Wednesday, March 5, 2008

CARY Y KATIE : UNA PAREJA PERFECTA

Esa divertidísima escena, cuya foto vemos en portada, en la que Cary Grant da la hilarante respuesta a la tía Elizabeth, "¡¡Estoy empezando a ser gay!!" merece relatarse con todo detalle a continuación, pero antes, como es costumbre daré algunos detalles colaterales de la pareja protagonista.

Es posible que más de un espectador americano (ignoro si esa respuesta aparecía en la versión española primitiva) sonriera cómplice, cuando oyera "Estoy empezando a ser gay". Era público y notorio (sobre todo en el mundillo de la farándula) que Cary Grant mantenía una "relación íntima" con el actor Randolph Scott. A ambos se le conocían entre la gente de Hollywood como el Damon y el Pitias (en alusión a los legendarioas amigos griegos), por su franca y abierta forma de manifestar en público sus sentimientos. Esta amistad o relación duró doce años con sus correspondientes altos y bajos.
Los rumores sobre la homosexualidad de Grant le persiguieron durante toda la vida, a pesar de sus matrimonios. Pero hubo un hecho especialmente desgraciado (narrado por el escritor Marc Eliot en su libro "Cary Grant: La Biografía") que tal vez fuera un mecanismo publicitario negativo, montado para desprestigiar al actor, que se encontraba entonces en lo más alto de su fama.
Su antiguo chófer, un tal Raymond Austin, de 25 años, declaró haber tenido una relación amorosa con el actor. La noticia fue titular de primera página en muchísimos diarios. Grant tuvo que hacer un desmentido rotundo a través de su abogado.
Las causas que empujaron a este desgraciado personaje a declarar tal noticia no se han podido averiguar. Se supo que más tarde el tal Austin se intentó suicidar con una ingestión de pastillas, pero sobrevivió al intento. Después desapareció.

En cuanto a Katherine Hepburn recojo anécdotas de algunos de sus compañeros, que trabajaron con ella a lo largo de su dilatada carrera.

El malogrado actor Christopher Reeve dijo acerca de Katherine Hepburn: "Ella insistía en convencerme, "Se fascinante , Christopher" y yo le contesté: "Bueno, Katie, eso es fácil para tí. El resto tenemos que trabajarlo mucho".

Bien, eso es absolutamente cierto, en "Bringing....", Katherine irradia fascinación. Ella trabajó para conseguir ser fascinante desde su primer film "Un Caso de Divorcio" en 1932 y siguió siendolo hasta su muerte en Junio de 2003.
Sydney Lumet, que la dirigió en "Long Day's Journey Into Night" contaba: "Rodábamos una escena muy tensa en la que Edmon (Dean Stockwell) se enfrenta a ella y le dice: "Mamá, escúcha, yo estoy colgado". Esta confesión suponía un choque emocional para ella así que le dije: "Kate. Quiero que le empujes violentamente y le pegues un bofetón con todas tus fuerzas". Ella me contestó: "Sydney, creo que no podría hacer eso que dices, porque no soy tan fuerte físicamente. ¿Puedo probar primero?. "Adelante" , le dije. Ella abofeteó con tal fuerza al pobre diablo, que no hubo que volver a repetir. En todo caso Dean no hubiera podido resistir otro bofetón igual".

Pero sobre todo, Katherine tenía carácter, el mismo que luce a todo lo largo de "Bringing Up Baby". No me resisto a transcribir lo que dijo Anthony Harvey, quien la dirigió en "The Lion in Winter": "Kate llamaba a Peter O'Toole "Cerdo" y él la llamaba "Jamelga". Siempre estaban discutiendo entre ellos, pero al final ella siempre decía "Escúcha a Tony y cierra el pico". La relación entre ambos era de amor-odio. Un día Peter se escaqueó del plató para jugar al Blackjack. Kate lo buscó por todas partes diciendo "¿Dónde diablos está este hombre metido?. Al final lo encontró en su trailer. Ella cogió una pesada bolsa y la estampó en la espalda de Peter. Cuando el equipo le vió aparecer en un estado lamentable nadie pudo resistir la carcajada" .
(Estas anécdotas las he recogido de diversos medios y están traducidas por mí, creo que he sabido respetar la esencia de las mismas)

