Monday, August 30, 2010

LOS CUADERNOS DE BIBI- EL CRIMEN DE LA CALLE 42


Algunos amigos, impacientes ellos, me han reprochado la supuesta desidia a la continuación de los fascinantes cuadernos y las apasionantes historias de este peculiar personaje, lejano antepasado mío, llamado Bibiano Alcalá. Nada más lejos de mi intención , pero como todos sabeis ha mediado un largo verano y servidor de ustedes ha vivido importantes cambios que no es el caso contar en este blog. Por otra parte, y creo que lo he dicho anteriormente, lo de "cuadernos" es un mero título que no tiene nada que ver con la realidad. Bibiano dejó cientos de páginas sueltas y desordenadas. Yo he tenido que adaptarlas a este blog resumiéndolas y puliéndolas.
Dicho todo lo dicho, hoy he decidido publicar una historia realmente insólita y desconocida del gran público. Las figuras de Busby Berkeley, Harry Warren y Ruby Keeler con el telón de fondo de la espectacular producción "La Calle 42", son lo protagonistas de la siguiente historia de Bibi.


"Uno de mis mejores amigos en Hollywood fue Joe Yule. A mí me gustaba seguir llamándole de esta forma aunque en los estudios decidieron colocarle otro nombre más comercial. Su público entusiasta le conocía por Mickey Rooney.
Joe había hecho una película de gran éxito "Broadway to Hollywood", donde mi amigo comenzó a mostrar de lo que era capaz. Mickey había pasado de ser una crisàlida a una maravillosa mariposa. Su simpatía engreída e infantil penetró como un torbellino en el mundo del cine. Esa desenvoltura vivaz, ese genio pequeño y revoltoso engolosinó a la propia MGM y obviamente llegó a la cumbre. Pero eso fue despues de aquel año de 1933.

En febrero de 1932 Joe y yo nos conocimos en una fiesta que organizó mi madre para celebrar el èxito que ésta había obtenido en una producción de "La Bohéme" en la ópera de Chicago, donde había interpretado el papel de Mimi. Al acontecimiento social acudió el todo Hollywood. Los muchachos deambulabamos por los salones a nuestro aire y aunque los trajes de etiqueta nos molestaban un tanto, la curiosidad de ver a tanta celebridad nos hacía olvidar cualquier inconveniencia.

Joe y yo estábamos sentados en lo alto de unas escaleras degustando unos riquísimos sorbetes de mango. Allí sorprendimos una curiosa conversación entre dos mujeres enfundadas en vestidos espectaculares. No las conocíamos, pero más tarde supimos que eran dos actrices-bailarinas llamadas Bernice Dubin y Elga Ames.
- Dime que esa que veo ahí dentro no es Ruby Keeler- dijo venenosamente Bernice.
- Sí cielo, esa zorrita que está hablando con Busby es la mismísima Keeler.
Ambas mujeres sostenían una copa y a través de ella miraban a la nombrada con ojos asesinos y envidiosos.
No habían pasado unos minutos solas cuando de inmediato se acercaron a ellas unos caballeros sonrientes y un poco traqueteantes, tal vez por la bebida. Pronto el cuarteto estalló en risas y fiestas.
- Salvatore, Oh perdona! Harry, ¡qué delicia tu última canción "Sweet and Low"!...- Elga se colgó del brazo del hombre al mismo tiempo que colgaba sus ojos pestañeantes en un soterrado deseo de utilizar la fama del tipo en su más desaforado provecho.
El llamado Salvatore o Harry desmontó la ilusión de la ninfa con una gran carcajada.
- Querida te puedo asegurar que mi próximo trabajo para la Warner y el gran Busby va a cambiar la vida de muchas personas de esta ciudad.
Elga se separó bruscamente del llamado Harry y con gesto enfadado le dijo
- Se trata de una película, ¿verdad?....y la Keeler está por medio ¿cierto también?
Sin dejar de sonreir Salvatore o Harry asintió. Elga dejó, o casi tiró la copa encima de una pequeña mesita y separándose del grupo entró con decisión en el salón central.
Mickey y yo asomamos nuestras cabezas con suma curiosidad porque intuiamos el principio de una tempestad emocional.
El trío sorprendido siguió con la vista los andares guerreros de Elga que se aproximaba al grupo donde se encontraba Ruby Keeler.

