Me da un poco de corte asomarme a este blog. Esta intrusión me coloca en una situación paradójica. En el devenir cotidiano, yo soy la jefa del individuo que perpetra estos pots, y aquí, en el devenir virtual, él es mi jefe. Este señor, que hasta hace muy poco, yo no miraba con muy buenos ojos, me ha dado la oportunidad de presentarme aquí y de colaborar , de alguna forma, en una especie de equipo complementario.
Honestamente, no se si sabré estar a la altura de las circunstancias, pero voy a intentarlo. Empezaré por darme a conocer. En principio iba a poner mi foto en cabecera, pero me ha parecido presuntuoso y fuera de lugar, por lo que he decidido desechar tal idea.
Mi nombre es Hildegard...sí, extraño nombrecito. Se lo debo a una bisabuela paterna de la que mejor no hablar (Tengo una foto de ella en el evento de su boda. ¡Todo un espectáculo¡). Mi jefe...¿mi jefe?...no, mejor mi compañero (empecemos a poner las cosas en su sitio) me ha explicado que este nombre tiene comnotaciones cinematográficas, como muy pronto va a reseñar cuando aborde la próxima obra de Howard Hawks (en la que trabaja denodadamente, a costa de ciertos "tiempos muertos" en mi oficina...todo hay que decirlo.)
Si alguien, malintencionadamente, piensa que estoy usando pseudónimo está totalmente equivocado-a. Pero, como soy muy práctica, estoy abierta a todas las sugerencias que planteeis.
Bien, voy a dejarme de más circunloquios y entremos en el asunto.
Yo no soy experta en cine, como mi compañero Anro, pero sí creo que entiendo algo de libros y de música. Dado que ambos extremos forman parte de las imágenes que vemos en las pantallas, tampoco es que ande muy descaminada en las modestas disquisiciones que vierta en este blog. Además "Las Puertas de Babilonia" hicieron posibles "Las Columnas del Partenón", verdadera puerta y sostén de nuestra actual cultura.
Para demostrar lo que digo, voy, sin más dilación a hablar ¡cómo no¡ de una mujer: Enma Bovary. Y que alguien me discuta si este personaje literario no es cien por cien cinematográfico.
Seguramente que todos habeis oído hablar de esta mujer, pero ¿cuánto tiempo hace que no habeis releido, o leído por vez primera (que también hay interfectos así) esta maravillosa novela?
Gustave Flaubert, autor de la historia de Madame Bovary, tuvo el defecto de ser hombre....no, dios me libre de minusvalorar su sexo. Lo que ocurre es que Enma Bovary hubiera actuado, en algunos momentos de esta historia, de forma diferente si el relato lo hubiera firmado, por ejemplo Josephine Flaubert, pero qué le vamos a hacer. Gustave tampoco lo hizo tan mal, es decir, lo hizo muy bien.
Flaubert era un tipo la mar de extraño. Hurgaba en el ser humano como un cirujano, con minuciosidad y con precisión, pero a veces consideraba a sus personajes como un montón de basura.
Enma no aparece al principio de la novela, como sería lógico. Flaubert comienza su relato contando la juventud primera de Charles Bovary. Nuestra protagonista aparece mucho después.
Enma vive sus primeros cuatro años de casada en una pequeña población llamada Tostes. Naturalmente para una mujer de su carácter, aquel pueblo le debía de parecerle tremendamente aburrido.
Toda esta parte del relato y el posterior cambio de escenario en Yonville, localidad a la que se trasladan los Bovary, es tedioso y en cierta forma demasiado adornado de detalles, pero por contrapartida, las descripciones del campo y de la ciudad son tan vívidas y vibrantes, que llegan a fotografiarse en nuestra imaginación.
Cuando los personajes entran en acción, sus detalles y su caráter, penetran en nosotros con una fuerza vital extraordinaria...en un proceso continuo, como si fueran personas de la vida de nuestro entorno.
Flaubert era un detallista de la escritura. Es legendario que se pasaba horas buscando la palabra adecuada. Théophile Gautier solía bromear con esta manía y decía al respecto: "Ya sabe usted, el pobre padece un remordimiento que envenena su vida. ¿No sabe qué remordimiento es?; se trata de tener que poner dos genitivos juntos en Madame Bovary, uno a continuación de otro: "une couronne de fleurs d'oranger." . Lo atormenta, pero por mucho que lo intenta , le resulta imposible evitarlo".
En una carta el propio Flaubert dice " Todo el lunes y el martes los dediqué a escribir dos líneas". Yo creo que el problema de Flaubert con Madame Bovary, insisto, como ya decía antes, es que era hombre. Si "Madame Bovary" la hubiera escrito una mujer no habría tenido el mismo fin.
Hay que recordar en este punto que cuando se publicó "Madame Bovary" se armó tal escándalo que tanto el autor como el editor fueron procesados, ¡acusados de inmoralidad¡....¿cabe mayor cortedad de miras.?