TRAS LA PISTA DEL HUESO ROBADO

Huxley, absolutamente resignado, se sienta en las escaleras, incapaz de ninguna reacción. Tía Elizabeth insiste en averiguar quién es el joven tan estrambótico que ha invadido su casa.
La criada, tan sorprendida como sus señora no acierta tampoco a explicar algo que no sabe. En ese momento aparece en escena la extraordinaria Susan haciéndose la nueva

- ¡Tía Elizabeth, qué sorpresa verte!¡Querido George!- al perro- Tía, no te esperaba.
- ¿Quién es ese?- Pregunta muy seria Tia Elizabeth señalando a DAvid.
- ¡Ah, él!- contesta Susan con cierta indiferencia- Es un amigo de Marc.

David hace un gesto como para decir algo, pero desiste. Susan explica a su tía que el amigo de Marc- refiriendose ha David- ha trabajado mucho y que está al borde de un ataque de nervios. Marc aconseja que incluso se le permita llevar salto de cama si él quiere.

- ¿Quiere vestir así?- pregunta sorprendida tía Elizabeth ante tan peregrina explicación.
- Solo quiereo casarme- dice David con resignación mientras permanece sentado sin voluntad para reaccionar ante tan subrealista situación.
Tía Elizabeth cree que la alusión al matrimonio, que acaba de hacer David es entre él y Susan.

- ¡Susan, te lo prohibo¡¡Te desheredaré
- No lo entiende- dice David con el gesto de quien siente lástima- ha sido un malentendido.
- ¡No permitiré que te cases con un hombre que va en salto de cama¡- concluye Tía Elizabeth en sus trece.

En ese momento David reacciona. Se levanta de un salto y con gesto de lobo feroz, acercando su nariz a la cara de la sorprendida tía Elizabeth le grita silencio. Al mismo tiempo que da el salto pisa los pies de Susan que dolorida se agacha. Masticando con rabia las palabras, DAvid exige, más que pide, una ropa apropiada para él
Tanto la sorprendida y ahora asustada tía Elizabeth, como Hanna, la criada señalan el cuarto de Marc, donde David se dirige seguido de George.
Susan, acariciandose el pie juega al me quiere no me quiere con sus dedos y distraidamente pregunta donde ha ido DAvid.
Tía Elizabeth le dice que a buscar ropa. Susan se levanta inmediatamente y se dice a sí misma con toda la lógica. "If he gets some clothes, he'll go away and he's THE ONLY MAN I'VE EVER LOVED".
Toda la vivacidad y energía de Susan salen a flote. Sale corriendo a su habitación, se cambia de vestido y busca a David que acaba de enfundarse otro ridículo traje. En este caso es un traje de jockey. Ella no puede aguantar las carcajadas cuando lo ve de tal guisa. Ya más tranquila Susan le pregunta:
- ¿Qué vas a hacer?
- Volver a Nueva York. - le contesta él convencido.
- No puedes ir así.
- Me da igual. Es lo único que he encontrado y de cualquier forma vuelvo a Nueva York a reparar el daño que he hecho, desde que te conozco, tanto a la Srta Swallow como al Sr. Peabody.
- Pero David, puedes hablar con Mr. Peabody a través de mi tía, es su abogado. El hace todo lo que ella le dice.
- ¿Su abogado?- pregunta David sorprendido. ¿Como se llama tu tía?
- Elizabeth, ya lo sabes.
- Tendrá un apellido...no, no me lo digas- David intuye lo que Susan va a contestarle.
- Señora Carleston Randon.
- Lo sabía.- dice David costernado- Entre los siete millones de personas que hay en Nueva York ¿Por qué tuve que conocerte a tí?. La Sr. Randon quiere donar un millón de dólares y yo lo quería para el museo....
- Pero DAvid- dice Susan consoladora- yo creo que no le has dado muy buena impresión a Tía Elizabeth.
- Ya me he dado cuenta, Susan, pero escucha. Vamos a olvidar todo porque esto es muy serio. ¿puedes prestarme atención?

