Wednesday, June 25, 2008

CONTESTO EL CUERVO: "NUNCA MAS"


LAS CRONICAS DE LOLA

He caminado por el viejo Boston, por sus empinadas callejas hacia el North End hasta llegar a una calle donde las casas están adornadas con jardines llenos de flores primaverales. Bajo el azul brillante de la tarde nada empaña esta atmósfera tranquila. Pero desde lo alto de la colina veo acercarse la silueta negra de un cuervo que se posa sobre una de las rejas que cierra uno de los preciosos jardines. Me mira curioso y vuelve a emprender el vuelo hasta perderse. Cuando me vuelvo, tengo un sobresalto. No he oído cómo llegaba hasta mis espaldas un alto individuo, vestido de negro. Es muy delgado y sus facciones son pálidas y tristes y aunque tiene los ojos hundidos, éstos brillan con un extraño fulgor parecido al del acero. Orla su cara una cabellera flotante, tan negra como el cuervo que acaba de partir. Su boca tiene un gesto obstinado y sobre ella luce un espeso bigote.
El hombre se excusa tímidamente por el silencio con el que se ha aproximado a mí y por la sorpresa que me ha deparado su presencia.

- Perdóneme, madam- me dice con una voz muy suave con un acento más británico que americano-. Permítame presentarme. Soy Edgar Allan Poe- y me extiende su mano, extremadamente huesuda y blanca.

La sorpresa me deja en suspenso. No puedo saber en que estadio mental me encuentro. Decido no preguntarmelo. Al fin y al cabo qué sería de nosotros sin los sueños.
Opto por nadar en el sueño, si es que lo es, y seguir al personaje que me invita a compartir un paseo.Caminamos en silencio hasta un pequeño parque solitario donde tomamos asiento mientras cae la tarde sobre los melancólicos arboles. El se sume en una meditación profunda mientras musita.

- "For the rare and radiant maiden whom the angels name Leonora. Nameless here for evermore..." (Pasan unos minutos en los que oigo como un eco "for evermore.....for evermoooore")- De pronto se vuelve hacia mí y con una sonrisa triste me dice
- Perdone, Madam, no ha sido educado por mi parte.
- Me hubiese tachado de intrusa si hubiese interrumpido sus meditaciones. Pero me alegra que esté en disposición de hablar conmigo.

- Es un placer, Madam, los bostonianos tenemos a gala ser hospitalarios, aunque me temo no ser un verdadero modelo bostoniano. De hecho nací aquí por pura casualidad.
Sonrío con su aclaración. Se que nació aquí, porque sus padres, actores teatrales, estaban en gira.

- Le oí musitar una de las estrofas de su poema "El Cuervo". Le confieso que es uno de los poemas que más me han impresionado, quisiera que usted empezara hablándome de esa composición.
- No es falsa modestia decirle que este poema me dió una fama respetable en los círculos literarios, y añado, con razón. Esta composición no se debió al azar o a una intuición, sino que la obra se desarrolló paso a paso, hasta quedar completa, con la rigidez y precisión consecuente de un problema matemático.
- No puedo pensar en "El Cuervo" como un "problema matemático". Ese poema emana un romanticismo profundo y visceral.
- Los sentimientos, Madam, son matemática pura, créame. La consideración inicial fue la extensión. La extensión de un poema debe hallarse en relación matemática con su mérito; en otras palabras: con el grado del efecto verdaderamente poético que es capaz de producir, pues no cabe duda que la brevedad debe estar en relación directa con la intensidad del efecto buscado.
- Perdóneme Sr. Poe, pero no puedo medir o no puedo pensar en matemáticas cuando leo "El Cuervo", solo veo la belleza de su forma.

- Cuando las personas hablan de belleza no se refieren a una cualidad, como se supone, sino a un efecto; se refieren, en suma, a esa pura elevación del alma- no de la inteligencia o del corazón- que se experimenta como consecuencia de esa contemplación de lo "bello". La belleza de cualquier clase, en su supremo desarrollo, invariablemente es motivo de lágrimas en el alma sensible. La melancolía se convierte de este modo en el más adecuado de todos los tonos poéticos.
- ¿Por qué utilizó un cuervo en ese melancólico diálogo filosófico?
- Oportuna pregunta, Madam. No encontraba una razón plausible que justificara enlazar el estribillo "never more" una y otra vez. Entonces surgió la idea de una criatura no humana, pero capaz de hablar. De modo natural pensé primero en un loro, pero inmediatamente lo deseché por el cuervo, animal que siendo igualmente capaz de hablar iba más en consonancia con el tono que había elegido para el poema.
- Estoy totalmente de acuerdo con usted, Sr. Poe. Un cuervo relaciona mucho más los conceptos que usted ha querido resaltar en su poema.
- Evidentemente y eso me llevó a preguntarme: De todos los tópicos más melancólicos, ¿cual es, según el sentir generalizado, el más melancólico?. La Muerte. Y cuando la muerte está relacionada con una bella mujer, está fuera de toda duda que los labios más apropiados para expresarlo son los de un amante desolado.

