Thursday, June 25, 2009

LA HISTORIA SEGUN HOLLYWOOD: "TIERRA DE FARAONES"

La imagen de esta "faraónica" Joan Collins es cuanto menos deliciosa. Que su "look" diste mucho de ser egipcio, eso es harina de otro costal. Allá por los años tales y cuales Hollywood consideraba un tanto secundario el aspecto histórico de sus historias, valga la redundancia. Los magnates buscaban epopeyas grandiosas para que el público aparcara las televisiones y llenara los cines.
A mediados de los cincuenta, la Fox había lanzado a bombo y platillo su nuevo sistema de visión panorámica llamado grandilocuentemente CINEMASCOPE. La pelicula que inauguró dicho sistema fue "The Robe" (La Túnica Sagrada) un peplum protagonizado por Richard Burton, Jean Simmons y Victor Mature. Debido al espectacular éxito del producto los estudios vieron el maná económico en las historias bíblicas. Había que explotar todas y cada una de las páginas del Libro Santo para buscar sexo, pasión y espectáculo. ¡Dios nos bendiga y que los cines se llenen!

Por aquel entonces el director Howard Hawks había sido elevado a los altares autorales por la revista francesa "Cahiers du Cinéma". Jacques Rivette, en un polémico artículo titulado "El genio de Howard Hawks publicado en el ejemplar de Mayo de 1953 comenzaba con esta increíble declaración: "La evidencia del genio de Hawks está a la vista de todo el que contemple sus obras en la pantalla. El público solo tiene que ir a ver "Monkey Business" para darse cuenta de que es una obra brillante, sin embargo muchas personas se resisten a admitir algo tan evidente" El artículo seguía prodigando alabanzas y comparaciones. En otro párrafo comparaba al director americano con el genio de Molière, Corneille y Murnau (?). El entusiasmo de Rivette era compartido por otros jóvenes de la revista. François Truffaut y Jean Luc Godard publicaron laudatorias críticas de "Los caballeros las prefieren rubias".

En aquel verano de 1953 Hawks vivía un "dolce far niente" relacionándose con egipcios de alto standing como el depuesto rey Faruk, del que incluso le propusieron que filmara su biografía. Otros egipcios le animaron a realizar algo sobre la historia de aquel pais en su periodo de explendor, incluso un antiguo amigo del director: Gregory Ratoff le habló de hacer la película "Abdulla el Grande", con Joan Collins en el papel femenino principal, en un rol muy similar al que haría más tarde en la aún no pergueñada "Tierra de Faraones".

Se dió la casualidad de que en aquel verano Hawks coincidió con Jack Warner en la Riviera, este le comentó que tenía comprometido un proyecto con el estudio y dado que "The Robe" había sido extrenada en el Roxy de Nueva York con una recaudación record de 265.000 dólares, todo un acontecimiento, propuso a Hawks que dirigiera un tema bíblico. Inmediatamente productor y director pensaron en "La Canción de Ruth", de Mawell Anderson, y también un "Salomón" , papel en el que estaba muy interesado John Wayne.
La Fox y su nueva marca Cinemascope se había puesto a la tarea de poner en imágenes la exitosa novela de Mika Waltari "The Egyptian" con un reparto superestelar: Jean Simons, Victor Mature, Gene Tierney, Michael Wilding, Edmun Purdon y Peter Ustinov. Entonces Hawks desechó la idea bíblica y se obsesionó en construir la Gran Pirámide.

"Noel, I'm going to build a pyramid", le dijo excitado Hawks a su mano derecha en París Noël Howard. Inmediatamente, encantado con la idea se dispuso a la búsqueda del escritor adecuado para su épica historia y se puso al habla con Anthony Veiller, el guionista de John Huston para "La Reina de Africa" y Ben Hecht. Hawks estaba verdaderamente excitado y Warner contagiado con el entusiasmo del director aparcó definitivamente el proyecto de "La Canción de Ruth" y se ilusionó igualmente con la construcción de la Gran Pirámide.

Hawks dió su primera orden de dirección contratando al famoso director de arte Alexandre Trauner, que había sido director artístico de "Le Jour Se Leve", "Los niños del paraíso" y el "Othelo" de Welles. Este hombre se convirtió en el gran amigo del director, éste le llamaba cariñosamenteTrau y junto con él y el bon vivant Noël Howard, que fue nombrado jefe de la segunda unidad y que aspiraba a ser director porque había trabajado con Victor Fleming en "Juana de Arco", formaron un trío que recorría los mejores restaurantes. Hay una anécdota que cuenta como Noël Howard cuando llamaba para reservar mesa solía decir: "A table for two for this evening for Monsieur Noël C-h-oward s'il vous plait". Era un espabilado el hombre.