El fiscal se regodeó en los detalles, considerados "pornográficos" (cualquiera que haya leído la obra se reirá a mandíbula batiente, con toda la razón. ¿Habeis leído alguno, las descripciones de las relaciones sexuales de las novelas actuales?...Pues no tienen ni comparación con las que se describen en M.Bovary)
Naturalmente el abogado defensor expuso que todas las descripciones "sexuales" eran necesarias para que la moraleja demostrase por qué Enma sufría y tuvo aquel final.¿Quería decir Flaubert que la muerte de Enma fué consecuencia de su "mala conducta"?
Afortunadamente cualquier lector avispado llega a la conclusión de que el desdichado final de Enma no se debió al adulterio que cometió, sino a su mala cabeza derrochadora. Ella acumuló tantas facturas que la sobrepasaron. Si hubiera seguido su instinto hubiera aprovechado la situación y nadie le habría impedido ir de amante en amante sin que ninguna moral pudiera pararla. Pero claro, estamos hablando del siglo XIX.
"Madame Bovary" sigue siendo una maravillosa novela, a pesar de todas las objecciones que podamos ponerle. Su lectura es gratificante y aún hoy muchas mujeres y hombres se emocionarán con esta mujer.
Hildegard Garrido lo escribió.
Honestamente, no se si sabré estar a la altura de las circunstancias, pero voy a intentarlo. Empezaré por darme a conocer. En principio iba a poner mi foto en cabecera, pero me ha parecido presuntuoso y fuera de lugar, por lo que he decidido desechar tal idea.
Mi nombre es Hildegard...sí, extraño nombrecito. Se lo debo a una bisabuela paterna de la que mejor no hablar (Tengo una foto de ella en el evento de su boda. ¡Todo un espectáculo¡). Mi jefe...¿mi jefe?...no, mejor mi compañero (empecemos a poner las cosas en su sitio) me ha explicado que este nombre tiene comnotaciones cinematográficas, como muy pronto va a reseñar cuando aborde la próxima obra de Howard Hawks (en la que trabaja denodadamente, a costa de ciertos "tiempos muertos" en mi oficina...todo hay que decirlo.)
Si alguien, malintencionadamente, piensa que estoy usando pseudónimo está totalmente equivocado-a. Pero, como soy muy práctica, estoy abierta a todas las sugerencias que planteeis.
Bien, voy a dejarme de más circunloquios y entremos en el asunto.
Yo no soy experta en cine, como mi compañero Anro, pero sí creo que entiendo algo de libros y de música. Dado que ambos extremos forman parte de las imágenes que vemos en las pantallas, tampoco es que ande muy descaminada en las modestas disquisiciones que vierta en este blog. Además "Las Puertas de Babilonia" hicieron posibles "Las Columnas del Partenón", verdadera puerta y sostén de nuestra actual cultura.
Para demostrar lo que digo, voy, sin más dilación a hablar ¡cómo no¡ de una mujer: Enma Bovary. Y que alguien me discuta si este personaje literario no es cien por cien cinematográfico.
Seguramente que todos habeis oído hablar de esta mujer, pero ¿cuánto tiempo hace que no habeis releido, o leído por vez primera (que también hay interfectos así) esta maravillosa novela?
Gustave Flaubert, autor de la historia de Madame Bovary, tuvo el defecto de ser hombre....no, dios me libre de minusvalorar su sexo. Lo que ocurre es que Enma Bovary hubiera actuado, en algunos momentos de esta historia, de forma diferente si el relato lo hubiera firmado, por ejemplo Josephine Flaubert, pero qué le vamos a hacer. Gustave tampoco lo hizo tan mal, es decir, lo hizo muy bien.
Flaubert era un tipo la mar de extraño. Hurgaba en el ser humano como un cirujano, con minuciosidad y con precisión, pero a veces consideraba a sus personajes como un montón de basura.
Enma no aparece al principio de la novela, como sería lógico. Flaubert comienza su relato contando la juventud primera de Charles Bovary. Nuestra protagonista aparece mucho después.
Enma vive sus primeros cuatro años de casada en una pequeña población llamada Tostes. Naturalmente para una mujer de su carácter, aquel pueblo le debía de parecerle tremendamente aburrido.
Toda esta parte del relato y el posterior cambio de escenario en Yonville, localidad a la que se trasladan los Bovary, es tedioso y en cierta forma demasiado adornado de detalles, pero por contrapartida, las descripciones del campo y de la ciudad son tan vívidas y vibrantes, que llegan a fotografiarse en nuestra imaginación.
Cuando los personajes entran en acción, sus detalles y su caráter, penetran en nosotros con una fuerza vital extraordinaria...en un proceso continuo, como si fueran personas de la vida de nuestro entorno.
