Monday, June 8, 2009

INNISFREE, EL BRIGADOON DE FORD


Probablemente "The Quiet Man" no es la mejor película de John Ford, pero para mí es la favorita, sobre todo cuando suenan las notas de esa canción, que suele ponerme los pelos de punta: "The Wild Colonial Boy".

Prueben a tararear:

"There was a Wild Colonial Boy,
Jack Doolan was his name,
Of poor but honest parents,
He was born in Castlemain.
He was his father's only hope
His mother's pride and joy,
And deardly did his parents love
The Wild Colonial Boy"

Ahora escuchenla por favor, antes de entrar en materia.


"The Quiet Man" relato apareció el 11 de Febrero de 1933 en el Saturday Evening Post. Era un cuento irlandés muy sencillo escrito por Maurice Walsh. En el relato original aparecía el exboxeador Shawn Kelvin que vuelve a su Kerry natal. Allí se enamora de Ellen O'Grady y acaba peleándose con el bruto de su cuñado que "tiene la fuerza de un buey y un corazón no mayor que una manzana amarga". El motivo de esta pelea, que por paradoja devuelve la felicidad a la pareja es que este mal cuñado se negaba a pagar la dote de doscientas libras que había prometido.

Este esquema argumental es el que sirvió de base a John Ford para esbozar su película. El director llevaba tiempo dándole vueltas al tema. Desde el año 1946, año en el que dirigió "Pasión de los fuertes", quería rodar ese cuento en technicolor que le traía aromas de su Irlanda familiar. Sin embargo hasta 1951 no pudo llevar a cabo el proyecto. Entre medio había rodado nada menos que siete películas: "El Fugitivo", "Fort Apache", "Tres Padrinos", "La Legión invencible", "Bill, qué grande eres", "Wagon Master" y "Rio Grande".

Ford quería hacer una película jovial, risueña y llena de color, pero sobre todo auténtica. Cuando contrató a Frank Nugent para trabajar el guión de rodaje le envió al mismo tiempo una gran cantidad de libros relacionados con Irlanda para que se documentase, entre ellos un "English -Irish Dictionary". Nugent tomó muy buena nota y el resultado fué un expléndido guión.
Para justificar la negativa a pelear de Sean Thornton (nombre del protagonista en la película y naturalmente John Wayne) se añadió una historial colateral en la que se narra la trágica muerte en el ring del boxeador contrario.

En el relato original Shawn es un hombre "pequeño, robusto, con el rostro limpio y los ojos brillantes".....pero John Ford no quería otro protagonista que John Wayne, nada más lejos del retrato original. El cambio fué un acierto obviamente.
La maquinaria de producción se puso inmediatamente en marcha. Los exteriores debían de hacerse en Irlanda y para ello Ford confió esta labor a Charles FitzSimons, el hermano de Maureen O'Hara, que eligió el condado de Mayo, en AShford Castle. Todo el equipo de rodaje tuvo que apañárselo para acomodarse. Nada de hoteles ni confortables apartamentos quien más quien menos tuvo que alojarse en modestos bed and breakfast.

¿Alguien se imagina que este cuento entrañable pudiera albergar un substrato político? Pues parece ser que sí. Según Scot Eyman, autor de "Print the Legend" ciertos fragmentos del guión sin fechar revelan una subtrama sobre el IRA, pero finalmente el director decidió eliminar casi toda referencia a dicho tema, obrando de esta forma muy sabiamente.

Todos los extras que aparecen en la película son gentes del lugar. El doble de John Wayne se llamaba Joe Mellotte, quien años más tarde se enorgullecía de su cometido y no cesaba de alardear de ello en el pub que años más tarde abrió en el lugar.

"El Hombre tranquilo" es quizá la película más popular de John Ford . Desde el año 52, fecha de su producción las distintas generaciones han sabido aceptarla como una afortunada obra capaz de deleitar todos los paladares cinematográficos. Es una película donde los colores, sobre todo el verde y el rojo, cantan una sinfonía vitalista.
Innisfree es una especie de Brigadoon. Un lugar apartado del mundo donde toda la troupe de Ford toca con sus manos el cielo de la interpretación: Sean, Mary Kate, Red Will, el padre Peter Lonergan....son personajes imborrables de nuestro imaginario cinematográfico.

4 comments:

Josep Lloret Bosch said...

Tonterías.

El Hombre Tranquilo sí es la mejor película de John Ford y, desde luego, una verdadera obra maestra, un cénit no superado.

Podría estar horas y horas hablando de esa idílica Innisfree, esa Arcadia fordiana en la que viven una legión de variopintos personajes.

Podría estar horas y horas describiendo cómo el Maestro da una lección soberana de cine emplazando la cámara en el mejor sitio.

Podría estar horas y horas alabando el magnífico trabajo de una horda de intérpretes que bordan literalmente los caracteres que les son confiados.

Mira si me gusta, que por lo menos la veo una vez al año y, habiendo ya dejada escrita mi pasión por ella, más de una vez he pensado en borrar la entradilla para ponerme a escribir otra. Si es que ¡Amo Innisfree!

Un abrazo.

ANRO said...

Pues ya somos dos...Recuerdo que cuando mi hija era adolescente la vimos juntos. Fué una experiencia comprobar cómo ella se emocionaba con la película.
Esta peli tiene la virtud de no envejecer. Los personajes están en ese idílico lugar y se han quedado para siempre.
La pareja de Wayne y O´Hara son únicos, pero todos los demás no le van a la zaga. Gozamos a todos y cada uno de los personajes, que como digo Ford los parió en estado de gracia.
¡Ford tiene tantas obras maestras en su haber que yo no se donde colocar ésta!
Un abrazote.

alicia said...

Una película sencillamente encantadora, con un Innisfree tan idílico que cualquiera de nosotros desearíamos perdernos por ahí una temporada. Hasta le perdono su machismo, por la ironía con que está tratado todo. Deliciso Barry Fitzgerald.¡Ah! Y uno de los besos mas bellos de la historia del cine, que Spielberg retomó en ET.

Josep Lloret Bosch said...

Como veo que Antonio no asoma (quizás por miedo, je, je), me presento, queridísima Alicia, para pedirte encarecidamente que detalles minuciosamente en qué te basas para tachar esa maravilla de machista.

Si me quieres ahorrar la respuesta, lee lo que ya dije en su momento; y si no, dispuesto me hallarás a rebatir tus razones, porque hace años que me bato en la misma lid.

Saludos.