Tuesday, March 24, 2009

UN LIBRO MALDITO, UN FILM MALDITO

"Salo o las 120 jornadas de Sodoma" es posiblemente el film más incómodo, turbador y cruel de la filmografía del malogrado realizador italiano Pier Paolo Pasolini. El espectador se siente tremendamente afectado por lo que ocurre en la pantalla y no todos pueden soportar la visión de tantos horrores. Sin embargo nos encontramos ante una de las reflexiones más lúcidas sobre la maldad humana y sobre la capacidad de goce con el dolor ajeno. No en vano se trata de la adaptación en imágenes del libro homónimo del Divino Marqués, Donatien Alphonse François de Sade.

Sade escribió el manuscrito en 37 días del año 1785, cuando se encontraba encarcelado en la Bastilla. Las condiciones no eran las más apropiadas y el material más bien precario, pero el manuscrito fué redactado en un respetable rollo de papel (de ahí la leyenda de que fué escrito en papel higiénico, lo que obviamente no podía ser cierto dada la época). Este documento original se conserva en Ginebra-Suiza.
Las 120 jornadas de Sodoma permanecieron en el más profundo de los silencios hasta que en 1904 el doctor en psiquiatría de Berlín Iwan Bloch se decidió a publicarlo con el seudónimo de Dr. Eugen Dühren. Así y todo, la obra no pudo ser conocida por el gran público hasta bien mediado el siglo XX. El Reino Unido, EE.UU y Francia fueron los primeros en lanzar ediciones para las librerías. En España tuvimos que esperar hasta 1976. Al día de la fecha no conozco si existe alguna reedición, me temo que no, y de la que hablo está más que extinta.

Las reacciones sobre esta obra del divino marqués han sido muy variadas y polémicas. Simone de Beauvoir , una de las más acérrimas defensoras del libro, escribió un ensayo titulado "¿Tendríamos que quemar a Sade?" en el que arremete indignada contra las autoridades francesas, que planeaban destruir ésta y otras tres obras del ilustre escritor. Sin embargo otra feminista, Andrea Dworkin tacha esta misma obra de "vil pornografía" y acusa al autor de extrema misoginia, por las torturas, violaciones y asesinatos que son infligidos a las mujeres del relato por los hombres. (En realidad todos esos actos se comenten tanto sobre las mujeres como sobre los hombres).
Otra autora Camille Paglia considera el trabajo de Sade como una respuesta satírica al concepto de la bondad innata del hombre que preconizaba Jean Jacques Rousseau. El divino marqués contraponía "la innata maldad".
En realidad Sade no estaba inventando nada. Todas las aberraciones que describe en su "sádico" libro habían sido llevadas a cabo por personales reales de Francia: Gilles de Rais y Elizabeth Bathory.

Hacia 1975, un Pasolini descorazonado, que había apostatado de su "Trilogía de la vida" realiza en un pueblo cerca de Mantua, su personal visión del libro "Las 120 jornadas de Sodoma".


Pasolini traslada la acción de la Francia del siglo XVII, a la pequeña república de Salo, en las últimas jornadas del fascismo.
El guión lo elabora en colaboración con su amigo y actor fetiche Sergio Citi y Pupi Avari. El film se abre con imágenes del campo del Po. Los fascistas llevan a cabo razzias de jóvenes. El color de estas imágenes es dulce, casi de acuarela. Una neblina apagada deshace el azul del cielo. Es un prólogo que a pesar de su aparente amabilidad no engañan sobre el horror que vamos a contemplar.
Cuatro señores, llamados el Presidente, el Duque, el Obispo y el Magistrado y cuatro señoras-narradoras se enclaustran en un villa neoclásica para hacer vivir un infierno violento y horrible a un puñado de jóvenes hombres y mujeres.

"Se representa el infierno del dolor y de la angustia, organizada en estructura cerrada a base de las sucesivas narraciones que las mujeres-celebrantes urdirán con odiosa delicia en la Sala de las Orgías. Las celebrantes explican, y los señores querrán adecuarse a sus palabras usando como objetos de ejemplificación a las muchachas y a los muchachos secuestrados en los campos vecinos".

Los cuerpos que nos muestra Pasolini son muchachos y muchachas flacos y ateridos de frío, lejos del casto esplendor de la "Trilogía della vita" . Son cuerpos a los que el dolor hace grises, derrumbados por el infierno que llamea junto a sus miembros.

El escándalo que rodeó a la película vino de la sospecha de que los chicos y chicas que aparecen torturados y masacrados eran menores de edad ( algunos es posible que no contaran más de catorce años). Tambien circuló la leyenda de que las escenas más fuertes de la película eran interpretadas en toda su realidad por los jóvenes actores. Lo que más rechazo causa al espectador son las escenas de coprofagia, pero hoy se sabe puntualmente que se usaron excrementos de chocolate y jugo de naranja.