Una vez en el terreno, Egipto, comenzaron los problemas, en especial el de las tomas de estudio. La industria cinematográfica del país no contaba con las condiciones para un estudio de primera categoría así que el rodaje de interiores se tuvo que trasladar a Roma. La administración egipcia tampoco estaba por la labor, porque desconfiaban de los americanos por su apoyo a Israel y Hawks seguía con la matraquilla de que su mayor interés se cifraba en construir la dichosa pirámide "a big one, real big".

Hacia mediados de noviembre de aquel año Hawks aun no había firmado nada concreto hasta que por fin Warner abrió la mano con una cifra realmente pequeña para tan gran proyecto: 1.36 millones de dólares, al tiempo que daba via a que se rodaran los interiores de "Tierra de Faraones" en Roma junto con otro peplum "Elena de Troya", dirigida por Robert Wise.
Los guionistas con los que Hawks había conectado no se habían decidido por nada así que pensó en un prestigioso novelista de temas históricos: Robert Graves, pero éste declinó el ofrecimiento. Hawks se volvió entonces hacia su viejo amigo Faulkner. Por aquel entonces el escritor había publicado "A Fable" y no tenía un proyecto inmediato , así que los quince mil dólares que le ofrecía Hawks y la posibilidad de vivir una temporada en Europa y Africa animaron al premio Nobel a aceptar la oferta.

Hawks sabía que Faulker no escribía los guiones en solitario, por lo que consideró en forzar a que Hecht se uniera al proyecto. Pero el guionista dijo que nones, y Hawks no tuvo más remedio que contratar a un hombre que nunca había trabajado con él, pero que le habían recomendado de forma elogiosa: Harry Kurnitz, un guionista , autor de teatro y novelista que estaba marcado políticamente y sufría las consecuencias de un divorcio tempestuoso.

Las cosas iban poniéndose cada una en su sitio y como no hay dos sin tres, se unió al equipo de guionistas un neoyorkino de 29 años: Harold Jack Bloom que sería nominado un año despues para el oscar por la película de Anthony Mann "The Naked Spur".
Los tres guionistas se reunieron en Italia, en una villa rodeada de un explendoroso bosque de pinos, un remanso de paz donde era obvio que la inspiración vendría dada por el ambiente. Bloom y Kurnitz simpatizaron de forma inmediata, pero Faulkner se mostró desde el principio un poco borde. Bloom confesó: Faulkner me frustró. No le gustaba el cine y no estaba predispuesto a leer nada nuevo. Yo le pregunté de forma cortés qué libros había leìdo recientemente y me contestó secamente: "Yo no leo lo que se publica ahora, sólo leo a los clásicos", por contraste Kurnitz era el hombre más divertido que imaginarse pueda. Fué mi salvación, si no hubiera sido por Harry , pienso que hubiera dimitido a la semana".

Hawks dejó claro al equipo de escritores que el foco principal de la historia era la dichosa pirámide. En ese punto debían converger todos los elementos de la acción.
El climax del film se produce en la escena final, cuando se celebra el entierro del faraón y toda la comitiva de sacerdotes, el gran chambelán y la nueva faraona se dirigen a la cámara mortuoria. Allí se incia el mecanismo de sellado mediante unos dispositivos que desalojan arena y hacen bajar la tapa de granito de la tumba. Trauner llevó a Hawks a un antiguo enterramiento en el valle de los reyes donde se había utilizado algo similar. Naturalmente Hawks se entusiasmó y aplicó aquella ingeniosa idea para sellar toda la pirámide.

El cinco de enero se celebró una fiesta para celebrar el 45 cumpleaños de Kurtnitz. Allí Hawks le comunicó a Jack Warner lo entusiasmado que estaba con el trabajo: "Estoy convencido de que éste es el mejor trabajo que he hecho". Exageraba el hombre en este punto. Y siguió contándole a Warner que la historia iba de un faraón que acumula riquezas a todo pasto, producto de sus guerras de rapiña. Durante veinte años se enfrasca en la tarea de construir su pirámide y su gran error es caer seducido por los encantos de "una joven putilla". En algunas secuencias se ve la ingenuidad del ya envejecido faraón, que trata de demostrar a su querida y nueva esposa que aun es capaz con su fuerza de vencer a un toro. Hawks quería rodar una escena, que nunca llegó a filmarse. La noche antes de la muerte de Cheop, Nellifer, su intrigante mujer, prepara una fiesta erótica para premiar la fuerza de su macho, pero el invento se frustra porque por aquel entonces no existían las pastillitas azules.