Susan le mira embelesada al tiempo que le dice con un suspiro "¡Estás muy guapo sin gafas¡". DAvid hace caso omiso al piropo y sigue dándole instrucciones urgentes.
- Lo he complicado todo, tu tía no debe saber quien soy yo. ¿lo comprendes?- Susan sigue suspirando con una sonrisa iluminada- Dile que soy el amigo loco de Mark, que no soy David Huxley. ¿Lo recordarás , Susan?
- Sí David. Pero estás muy guapo sin gafas.- sigue melosa.
David se desespera de la falta de atención de Susan. De pronto, cuando sigue a Susan al dormitorio de ésta se da cuenta con desesperación de que el hueso ha desaparecido de la caja. Cree que ha sido ella la culpable y le dice que nada de lo que hace es lógico
- Tendrás que encontrar otro - le contesta Susan con lógica aplastante.
- ¿Acaso sabes el trabajo y los años que ha costado encontrarlo?
- Bueno. Ahora sabes donde está y puedes ir a por otro.- continua con lógica susaniana.

De pronto, ambos comprenden que el único culpable de la desaparición del hueso ha sido George el perro y salen disparados a buscarle.
Cuando encuentran a George en el inmenso jardín, tratan de convencer al perro de que recuerde donde diablos ha enterrado el hueso. Tras desafortunados intentos y varios hoyos abiertos en el jardín vemos al perro sentado y a Susan y David cavando desesperadamente sólo para encontrar varios pares de botas.
Pero para que la situación se complique aun más, entra en escena un nuevo personaje, el Mayor Horace Applegate, "el hombre que susurraba a los leones", como veremos más adelante.




5 comments:

Josep said...

Muy buenas esas anécdotas que cuentas.

Esa pareja sentó cátedra para cualquier comedia, con un dominio del absurdo como lógica imperante que resulta irresistiblemente cómica e hilarante.

¡Más, más! ¡Queremos más!

Un abrazo.

alicia said...

Por una vez - y sin que sirva de precedente- estoy totalmente de acuerdo con Katharine Hepburn: ¡Cary estaba tan mono sin gafas!

Anonymous said...

Josep, prometo que esta semana haré un esfuerzo y terminaré con Bringing. Honestamente la semana pasada fue demasiado y ayer tenía mucho interés el acontecimiento como para emplear el tiempo en escribir, aunque no se...De todas formas fuí invitado a una fiesta familiar(demasiado numerosa)donde todo el mundo habló de política.....Gracias que entre todo aquel barullo había cinco criaturas, cinco perros, con los que dialogué muy a gusto.
Un abrazote.

Anonymous said...

Alicia, creo que efectivamente Cari Grant tenía mucho encanto para las mujeres (y para ciertos hombres, obviamente). Cuando hace poco me regalaron la biografía de este actor no tenía demasiado interés en leerla, pero comencé y al final la leí en tres asaltos.
Coincido con el autor del libro en que nunca estuvo tan fascinante Cary Grant como cuando colaboró con el maestro Alfredo el Grande.
Un abrazote.

Josep said...

Promesas, promesas....

Todos conmigo:
¡Menos ron y más trabajar!
¡Menos ron y más trabajar!
¡Menos ron y más trabajar!


Sabía que en Canarias teníais "una hora menos", pero no sabía que las "semanas" fueran tan largas.... :-)

Un abrazo.