Tuesday, February 19, 2008

BRINGING UP BABY- LA DEFINICION DE UN GENERO

"Screwball Comedy" es un término intraducible que se aplicó a cierto número de comedias realizadas en los años treinta. La palabra tiene relación con el lanzamiento del mismo nombre en beisbol. Este lanzamiento sigue una trayectoria rápida y en cierto modo imprevisible antes de llegar a la base final. de igual forma la "screwball comedy" era la sucesión de una trama imprevisible, salpicada de diálogos cortantes y superpuestos.

El género se había tanteado desde los principios del cine, pero el término como tal se acuñó con el fenomenal éxito de Leo McCarey LA PICARA PURITANA, basada en la obra de Arthur Richman e interpretada por Cary Grant e Irene Dunne.

Hacia 1937 Howard Hawks estaba ilusionado con un proyecto que acariciaba la RKO. Se trataba de llevar a la gran pantalla la obra de Kipling "Gunga Din". Hawks puso inmediatamente a trabajar en el guión a a sus colaboradores Ben Hecht y Charles MacArthur, pero una serie de circunstancias trágicas se atravesaron en el camino. Athole, la primera esposa de Hawks se vió afectada por una gravísima esquizofrenia e Irving Thalberg, íntimo amigo del director moría tras una penosa enfermedad.
El nuevo directivo de RKO, y también amigo de Hawks, Sam Briskin comenzó a desconfiar del proyecto a pesar de que ya se habían barajado los nombres de Robert Montgomery y Spencer Tracy que encarnarían al escocés Ballantine y al irlandés MacChesney respectivamente.
Para el tercer soldado Hawks quería a Clark Gable, pero Mayer se negó en redondo a cederlo. Ante tal disyuntiva Briskin dió el carpetazo definitivo y aconsejó a Hawks que buscase película alternativa.

El director a pesar de su gran desilusión, decidió tomarse el asunto con filosofía. Una noche cayó en sus manos un relato de Hagar Wilde publicado en la revista Collier. El propio Hawks comentó que no había parado de reir durante la lectura del relato. Así que dió por sentado que aquel cuento sería su próxima película.
La RKO compró los derechos del relato por 4.000 dólares, cifra más que respetable en aquellos años, y encargó la elaboración del guión a Dudley Nichols. Este hombre era un periodista reputado y había trabajado para John Ford en varios guiones, en especial para "El Delator", por el que había conseguido un Oscar.

Hawks comenzó a elegir a sus intérpretes. Para el papel de Susan Vance, la joven y dinámica heredera se barajó el nombre de Carole Lombard, a quien Hawks había dirigido en "La Comedia de la vida", pero hubo presiones para colocar en el papel a Katherine Hepburn. Howard Hughes conspiraba en secreto para colocar a la Hepburn, entre otras razones porque el millonario vivía por entonces un tórrido romance con la estrella.

Al director no le hacía mucha gracia esta imposición, ya que colocar a la actriz suponía el incremento del coste de la película cuyo presupuesto original se había marcado en quinientos mil dólares. No obstante pasó por el aro y afortunadamente Susan Vance fue Katherine Hepburn.

La elección del protagonista masculino fue más difícil. Se llegó a la peregrina idea de pensar en Harold Lloyd. La Hepburn y Lloyd juntos destilaban menos química que un ganso y un cisne. Pero había algo en la personalidad del cómico que no desagradó del todo a Hawks. De hecho cuando Cary Grant fue definitivamente contratado el director le obligó a ver todos los filmes de Harold Lloyd y le propuso la idea de ussar las gafas características del cómico.