Un leve rayo rojizo se abre paso entre la arboleda e ilumina la cara de mi acompañante.

- Sr. Poe, por alguna razón que desconozco suelo encontrarme con personas que ya no están en mi tiempo. Usted es una de ellas. Sus relatos han llenado de angustia a muchos lectores. Tras su muerte, acaecida en 1849, ha transcurrido más de siglo y medio y su obra es leída en todos los idiomas. Yo misma, voy a publicar estas reflexiones suyas en un medio llamado "Internet"....

Poe me mira fíjamente. Veo su frente ancha y despejada. Su pelo negro, que ondea por la leve brisa y sus ojos grandes, negros como la antracita me producen cierto escalofrío. Frunce las cejas y murmura.

- ¡Permanece callado en esa soledad¡ No estás completamente abandonado; los espíritus de la muerte, en la vida te buscan y, en la muerte, te rodean.....¡Oh, Helen, querida Helen.....¡ In the sad, silent watches of my nigth, white even in the meridian glare of day. I see then still- Two sweethy scintillant Venuses, unextinguishe by the sun¡....Solo tus ojos permanecieron. No quisieron irse. Y nunca desde entonces lo hicieron.....

Inclino mi cabeza. Las voz de Poe, de una rara sonoridad me emociona. El eco de aquel amor adolescente, del amor imposible por Helen le marcó toda la vida. Vuelve a mirarme muy tristemente.

- Ella se perdió y seguramente yo me perdí también. Fuí desagradecido con mi protector John Allan. El quería que yo fuese abogado y yo quería ser poeta. La crisis estaba servida, porque mi voluntad era mucho más fuerte que el amor que sentía por mi protector. Perdida mi amada y perdido el afecto de mi padre adoptivo, me hice un joven libertino y vicioso. Preparé mis enseres y me vine a Boston.
- Tal vez su niñez y juventud en Richmon le marcaron más de lo que usted hubiera deseado.
- Tiene razón. Mi vida en Virginia estuvo rodeada por las supersticiones de los esclavos negros, que trabajaban en la plantación de mi protector. La nodriza negra me contaba historias de muertos vivientes, cementerios y aparecidos. A mí me fascinaban.
- ¿Por qué decidió ingresar en West Point?
- Yo sabía, màs que sobradamente que no tenía madera de militar. No era fuerte físicamente y las normas de la academia me aburrían lo indecible. Pero no podía abandonar alegremente la institución sin violar el juramento de ingreso.
- ¿Qué hizo pues?
- Lo único posible. Intentar que me expulsaran y nada más fàcil para ello que entregarme a los vicios que ya había practicado. Es decir emborracharme hasta límites irresponsables. El castigo no se hizo esperar. Fuí degradado y expulsado de West Point. No lo sentí. En realidad allí me abrí al mundo literario con la publicación de mi poema "Al Aaraf"

- Según sus biógrafos se marchó a Nueva York con solo unos centavos en los bolsillos...
- En efecto fueron tiempos muy duros. Pasé muchísima hambre y tuve que regresar a Baltimore donde escribí poema tras poema. Para mi desilusión los editores me pidieron cuentos en prosa y allí escribí mi primer relato "Metzergenstein".

- Pasó penurias económicas y trató de que su antiguo protector le ayudara ¿cierto?- Me mira con la ira reflejada en sus ojos.
- Mis biógrafos creen que volví a Richmon por intereses económicos y eso es un infundio. Yo estaba realmente desolado porque mi padre adoptivo estaba muy enfermo ; quería demostrarle lo mucho que le había querido y lo mucho que me importaba su cariño y comprensión. Sus familiares no me recibieron y no me dejaron hablar con el anciano. Más tarde escribí una carta a mi pretector demandando ayuda, porque me encontraba en una profunda sima autodestructiva. Lo único que pedía en ella era apoyo....nunca me contestó. En su testamento no hubo la mener mención para mí. Lamenté más su indiferencia hacia mi, que el hecho de no dejarme dinero alguno.

- Sin embargo, en esas fechas oscuras contraía matrimonio con la joven Virginia Clemm.

Poe oculta la cara entre sus largas manos.

"Would to God I could awaken
For I dream I know not how,
And my soul is sorely shaken
Lets an evil step be taken-
Lets the death who is forsaken
May not be happy now"

Reconozco los últimos versos de su "Balada Nupcial". El sigue sumido en su propia meditación. Poco a poco vuelve a mí.
- Virginia era casi una niña y en contra de todo lo que se ha dicho de mí, le juro que la adoraba. Pero mi vida era un tormento continuo. No sé qué demonio me tenía dominado. Me arrastraba en mis ataques de delirio a pesar de mis esfuerzos por quitármelo de encima. Mi pobre Virginia y su madre, mi adorada "Muddie" me cuidaban con esmero exquisito, pero todo fué en vano. Por paradoja fué el período más fructífero de mi carrera literaria.