Respecto al reparto de "Tierra de FAraones" Hawks tenía muy claro que no quería protagonistas de mucho relieve. En principio pensó para Cheops en Sydney Chaplin, el tercer hijo del mítico personaje, pero finalmente se decantó por el inglés Jack Hawkins, que en verdad el faronismo le cae tan mal como a un cristo dos pistolas. Tampoco Joan Collins en el papel de Nellifer está muy siria, pero hace su rol de víbora con cierta clase, aunque en "Dinastía" bordaría el mismo papel. Sydney se unió al reparto en el papel de Treneh, el guardián del tesoro seducido por Nellifer.

Hay una anécdota bastante divertida sobre los carros de combate. Hawks se reunió con el equipo artístico para discutir determinadas decisiones. El encargado de efectos especiales le comunicó al director que había comenzado la confección de un centenar de carros de combate para la escena inicial del desfile victorioso del faraón. Entonces Noël Howard, que se había hecho cargo de la investigación histórica dijo que se veía en la obligación de anunciar, que la rueda no se utilizaba por aquel tiempo en Egipto y por supuesto no existían carros de combate. Según los jeroglíficos solo se usaban en la guerra caballos y camell0s. Todos se quedaron con la boca abierta tras esta honesta declaración histórica. Parece ser que Hawks dijo con rabia: "Te voy a volver del revés, Noël que se jodan los carros, pero si quieres que no te joda a tí, búscame inmediatamente cien camellos!".....y eso es lo que vemos en el desfile faraónico, los carros de combate se eliminaron de un plumazo.

Todos los exteriores del film se rodaron en las proximidades de Giza y se reclutaron miles de extras, que eran dirigidos por potentes altavoces desde los que se impartían las órdenes que movilizaban a todo aquel maremagnun humano.
Cuando el equipo se trasladó a Roma, Joan Collins y Sydney Chaplin se habían liado en un affair amoroso desmelenado y en plena vorágine de la dolce vita de Via Veneto pasaron dos semana s de sexo, pasta y vino de forma que cuando Hawks volvió a verl a su actriz ésta había engordado unos cuantos kilos y le dijo sarcásticamente: "La princesa Nellifer tiene una semana para sacudirse la preñez que padece, de lo contrario habrá que tomar medidas más enérgicas".

Según Noel Howard, por este tiempo Hawks estaba obsesionado con dos cosas: la salud y la riqueza. Cada vez que se mencionaban nombres como J.Paul Getty y Howard Hugues se emocionaba visiblemente. Un día Noël buscaba a su jefe y nadie le decía donde estaba, para su sorpresa oyó algo en el decorado donde se escenificaba la cámara del tesoro del faraón. Hawks admiraba silenciosamente todas las "joyas" que allí se acumulaban. Movía su cabeza de un lado a otro sin prestar atención a nadie. Entonces entró de improviso Chaplin y nlanzó una exclamación de sorpresa. Hawks volvió lentamente la vista hacia él y dijo como si estuviera drogado: "Sydney, mira todo ésto......¿verdad que.......es hermosísimo?". El actor creyendo que se trataba de una broma le siguió la corriente y le contestó como si no le diera importancia: "No está mal- y subiendo los escaleras- Habla con mi viejo tesorero, tal vez puedas arreglar algo con él".

A finales de Agosto el costo de la película llegaba a los dos millones setecientos cincuenta mil dólares y las alarmas ya se habían desatado en el estudio, y aun no se había contratado al músico que compondría la banda sonora. Esta labor recaería finalmente en Dimitri Tiomkin.

El estreno tuvo lugar en el Teatro Egipcio de Los Angeles . El éxito fue fulminante y las críticas positivas, pero a medida que pasaban las semanas de exhibición el globo se iba haciendo cada vez más pequeño......."Tierra de Faraones" no fue el crack que se esperaba. De los 5.716.120 dólares de costo total, la película recaudó solo 4.181.909.

Sin embargo el prestigio autoral de Howard Hawks aumentaba en Europa gracias a Cahiers du Cinèma y al gran teórico cinematográfico Andrè Bazin.
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Si tienen interés en darle un vistazo a la pelicula la pueden ver completa en You Tube, me refiero a la versión completa de 143 minutos y no a la abreviada de 106 minutos. Es bastante agradable de ver y tiene un punto. En muchos momentos se ve el buen pulso del director.

6 comments:

Josep Lloret Bosch said...

Vaya repaso, Antonio: memorable. Me encanta conocer esa cantidad de datos que rodean el rodaje.