La primera vuelta de manivela de BRINGING UP BABY se dió el 23 de Septiembre de 1937. Desde los primeros días Hawks comprendió que aquel rodaje iba a ser muy difícil. De hecho lo fué y muy largo además.
El director se esforzaba por explicarle a la Hepburn que a pesar de que las situaciones eran cómicas no por esa razón ella tenía que mostrarse cómica. "Yo trataba de explicarle que los grandes cómicos como Keaton, Chaplin o Lloyd no mostraban siempre una cara divertida sino al contrario se mostraban serios, tristes y solemnes. Este hecho en contraste con la situación era lo que provocaba la hilaridad...Cary entendió lo que yo quería decir, Katie sin embargo no lo entendía"

Hawks estaba hasta las cejas de la falta de conexión de Katherine con su personaje Susan. Al final tuvo que contratar a un tal Walter Catlett, un cómico de vodevil, que había trabajado para los Ziegfeld Follies de Nueva York para que ilustrara a la actriz sobre cómo ser una buena cómica sin proponérselo.
Cary Grant, sin embargo ,aportó al film experiencias personales que enriquecieron la trama. Parece ser que la hilarante situación que se produce a consecuencia del esmoquin y el vestido roto fue sugerida por el actor que había sido testigo de una situación parecida en el Teatro Roxi de Nueva York.

El rodaje de "La Fiera de mi Niña" terminó el seis de Enero de 1938 y el 18 de Febrero se estrenaba en el famoso Radio City Music Hall y en otras salas del país. Ante la sorpresa generalizada el film fue comercial y criticamente un medio desastre. Hoy, a la vista de la frescura y ritmo de esta película, no podemos entender cómo el film fué marginado de forma tan brutal. Esa pregunta se la formulaba Peter Bogdanovich en sus "Conversaciones con Howard Hawks". Bogdanovich consideraba esta comedia como una obra maestra. Era tan grande su admiración hacia ella que su "Qué me pasa doctor" es un homenaje calcado al maestro Hawks y a "Bringing Up Baby".

A raiz del fracaso comercial de la película, Harry Brandt, que era presidente de los Propietarios Independientes de Salas Cinematográficas señaló a Katherine Hepburn con la demoladora frase de "Katie es veneno para las taquillas", aludiendo a su falta de gancho con el público. El tiempo se encargó de desmentir el aserto a semejante ignorante y Katherine Hepburn sigue deleitándonos con su maravillosa interpretación de la dinámica Susan Vance.

En sucesivos capítulos abordaremos la trama y los diálogos más chispeantes de esta alocada comedia.

5 comments:

Josep Lloret Bosch said...

Te odio, Antonio.

Hace unos días revisé por enésima esta grandísima obra de arte de todos los tiempos, una de mis favoritas, con la idea de comentarla.

Pero, habiendo descubierto tu autoridad acerca de Howard Hawks este mediodía, ya empezaba a albergar serias dudas en mi iniciativa.

Ahora, leído que ha sido este primer capítulo, no puedo menos que odiarte todo lo cordialmente que puedo porque me vas a tener cada día esperando que sigas con una reseña que, te lo advierto, me voy a guardar para mi solaz en mi rincón de lecturas favoritas.

O sea que, ponte las pilas, y date prisa en la tarea, que ya me estás tardando en publicar la continuación...

Si me tienes un mes hasta que acabes, como hiciste (por lo que he visto hoy) con la magnífica Scarface, no te extrañe que alguna noche tengas pesadillas.... advertido quedas.... :-)

Un abrazo.


p.d.:
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Anonymous said...

Josep, eres la repera, ten en cuenta que tengo jefa, que siempre anda husmeando dónde, según ella, pierdo el tiempo. Pero no te preocupes que Howard Hawks hay para rato, y lo más importante ilusión para seguir indagando en este maestro del cine.
Un abrazote

alicia said...

¿Hace falta decir que me encanta? Adoro a Katharine y Cary y nunca estuvieron mas locos que en esta ocasión. El remake de ¿Qué me pasa doctor? quedó muy por debajo, como era de esperar.

Anonymous said...

En verdad que Bringing...es una pura delicia. Cine en estado puro. Pero escuchar los diálogos, o leerlos, en V.O. es la repera.
Un Abrazote.

Möbius el Crononauta said...

Una comedia tan sólida e inmortal como las Pirámides de Egipto. Grande Hawks. Adoro a Cary. Magnífica Kate. Estupendo post.

Saludos