- A los 8 años de matrimonio su joven esposa comienza a padecer las primeras crisis de la hemoptisis.
- ¡Mil vidas hubiera dado por ella, si hubiera podido¡. Su enfermedad me sumia en la desesperación. Creía encontrar remedio en el alcohol mezclado con el láudano, pero el entorno se envolvía de atroces alucinaciones que me perseguían. La pobre y dulce Muddie me socorría de aquellas terribles crisis.

- 1844 fue un año relativamente feliz. Su narración "El Escarabajo de Oro" obtuvo el premio al mejor relato por el "Dollar Newspaper", y las aventuras de C.A. Dupin eran leídas por miles de lectores.
- Little Sis (Virginia) y yo nos trasladamos a Nueva York. El " N.Y.Sun" se interesó por mi obra y nuestra situación económica conoció un respiro. Para mí satisfacción logré finalmente mi objetivo como poeta. "The Raven" fue considerado un poema clave del movimiento romántico y el público acudía a escuchar de mi propia voz los versos de aquella composición. Usted es testigo del timbre de mi voz, es francamente hermoso, lo cual no es inmodestia admitirlo. Yo y mi pequeña Virginia éramos felices. Podíamos vivir con desahogo y el público neoyorkino me adoraba.

- Pero el caos le acechaba y no le dejó gozar mucho tiempo con Virginia. Ella murió y para usted ya no hubo remedio de retornar del horror y las sombras.

- Mi último aliento poético fue para ella, para mi Little Sis. Usted conoce mi poema "Annabel Lee". Fue mi testamento emocional para Virginia- musita primero y despues su hermosa voz desgrana los versos finales del poema-
"For the moon never beams without bringing me dreams
Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise but I see the bright eyes
Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the nigth-tide, I lie down by the side
Of my darling, my darling, my life and my bride
In her sepulchre there by the sea
In her tomb by the side of the sea."

- Ya no volví a la vida- continua melancólico- Me fuí a Richmon y dejé sola a la madre de Virginia, mi fiel y amada Muddie. Pero Richmon fue el infierno del que no pude salir jamàs. Hice un desesperado esfuerzo, pero todo fué inútil. Solo llegué a Baltimore donde fallecí en medio de horribles pesadillas.

Casi ha caído la noche. Oigo en un claro cercano del parque tocar a un improvisado músico que con su trompeta modula "What Is This Thing Called Love?" Poe vuelve sus negros ojos hacia mí y me dice con una sonrisa.

- Las pesadillas cesaron, y mi adorada Virginia me tendía su blanca mano.

NOTA: Muchas de las respuestas del Sr. Poe son transcripción de su obra "Filosofía de la composición". Otras son meras suposiciones basadas en hechos históricos.

3 comments:

Josep Lloret Bosch said...

Precioso artículo, querida Lola.

He sido asiduo lector de Edgar Allan Poe desde hace años y de vez en cuando todavía tomo al azar cualquiera de los libros que de él tengo y me relajo un rato.

Aunque para mí siempre será el precursor de la novela policíaca y del relato corto o cuento fantástico o de terror, no hay duda que has sabido reflejar intensamente sus cualidades como extraordinario poeta.

¡Muac! Saludos.

alicia said...

Creo que he seguido la evolución lógica y natural en estos casos: Becker, Poe y Lovecraft, pero aún así mi favorito sigue siendo Poe. Qué vida mas desgraciada tuvo, pero qué grandes obras nos dejó

Anonymous said...

Cierto, Josep, que la principal faceta literaria de Poe, aún a su pesar, era la de autor de relatos cortos, o lo que es lo mismo, cuentista. Desde luego las novelas detectivescas tienen en él uno de los Padres Fundadores.
También me gusta de él la faceta poética, pero sus versos quedan un poco encorsetados cuando se traducen, por eso he preferido poner una pequeña muestra en inglés.

Alicia, cada uno de los tres autores tiene un algo que los caracteriza. Siento tener que decir que Becker, siendo como es nuestro romántico por excelencia, hace muchísimo tiempo que lo tengo lleno de polvo en la biblioteca. Lovecraft, allá por los noventa, me lo zampé enterito....pero efectivamente, de los tres yo también prefiero a Poe, de ahí mi pequeño homenaje.

Un beso para los dos y cuidaos si alguien de vuestro entorno está con vosotros el domingo. Yo creo que estoy en la tesitura de desaparecer y perderme en algun limbo donde no se hable de fútbol.
¡Pasad un buen fin de semana!
Besos de Lola.