- Ruby, querida- dijo Elga con una sonrisa cosida- acabo de enterarme de la noticia. ¡Es sublime, querida!....¡Y tú no me habías dicho nada Busby¡....Claro que tú te callas tantas cosas...incluso ni se lo cuentas a tu querida Merna (Merna era la esposa del coreografo por aquel entonces)

El grupo estaba violento. Berkeley mostraba tensas sus facciones y probablemente hubiera saltado al cuello de Elga si hubiera estado solo con ella. El resto no sabía qué decir porque Elga mirando de reojo a Ruby soltó su insinuación más venenosa.
- ¿Cuándo te lo dijo a tí Ruby?.....
Nunca pensó Elga Ames, que las burbujas de champagne y sus celos desaforados pudieran gastarle aquella mala pasada.
Jack Warner que se encontraba muy cerca y habia prestado atención a la escena hizo una seña a dos fornidos gorilas que inmediatamente se acercaron a la chica y cogiéndola de ambos brazos casi la arrastraron a la salida. Ella intentó protestar, pero cuando cruzó su mirada con la del imponente magnate se dió cuenta del disparate que había cometido y se dejó hacer resignadamente.

La vida continuó como siempre en Hollywood. Mis padres volvieron a salir de gira y yo asistía a una prestigiosa academia de música donde me preparaba para hacer mi presentación cinematográfica en la película "Dearest Daddy" que dirigiría un director novel llamado Norman Taurog.
En los estudios Warner ya había comenzado el rodaje de la película "La Calle 42". Todos los que participaban en aquel rodaje estaban más que satisfechos. Aquella película sería el bombazo de la temporada....pero ocurrió algo inesperado en mitad del rodaje. Yo, por mi edad, no fui testigo directo de los acontecimientos, pero años más tarde la novelista Fannie Hurt, con la que compartí amistad en mis años neoyorkinos me contó toda la historia. Ella la vivió muy de cerca ya que por aquel entonces terminaba su famosa novela "Imitation of Life", que sería llevada a la gran pantalla. Dejo a ella la continuación del relato.

"Alguien había asesinado a Elga Ames. Su cuerpo desmadejado y roto, vestido con un ajustado y rico vestido de lentejuelas, yacía en mitad del plató donde se filmaba "La Calle 42". Su larga cabellera parda redondeaba como un halo su cabeza. Mantenía sus ojos inquietantemente abiertos. Un hilo escarlata había brotado de su pecho, atravesado con un afilado punzón. El detective, contratado urgentemente por Jack Warner miraba pacientemente la escena del crimen.
- Sr. Moran éste suceso no puede trascender a la prensa. El estudio solo puede mantenerlo oculto 24 horas, en ese plazo tenemos que presentar el caso resuelto a la policia, porque si ésto se nos escapa de las manos tendremos un gran problema. Ni el Sr. Berkeley ni Miss Keeler se van a salvar del desastre.
Quien así hablaba era Warren Homer, primer responsable de los estudios y mano derecha de Jack Warner.
- Sr. Homer jamás impongo un plazo a mis actuaciones, simplemente resuelvo los casos- El tipo aparentaba unos cuarenta años. Era alto y huesudo, de complexión fuerte y cabeza poderosa. Tenía la tez muy morena, de color aceituna, que revelaba su ascendencia hispana. Se cubría con un sombrero de ala ancha, vestía con cierta elegancia y no dejaba de fumar cigarrillo tras cigarrillo.
- Sabemos de su experiencia sr. Morán, pero debe usted hacerse cargo de nuestro problema...en cuanto a sus honorarios no dude en presentar cualquier cifra.
- Valgo lo que valgo Sr. Homer. Ahorremos esos detalles y dígame quién descubrió el cadáver.
- Uhmm. Precisamente Miss Keeler. Es muy madrugadora. Hacia las seis de la mañana habló con el portero pidiéndole que le abriese la puerta. Quería ensayar sola unos pasos de baile. El portero la acompañó para encender las luces. Mientras éste se dirigía a la cabina oyó los gritos de espanto de la actriz e inmeditamente fue a ver qué pasaba."

El detective Morán preguntó a Mr. Homer qué relación tenía la chica con el estudio y cuál era su agente. Elga Ames estaba contratada por el estudio como chica de conjunto y actriz ocasional para personajes de una frase. Su agente era un tal Tom Dartmouth, un tipo estrafalario que pocas veces estaba lúcido, porque se pegaba más de lo debido a la petaca. Sólo representaba a "género de tercera clase", y cuando telefoneaba a un estudio siempre le clavaban las excusas más peregrinas. Sin embargo en los gloriosos "silent years" había contado con una agenda con lo más granado de los intérpretes como Olga Pêtrova o Bessie Love.

