakesperiano.
Este director fué el miembro fundador del movimiento artístico ruso FEKS, que podría traducirse como La Factoria del Actor Excéntrico, cuyas ideas estaban próximas al Dadaismo y al Futurismo. Ya en 1923, este hombre planeó una "perform" de Hamlet como una pantomima, pero el experimento no se llevó a cabo. Sí realizó en 1954 una producción de Hamlet en el Teatro Pushkin de Leningrado utilizando una bella traducción de Boris Pasternak.

Kozintsev era un enamorado de la obra del Bardo. Escribió tratados extensos sobre Shakespeare, como solo saben hacerlo los rusos. También escribió un diario exhaustivo sobre Hamlet, que tituló "Diez años con Hamlet" donde contó sus experiencias de su producción teatral de 1954 y c la película de 1964.

No conozco esta película, pero por los premios que alcanzó en su día, dan ganas de desempolvarla y ver tranquilamente las dos horas y veinte minutos de su metraje. Solo en 1964 se alzó con el premio especial del jurado en el Festival de Venecia; El de mejor film en el Wiesbaden Shakespeare Film Festival; el Premio Especial del Jurado en el All-Union Film Festival, así como también el de la Mejor Música a Dmitry Shostakovich; el Premio Especial del Jurado en el Festival de San Sebastián de 1966 y varias nominaciones más.







Este corto, donde el príncipe medita con el famoso cráneo sirve de perfecta ilustración al film de Kozintsev, quien tiene en su haber un interesantísimo King Lear, del que nos ocuparemos en el futuro, y un Don Quijote.
Pasamos a 1969 y nos encontramos con una curiosa y poco conocida versión del archiconocido personaje, quien en esta ocasión viene de la mano de Tony Richardson (esposo de Vanesa Redgrave y padre de la recientemente fallecida Natasha Richardson).
En sus papeles estelares se encuentran: Nicol Williamson, Marianne Faithfull (Si, efectivamente ella), Anthony Hopkins y Judy Parfitt.






He aquí un estracto, un poco largo, me lo vais a perdonar , porque la escena vale un capote fino y ese inglés shakesperiano es de primerìsima calidad. Tony Richardson huyó, en este film de las grandilocuencias de escenario y enclaustró a los personajes en un set minimalista de influencias renacentistas donde las luces y las sombras se combinan para que el drama no se pierda en detalles intrascendentes.

Y llegamos a los años 90. Y justo noventa años son los que separan el primer Hamlet de éste dirigido por Zefirelli(un director injustamente vilipendidado). El reparto que el director italiano pudo reunir brillaba como oro fino. Mel Gibson capitaneaba el casting (a fe de cinéfilo que el hombre no lo hizo mal) Al australiano le coreaban Glenn Close, como Gertrude, Alan Bates como el Rey Claudio, Paul Sconfield era el espectro del padre, Ian Holm era Polonio y Helena Borham Carter interpretaba a una Ophelia, un tanto descolocada, bajo mi punto de vista.
Como nota curiosa, los tres veteranos actores: Bates, Sconfield y Holm, habían interpretado al personaje principal en los escenarios y otros dos secundarios que intervenían en la película: Stephen Dillane y Michael Maloney serían sendos Hamlet en escenarios futuros.

Algún crítico dijo del film que el director había destacado más la sensualidad del personaje que su racionalidad, en aras de la comercialidad.


Y llegamos por fin al supuesto "Hamlet" definitivo, a la "transposición perfecta" de la obra en imágenes, al megadelirio shakesperiano de Kenneth Branagh. El director y también actor utilizó , para que no se perdiera ni una sola coma del texto, cuatro horas largas de metraje.

Esta versión ha estado siempre rodeada de polémica, pero creo que no deberíamos regatearle elogios. Bajo mi punto de vista es una gran película y una magnífica puesta en escena del famoso texto. Como todos sabeis Branagh traslada la acción al siglo XIX, y utiliza el palacio Blenheim, en la imagen que muestro.