Flaubert era un detallista de la escritura. Es legendario que se pasaba horas buscando la palabra adecuada. Théophile Gautier solía bromear con esta manía y decía al respecto: "Ya sabe usted, el pobre padece un remordimiento que envenena su vida. ¿No sabe qué remordimiento es?; se trata de tener que poner dos genitivos juntos en Madame Bovary, uno a continuación de otro: "une couronne de fleurs d'oranger." . Lo atormenta, pero por mucho que lo intenta , le resulta imposible evitarlo".
En una carta el propio Flaubert dice " Todo el lunes y el martes los dediqué a escribir dos líneas". Yo creo que el problema de Flaubert con Madame Bovary, insisto, como ya decía antes, es que era hombre. Si "Madame Bovary" la hubiera escrito una mujer no habría tenido el mismo fin.
Hay que recordar en este punto que cuando se publicó "Madame Bovary" se armó tal escándalo que tanto el autor como el editor fueron procesados, ¡acusados de inmoralidad¡....¿cabe mayor cortedad de miras.?
El fiscal se regodeó en los detalles, considerados "pornográficos" (cualquiera que haya leído la obra se reirá a mandíbula batiente, con toda la razón. ¿Habeis leído alguno, las descripciones de las relaciones sexuales de las novelas actuales?...Pues no tienen ni comparación con las que se describen en M.Bovary)
Naturalmente el abogado defensor expuso que todas las descripciones "sexuales" eran necesarias para que la moraleja demostrase por qué Enma sufría y tuvo aquel final.¿Quería decir Flaubert que la muerte de Enma fué consecuencia de su "mala conducta"?
Afortunadamente cualquier lector avispado llega a la conclusión de que el desdichado final de Enma no se debió al adulterio que cometió, sino a su mala cabeza derrochadora. Ella acumuló tantas facturas que la sobrepasaron. Si hubiera seguido su instinto hubiera aprovechado la situación y nadie le habría impedido ir de amante en amante sin que ninguna moral pudiera pararla. Pero claro, estamos hablando del siglo XIX.
"Madame Bovary" sigue siendo una maravillosa novela, a pesar de todas las objecciones que podamos ponerle. Su lectura es gratificante y aún hoy muchas mujeres y hombres se emocionarán con esta mujer.
Hildegard Garrido lo escribió.
7 comments:
Ante todo, Hildegard, felicidades por la decisión de afrontar vicio tan adictivo como es la bloguería.
Aunque, como lector de este sitio, debo lamentarme, pues si ya le falta a uno tiempo de revisar las películas que el empleado-jefe-compañero reseña, ahora deberé comprar más lotería para poder revisar los textos recomendados, amén de un reloj diario de 48 horas.
Buena idea la de empezar con un clásico, que tengo olvidado, fuente de inspiración de obras posteriores.
Reitero mi enhorabuena.
Un saludo.
No, Josep, las felicidades debo dártelas yo a tí. En realidad tú nos animaste a formar este tanden. Creo que vamos a seguir mucho tiempo en esta sociedad.
En realidad llevamos tiempo juntos (lo de jefa es cierto, ojo)
Un abrazo de Hildegard
Cierto, Josep, y muy cierto. Ella sigue siendo mi jefa. Pero tambien es mi compañera.
Si le das un vistazo al blog comprobarás que es muy guapa.
Un abrazote.
¿Que yo os animé?
Ni veo cómo ni cuando, ni quiero tamaña (i)responsabilidad.... :-)
Ya imaginaba, ya, el binomio... :-)
Un abrazo a ambos.
Bueno, hecha la aclaración, manos a la obra. Haremos lo posible por seguir pasando con todos un rato agradable.
Un abrazote bis
"Madame Bovary" pertenece a una época literaria que me gusta mucho, y en su momento me encantó la novela, aunque ahora, sepultada por tanto consumo de arte, está algo olvidada. Tengo el mismo problema que Josep, así que si consigue el jodido reloj, que me reserve uno.
Bienvenida al mester de bloguería, Hildegard, en cualquier caso. Cuidado no te enganches demasiado, que luego hay que despegar al bloguero del ordenador con espátula.
En cuanto al hecho de que seas la jefa de tu compañero... Hay una frase tan machista como divertida de Jack Nicholson en "Algunos hombres buenos" que le va que ni pintada a la situación. Pero soy un caballero y no la voy a reproducir: la lanzo al aire cinéfilo, a ver si alguien la alcanza. Saludos.
No se yo si este mester de bloguería me va a subir demasiado al pelo. Me encanta y me halaga que mi primera incursión haya despertado la curiosidad de dos caballeros, al menos en lo que a gráfica se refiere.
La referencia a la frase de Nicholson ha dejado a mi compañero sumido en el silencio....no se si por ignorancia o por otra razón. Espero que alguien me la aclare. Yo sí pertenezco al gremio de las mujeres curiosísimas.
Un besito de Hildy
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