Mr. Morán lo encontró en un sórdido despacho donde lo que más abundaba era el polvo y la suciedad.
- Bien Mr. Dartmouth ¿cuándo vió a Miss Ames por última vez?
Después de empinar su petaca y limpiarse con el dorso de la manga el agente artístico contestó con voz rasposa y vacilante.
- Uhmmm, déjeme pensar. Sí, casi estoy seguro de que fue anoche en las cercanías del Hotel Christie en Hollywood Boulevard. En realidad fue un encuentro casual Miss Ames entraba al hotel del brazo de un tipo alto y rubio.
- ¿Reconoció a ese tipo?
- Claro, que lo reconocí. Es un matón que tiene como patrón a Stroheim, aunque éste a pesar de que le ha dado trabajo en su última película "Walking Dawn Broadway" ya no puede hacer mucho por él. Mariposea de estudio en estudio con su buena planta y estoy seguro que hará buena carrera. Sin embargo me extrañó mucho que fuera con Miss Ames, el tipo quiere volar alto y la pobre y difunta Miss Ames era un juguete sin valor.
- Conoce su nombre y dónde vive.
- Déjeme ver. Uhmm!....sí en 202 de Ivar Avenue y se llama, aunque dudo que sea su verdadero nombre, Tom Quest.

Hugo Morán dirigió su destartalado Ford colina arriba hacia Ivar Avenue. El día avanzaba implacable. Su reloj suizo marcaba las 11.30 pasadas. Se fijó en un Packard rojo que bajaba a una velocidad más que razonable, Apenas tuvo tiempo de ver a la mujer que conducía, pero apostó 10 contra uno que se trataba de Ruby Keeler. Pero ahora lo importante era hablar con Tom Quest.

Fue el propio Quest quien abrió la puerta. Vestía solamente un albornoz. Efectivamente se trataba de un tipo de los que no pasan desapercibidos para las mujeres. Colgaba de su cara una encantadora sonrisa que mostraba una hilera de dientes blancos y perfectos. Sus ojos eran azul acero y una cabellera rubia repeinada coronaban una cabeza de perfecto anglosajón. Era alto y muy atlético.
- ¿Mr. Quest?
- Si, .....¿Desea?
- Soy el detective Hugo Moran y quisiera hacerle un par de preguntas, si usted no tiene inconveniente.
Si el tipo tuvo algún inconveniente desdeluego no lo demostró, antes bien, se volvió absolutamente servicial e invitó al detective a entrar en el apartamento.
La pieza central de la vivienda estaba decorada con toques modernos y elegantes. No parecía que fuese el hogar de un aspirante a actor, bien al contrario parecía casi la pequeña miniatura del palacete de un actor consagrado. Tal vez sus ingresos procedían de servicios privados, pero eso no era de la incumbencia del detective.
- ¿Conoce usted a Elga Ames?
- Sí, por cierto. Es una mujer hermosísima.
- ¿Cuándo la vió usted por última vez, Mr. Quest?
- Anoche tomamos juntos unas copas en el hotel Christie, pero Elga, para sorpresa mía se marchó más pronto de lo que yo hubiera deseado. Estábamos francamente felices tomando un cocktail cuando un mozo se acercó a nosotros y le dijo a Elga que un automóvil le estaba esperando a la puerta del hotel. Ella se excusó conmigo. Me pareció que estaba un tanto excitada pero no me dió más explicaciones.
- ¿Y eso a qué hora ocurrió?
- No recuerdo muy bien pero debían de ser las once de la noche. Calculo esa hora porque vine llegando a casa hacia media noche. Estaba cansado y quería leer un guión que me había mandado mi agente.
- Ya....- Morán hizo una pausa y preguntó a bocajarro- Acabo de ver a la Miss Keeler saliendo de su casa cuando yo casi llegaba
Tom Quest se puso rojo y abrió los ojos con sorpresa.
- Sí, veo que llevo razón- continuó Morán- ¿qué le ha dicho Miss Keeler sobre Elga Adler, socio?
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Llegado a este punto de la narración no tengo más remedio que interrumpirla porque el resto de las cuartillas no guardan el orden que debieran. Espero poder continuar en los próximos días con éste extraño caso.







29 comments:

David said...

Impacientes! Me voy a callar, me voy a callar. Jo! Qué memorias tan entretenidas. Tienen de todo.
Siempre me ha encantado Mickey Rooney (¿será por qué yo también soy bajito?). Más allá de su extensa filmografía, me parece que es un estupendo actor.

Hace cosa de un mes o dos revisité El joven Edison (de Norman Taurog, por cierto) y siguió gustándome y entreteniéndome a pesar de ser más falsa que... bueno, ya me entiendes (ja,ja).