El palacio está ubicado en Woodstok-Oxfordshire. Es el hogar del Duke de Marlborough e igualmente el lugar de nacimiento de Sir Winston Churchill. La espectacularidad del escenario es más que notable y contribuye al esplendor de las imágenes. Branagh pone especial a ese esplendor, que en los interiores vibra de colorido. Los espejos son una constante, que bajo mi punto de vista simbolizan la dualidad de los personajes y los múltiples puntos de vista desde los que podemos observarlos.
Varios actores se prestaron a interpretar pequeños cameos. Gerard Depardieu es el servidor Reynaldo; Charlton Heston es el Primer Actor; Robin Williams es Osric, Richard Attenborough e el Embajador Inglés, Brian Blessed es el fantasma del padre de Hamlet; Jack Lemmon es Marcelo, uno de los guardias; y Billy Crystal es un sepulturero.
En los flashbacks y las escenas del sueño también aparecen celebridades, que en la obra solo se mencionan. Sir John Gielgud y Dame Judi Dench interpretan a Príamo y Hécuba, John Mills es el tío de Fontinbras y Ken Dodd interpreta a Yorick.
Keneth Branagh tuvo una gran decepción, tras aquel monumental esfuerzo. Ni un solo premio, ni una sola mención y una crítica, que en ocasiones fué más que fría. Un periódico de Washington dijo con causticidad que el film era poco menos que una lujosa ilustración que cuando pasa una hora te aburres de su colorido. Tampoco le fue bien a la película en taquilla, en USA apenas alcanzó una recaudación de cinco millones de dólares. Poco más que calderilla.



Este recorrido por algunas películas que han tratado, con mayor o menor fortuna esta obra extraordinaria no ha sido exhaustivo, pero son la muestra más representativa. Seguramente muchos de vosotros coincidereis conmigo en reconocer la colosal fuerza que ha tenido este drama desde que la pluma del Bardo genial (fuera quien fuese) tuvo el toque divino que trasladó en palabras aquella idea. Hay que remitirse al último discurso de Fortinbrás:
"¡Que cuatro capitanes levanten sobre el pavés a Hamlet, como guerrero, pues si hubiese reinado, no cabe duda de que hubiera sido un gran rey!". No me cabe la menor duda de que ha sido el mayor soberano del teatro.




6 comments:

Josep said...

Estupenda reseña fílmico-biográfica de un personaje que, ciertamente, ostenta una fuerza única: no en vano es el sueño de miles de actores e incluso, como demuestras en tu documentadísima aportación, de actrices.

Dan ganas de ponerse a verlas todas, porque seguro que todas son muy interesantes.

un abrazo.

ANRO said...

Me quedaron muchas referencias en el tintero, pero creo que están todas las que tienen que estar.
Pásate un buen fin de semana, ahora que ya tenemos la primavera por los campos.
Un abrazote.

alicia said...

Repito lo dicho por Josep, estupendo recorrido, Antonio. Hamlet es una obra tan magnífica que admite un montón de interpretaciones distintas y tiene todos los ingredientes necesarios: drama, hunor, romance, intriga... No en vano Shakespeare es Shakespeare

ANRO said...

Pues muchas gracias Alicia, es una gran satisfacción que los amigos celebren contigo los gustos mutuos.
Un abrazote

J.A. Pérez said...

Pues no tendría tanto éxito, pero a mí la versión de Branagh me parece magnífica. Bien es cierto que tengo cierta debilidad por el cine de este director...

"Hamlet" es el Everest de los shakesperianos y no siempre se adapta bien al formato cinematográfico. La película de Olivier es muy conocida, aunque con el tiempo parece cada vez más acartonada. También he visto la de Zefirelli... y... bueno, no está mal, pero tampoco es que sea una maravilla.

Un abrazo.

ANRO said...

J.A. es cierto que la versión, llamémosla canónica, de Hamlet es la de Branagh, porque adapta toda la letra del texto shakesperiano. Y también es cierto que la de Olivier está un tanto acartonada....pero la cuestión es que a lo largo de todo un siglo de cine el drama hamletiano ha fascinado a muchos cineastas y seguramente habrá otros muchos en el futuro que también caigan en la tentación de adaptarlo, y eso es lo bueno.
Un abrazote