La habré visto un par de veces en la tele hace ya mucho tiempo y en mis recuerdos no me parece que Hawkins esté tan mal como dices, pero desde luego es una buena pieza, representativa del cine peplum de gran presupuesto, mucha gente currando y pocos efectos especiales.

Un abrazo.

ANRO said...

No, creo que no digo que esté mal. En realidad solo critico a los actores. La peli tiene punto y desdeluego mucho curro. Otro que no hubiese sido Hawks habria utiizado los carros de combate haciendo caso omiso de la realidad histórica. El guión está muy bien realizado y no cae en las típicas ingenuidades. Más de una peli histórica actual, usando efectos especiales por un tubo, queda tamañíta al lado de ésta.
Un abrazote

Miquel Gimenez said...

Casualidades de la vida, el otro dia la pusieron en uno de los canales de Digital Plus y la ví. Mejor dicho, la volví a ver después de muchos años. Como tenía "frescos" tus comentarios la disfruté mucho más. Ahora bien, el reparto es un horror: el faraón parece un descargador de muelles de Londres, de Joan Collins no hace falta ni hablar porque, a pesar de su enorme capacidad de seducción, se parece más a una camarera de Conneticut que te propone un extra en el lavabo de caballeros por diez pavos que otra cosa.(Por cierto, a mi me gusta más de mayor que de joven)
Y, eso sí, lo de suprimir los carros fue un puntazo. Aunque, si vamos a mirar, en Hollywood el concepto de rigor histórico no ha sido nunca precisamente una de sus constantes. Un abrazo! ^OO^

ANRO said...

Je, je, es cierto. En las "historias" de Hollywood no se cuidaba mucho la cuestión de si un actor parecía o no parecía egipcio, a los espectadores ese asunto nos lo pasábamos. Era el "star system". Había que colocar al actor de turno aunque fuera con calzador.
Ya cito que John Wayne estaba interesado en una película sobre Salomòn...."el rey cowboy" ¡échale narices"
Un abrazote

Gloria said...

Gracias por el post. para mi es una película mítica.

También lo era para mi padre, que disfrutaba con el ingenio de Vashtar, que dejaba al tirano boquiabierto utilizando para sellar la pirámide algo de lo que en Egipto iban sobrados: arena.

No se si se ha editado en DVD la versión "larga" que es la que me gustaría revisitar. No la tengo grabada en video por que justo el día que la emitían en TV, hace años, la tenía programada... Y dio la triste casualidad de que ese día mi padre fue atyropellado por un coche, y cuando vi que el video empezaba a grabar, en medio de llamadas a y desde el hospital, lo apagué. me resultaba muy doloroso ver como esa película favorita de mi padre, que explicaba la obsesión de un hombre por construir su tumba, se emitía justo mientras él mismo estaba agonizando en urgencias de Bellvitge.

Recuerdos personales aparte ¡que gran película!

Para mí está sembrada de momentos memorables: el laberinto de la muerte o el final más siniestro del cine (aunque con un toque de justicia poética contra la "fiebre del oro").

Por cierto, Vashtar es James Robertson Justice, un tipo polifacético, que pese a hacer un buen número de películas como "característico con barba", nunca declaró tener un gran interés por su trabajo como actor, aunque para mí, en esta película demuestra tener una presencia fílmica apreciable y captura bastante bien al hombre de talento que (muy razonablemente) se resiente de su estatus de esclavo.

Creo que te interesará leer este artículo sobre la película publicado en Kino Slang.

ANRO said...

Joder, Gloria, qué fuerte. Te voy a contar una anécdota en relación con esta película.
Cuando se estrenó yo estudiaba en un colegio de curas. Uno de los llamados "teólogos", que eran chiquitos próximos a ordenarse de sacerdotes, nos daba clase de historia. Como era bastante progre había visto "Tierra de Faraones" y nos la contó en clase. Yo quedé fascinado con lo que contó.
A los pocos días, los mayores le pedimos al Superior que nos dejara ir a ver la peli. Naturalmente el "no" tajante se impuso sobre cualquier consideración.
En el verano siguiente, estando de vacaciones la pusieron en una de esas salas al aire libre, donde se gozaba de lo lindo. Naturalmente fuí a verla, pero lo que me fascinó por encima de la historia fue el brillante del ombligo de la Joan Collins.....Te puedes figurar los sueños y "vigilias" de un adolescente de 14. En fin. Una película mítica, de esas que conforman tu historia personal.
En el tube está la versión completa, pero obviamente se ve regularcita y no se si se ha editado en dvd.
Me alegra enormemente que alguno de mis post consiga enlazar con otras personas, tan cojonudas como tú.
Voy a ver el artículo que me recomiendas
Un abrazote