Busby supongo que tendría montones de secretos que guardar a su mujer (uno por cada bailarina de sus films, imagino).
Y ahora qué... ¿a esperar tres meses o vas a portarte bien y continuar la historia del detective?

Un abrazito (aunque no te lo mereces).

Josep Lloret Bosch said...

Escribo esto únicamente para que todo el mundo constate mi buena fe y escasas luces, porque tengo clarito, Antoñete de los c. que de nuevo nos la vas a dar con queso y veo que David se ha reblandecido porque ni siquiera te reclama la continuación de lo que dejaste a medias.

Esto no es serio, porque uno ha seguido tantas líneas interrumpidas que ya no sé ni como me llamo, así que si el próximo viene a ser algo así como un resumen de tus vacaciones en donde sea, agarro el muñequito ése que tengo y empiezo a hincarle alfileres a todo trapo.

Estás avisado, majete.

Ni saludos, ni abrazos ni nada hasta que no te comportes como un caballero. ¡Hala!

p.d.: El relato interesantísimo, eso sí: una novela negra hollywoodiense: esperemos leer el final....

ANRO said...

Aunque soy un pelín agnóstico, amigo David, siempre me pareció muy ilustrativo el puyazo que el galileo le soltó a su discipulo Tomás. Yo no voy a tener más remedio que meterte por las narices estos sagrados documentos que afortunadamente poseo y hacerte creer lo evidente.

Nada de esperar tres meses, querido amigo, de hecho ya tengo la continuación casi lista, lo que ocurre es que no me gusta alargar demasiado las entradas. Con el calor la gente suele estar perezosa y no hay que cansarles.Te puedo asegurar que Morán es un buen detectivo, claro que esa opinión ya la tenía de él la famosa novelista Fannie Hurst.
Un abrazote.

ANRO said...

Amigo Josep, no seas así que no hay para tanto. Sí, ya se que prometí una tragedia...y te aseguro que viene de camino, pero tienes que comprender, como digo en la entrada que los "cuadernos" son cientos de páginas revueltas. Estate tranquilo que tal que termine el caso de la Calle 42, "Bibi" nos contará su particular tragedia.

Bueno, que yo sepa esa es la única promesa que me falta. En cuanto a las continuaciones de mi otra serie están saliendo poco a poco...¿Te das cuenta de lo injusto que eres?

El final de "La Calle 42", como le digo al caballero de la montera verde, viene ya calentito. Estoy en ello.

Sois la leche y el verdadero nervio de este blog.
Un abrazote.

David said...

A ver... Menos cachondeo con lo de la montera verde, que la portan mis hijos (ja,ja).
Y conste que yo no he querido hacer mención a la trama que dejaste inconclusa, porque ya acepto tus post casi resignado.
Un saludito.

abril en paris said...

^Me esfuerzo ( con gusto ) por seguirte amigo Antonio....pero me está costando...es que me pierdo un poquitin ' sorry '...
Esta historia es como muy densa
¿ no ?..ja ja

Un abrazo amigo :-))

David said...

Ya ves que no somos los únicos, Anrito... Ja,ja...

Crowley said...

Amigo Anro, este serial es de lo más interesante. ¿Has pensado en recopilarlo todo en un link y así podríamos tener acceso directo a él?. Y ese Bilbaino Alcalá es una invención grandiosa, de verdad.
Un abrazote y a esperar el siguiente.

alicia said...

No se vale dejarnos así con la intriga, Antonio. No tardes mucho en escribir la continuación, , que no sé si podremos aguantar demasiado

ANRO said...

¡Qué bueno, David, cuánta resignación cristiana rezumas!...ja, ja, ja....Como te decía y siguiendo las pautas cristianas, ten fe.
Eso de los itos me gusta pero yo sigo con los otes

ANRO said...

No te pierdas, querida Abril, que al final todo tiene su explicación..lo único que lamentaría sería cansarte eso daría prueba de mi torpeza. Aburriros es lo menos que deseo.
Un abrazote.

ANRO said...

Nu hurgues en las heridas Davisito.

ANRO said...

Me gustaría Crowley pero tendría que pulirlo muchísimo. La idea era hacer una novela corta, pero sabes que un blog tiene ciertas limitaciones
Cuando complete el ciclo de Bibiano es posible que intente algo.
Un abrazote.

ANRO said...

Querida Alicia, prometo que antes del fin de semana publicaré la segunda parte de este caso...creo que va por buen camino.
Un abrazote.

Josep Lloret Bosch said...