En las escenas más desgarradas Pasolini provocaba a los intérpretes con sarcasmo feroz. Se daba el caso de que un heterosexual maduro debía besar apasionadamente a los labios de un muchacho. El director animaba al actor diciéndole intencionadamente que todos los hombres encierran en sí conspicuas proporciones de homosexualidad, reprimidas por meras convenciones sociales. Hoy vemos escenas de este tipo sin inmutarnos, pero en los setenta era una provocación muy fuerte.

Toda la vitalidad, toda el estallido erótico e incluso la carcajada, presentes en Fiori delle Mille e una notte desaparecen trágicamente de la óptica pasoliniana. De los maravillosos compases de la sinfonía de Primavera el compositor nos lleva a escuchar una Gran Misa de Muertos. Si el eros en la "Trilogía de la Vida" era amor en Salo es odio.

"Salo" fue el testamento fílmico de Pasolini. En Octubre de aquel año de 1975 se trasladó a Estocolmo y a París para las ediciones de la película en Francia y Suecia. A finales de aquel mismo mes volvió a Roma. Al día siguiente 1 de Noviembre estuvo con su hermana Susana y su amigo Ninetto en el Pomidoro de San Lorenzo. Despues, avanzada la noche, la imagen del director se funde en las tinieblas.
El dos de Noviembre (día de difuntos) el cadáver desfigurado de Pier Paolo Pasolini aparece en la esplanada del Idroscalo de Ostia. El poeta, el cineasta, el artista fue asesinado una fría y brumosa mañana de otoño tan cruel y sádicamente como uno de los personajes de su última película.

"Busco la casa de mi sepultura
dando vueltas por la ciudad como un internado
en un asilo o en una clínica
con permiso para salir, con el rostro desfigurado
por la Fiebre, con la piel blanca, seca y barba......"

5 comments:

J.A. Pérez said...

Hace ya bastante tiempo que vi esta película y lo que recuerdo principalmentes es que me costó bastante hacerlo. Es una película dura (a pesar del tiempo que tiene), más por lo que sugiere que lo que muestra.
Supongo que ya estamos más que acostumbrados a ver cosas mucho más impactantes en pantalla, lo que pasa es que no todo está en lo que se muestra sino en cómo se muestra... y Pasolini sabe perfectamente cómo mostrarlo.
No he leido el libro. de hecho no he leido nada de Sade. No es por no querer, sino porque no he encontrado el momento.

Un abrazo.

Josep Lloret Bosch said...

Muy bueno ese comentario, Antonio, de una película muy, muy dura.

Reconozco haberla visto un par de veces, pero sólo a medias, porque siempre me ha resultado excesivamente tortuosa, aunque de muy interesante factura.

Un abrazo.

Manuel Márquez said...

Magnífica reseña, compa Antonio, de la peli que ostenta no sé si el mérito o el baldón de haber sido la única que ha conseguido hacerme salir de una sala de cine sin ser capaz de terminar de verla, por no haber podido soportar la dureza de sus imágenes finales. Escalofriante, desde luego, hasta el punto de que aún no he sido capaz de revisarla (pese a que es emitida regularmente por algún canal temático de cine que tengo disponible en casa); será cuestión de ir armándose de valor y ponerse a la tarea.

Un abrazo.

ANRO said...

Por lo que leo en vuestros tres comentarios hay unanimidad en cuanto a que todos os habeis sentido violentados por las imágenes....Bien, esa era la intención de Pasolini. Vivimos en un mundo falsamente amable donde la violencia y el terror subyacen sin que queramos darnos cuenta de su poder de seducción. Cada día nos enteramos de dramas y tragedias gratuitas que como no nos afectan directamente las desechamos.....Cuando Pasolini decide realizar la película, resitua la acción en una región que pocos años antes había sufrido la terrible violencia de los nazi-fascistas. La ficción de la película pudo muy bien haber sido real en aquel lugar.
El rechazo que todos vosotros habeis confesado demuestra que Pasolini estuvo en lo cierto y que la sociedad en la que vivimos necesita este revulsivo para que ningún violento se aposente al lado de nuestra puerta.
Un abrazote para los tres.

Romina said...

Estimados, Mi nombre es Romina. lei varios libros del divino marques. Sin duda su obra maestra es las 120 jornadas.

Estuve tratando de conseguir la pelicula de salo pero no lo logre. Podrian ayudarme?

Gracias. Abrazos.

Romina