"Querida Alicia, prometo que..." (sic)

Promesas, promesas, promeeeesaaaas

Un abrazo.

Marcos Callau said...

Vaya relato tan entretenido AN-Ro. Siempre me ha caído muy bien el bueno de Mickey Rooney. Recuerdo muchos papeles suyos que me gustaron y también recuerdo su intervención al final de su carrera haciendo de ángel en la serie "Vacaciones en el mar". Ay, si es que soy un nostálgico. Esperaremos el resto de la historia con impaciencia.

Crowley said...

Te puedes creer que por tres veces he leído tu texto y si no llega a ser por David, que está en todo, hbiese jurado ante el mismísimo Haneke que habías escrito Bilbaíno en lugar de Bibiano... Si es que no tengo remedio...
Pues estaría bien una novelita corta, pero ¡ah, el tiempo!... Te imaginas que la Lotería en lugar de sortear dinero sorteara tiempo...
Un abrazote

David said...

Ja,ja,ja. Josep ha descubierto tu vocación de político. Mucha promesa por aquí sin cumplir.
Ala, un saludOTE.

David said...

Aunque igual me equivoco y lo que quería decir es que además de los post del blog, te dedicarás a la canción como Celentano y así abrieras otro frente más de dedicación (je,je).
Fíjate que pensaba que iba a escuchar el Promises, promises de Bacharach y David. En fin, da igual. Gracias, Josep, que este hombre no cumplirá con lo que "promete", pero al menos me río un rato con tus comentarios (casi hacen que me olvide de tus crueles jueguecitos).

ANRO said...

Primero a Marcos.A pesar de lo que dicen ese par de chaflanejas (palabra canaria que equivale a tocapelotas)sigo prometiendo una rápida segunda parte. Primero por el personal y segundo por mi propia imagen.
Me da Marcos que a esta gente le ha sentado mal el veranete.
Un abrazote.

ANRO said...

Croeley sí que me extrañó que pusieses "Bilbaino" en vez de Bibiano...dios, cómo andan las cabezas por estos lares.
Vele, vale...me pongo a la faena.
Un abrazote.

ANRO said...

David y Josep, que poca fe teneis ambos...yo, que ando de cristiano subido os aconsejo aquello de Bienaventurados los que esperan porque .....
En fin ¿os habeis aprendido el término canario de hinchapelotas?
Pues eso....
que un abrazote a los dos.

Josep Lloret Bosch said...

Lo que hay que oir....

Mañana ya es miércoles: vamos a tener 48 horas de Paciencia

Estamos ojo avizor....

Un abrazo.

p.d.: torracollons, en mi pueblo...

ANRO said...

Muy bonita la "Paciencia", Josep
Gracias por ella y las 48 horas
Buenas noches majete

Bruja Truca said...

Pues nada esperaremos. Pero debo decir que san Google que todo lo sabe, no sabe quien es la señorita Elga Ames. Espero que no sea una invención...una invención buena, pero invención. A una es que no le pasan estas cosas de familiares que fueron famosos en Jolibú y es pelín escéptica.
Un abrazote de todas formas.

ANRO said...

Querida Bruja...uhm...no sé que decirte. Yo juraría que Elga Ames es un personaje real.....no, es broma. Elga Ames es un personaje absolutamente imaginario, al igual que toda la trama que gira en torno a "El crimen de la Calla 42".
Naturalmente el personaje de Bibiano es mitad y mitad cierto e imaginaro. Creo que a estas alturas de la serie y para evitar contratiempos en el futuro tengo que matizar que todo lo que se cuenta es pura invención del autor.
Un abrazote.

David said...

¿En serio? ¿De verdad?
Pues ya no sigo leyéndo esta serie, que me siento engañado y estaado!!. Me estaba interesando porque pensaba que era la más absoluta verdad, como la película de El joven Edison a la que había aludido (ja,ja)...
Un abrazote... y no tardes...

ANRO said...

Joder, de sopetón me diste un susto...menos mal que al final tiene uno a los amiguetes.
Habrás comprobado que cumplo mi palabra. Veremos qué dice el socio.
Un abrazote.

Manuel Márquez said...

Alguna ventaja, compa Antonio, tenía que tener leerte tan, tan tardísimo: yo, a diferencia de los incrédulos e impacientes comentaristas previos, ya sé que ha habido segunda parte. Y buenas ganas que me has metido de leerla cuanto antes, porque las pesquisas de Morán (oye, por cierto, ¿no será hermano de mi paisano Paco Morán...?) prometen, y mucho. Buen pulso te das para la ficción, compa, que te conste...

Un fuerte abrazo y hasta pronto.