El cuarteto para cuerda en do menor de Schubert es también conocido como "La muerte y la doncella", que a su vez está basado en un lied titulado de la misma forma y escrito por el propio músico. Su traducción del alemán sería más o menos así:
LA DONCELLA
¡No vengas a por mí!¡Oh, no vengas a mí!
Vete, fiero esqueleto
Aun sigo siendo joven, ¡vete, te digo!
No me toques.
LA MUERTE
Dame tu mano, hermosa y tierna joven,
Soy un amigo y no vengo a castigarte
Vamos a gozar juntos porque no soy tan fiero.
Podrás dormir dulcemente sobre mi hombro.
La música de este lied y su trasposición a cuarteto de cuerda sirvieron de inspiración al escritor chileno-americano Vladimiro Ariel Dorfman para escribir su notable pieza de teatro "La muerte y la doncella". El escritor, que había formado parte del Gobierno de Salvador Allende, tuvo que partir hacia el exilio. Tras tener noticias de toda la represión sangrienta del miserable general Pinochet, Ariel finaliza en 1990 su obra teatral, que estrena en el Royal Court Theatre de Londres. Debido al éxito clamoroso el montaje se traslada al West End y de ahí a Broadway en 1992 con Glenn Close como protagonista.
Ocurría un hecho curioso en Nueva York. La escena en la que Paulina Escobar ejecuta su venganza inmovilizando al Doctor Miranda tras tumbarle de un porrazo, todo el público se solidarizaba con la heroína y se ponía fervorosamente en pie aplaudiendo.
Cuando Ariel Dorfman supo que su obra iba a ser llevada al cine y que su director iba a ser Roman Polanski no tuvo reparo alguno en declarar que estaba satisfecho y que sabía que Polanski iba a hacer una extraordinaria versión cinematográfica.
El guión comenzó a gestionarlo el propio Dorfman, con las sugerencias de Polanski. Más tarde se unió Rafael Yglesias. Dorfman le sugirió a Polanski que cambiase el final, a lo que el director accedió. Me abstengo de comentar este cambio por si alguien no ha visto esta pelicula, que disfrute de esa bella escena.
La acción arranca en una casa de aspecto siniestro situada al borde un acantilado (creo no estar equivocado en que estos exteriores se rodaron en algún lugar de la costa española). Gerardo (Stuart Wilson) el marido de Paulina(Sigourney Weaver) llega a la casa con el aparentemente bondadoso doctor Miranda (Ben Kingsley) al que se le ha averiado su coche. Como se ha desatado una gran tormenta Gerardo le ofrece refugio, pero cuando desde la estancia contigua Paulina oye la voz del doctor tiene el convencimiento de que Miranda es el hombre que quince años atrás le dió tortura con electrodos y la violó repetidas veces. Pero, ¿está Paulina en lo cierto?
Polanski fue muy fiel a la obra original y prescindió muy inteligentemente de los flasback a los que el relato era proclive. El polaco, como siempre, muestra una seguridad y un pulso admirable a todo lo largo del rodaje culminando en la escena final de la sala de conciertos. No tengo reparo alguno en afirmar que solo un director europeo es capaz de tener la sensibilidad especial para filmar una pieza siguiendo la estructura de una partitura musical, que en este caso concreto es naturalmente el cuarteto de Schubert.
La película se estrenó en diciembre de 1994. No fue un crack en taquilla pero dió sus ganancias a los productores. Tanto público como crítica reprochó al director su casi completa fidelidad a la obra original. Tampoco quiso desmadrar (cosa a la que se prestaba) al personaje de Paulina, que en el film está mucho más contenido. La Weaver hizo una magnífica Paulina, aunque en ocasiones nos da la sensación de estar viendo a la teniente Ripley, cosa por otra parte lógica porque el doctor Miranda puede que no sea demasiado humano.
Al margen de lo cinematográfico y dado que la pieza en la que se basa esta película es del escritor Ariel Dorfmann doy algunos datos de su obra, bastante extensa, y por desgracia casi desconocida en España.
Ariel es un escritor muy comprometido que ha sido profesor de literatura iberoamericana en universidades como la de Chile, Amsterdan, La Sorbonne, Y Maryland. Sus obras de ensayo son un alegato lúcido en contra de la opresión y teoriza sobre la dependencia de los pueblos, el subdesarrollo y las revoluciones.
Es interesantísimo su ensayo, concebido como un manual de descolonización, "Para leer al Pato Donald" en el que deconstruye la ideología imperialista de los EEUU. Otro ensayo tremendo es "Reader's nuestro que estás en la tierra", en el que estudia las conexiones entre la cultura popular y las ideologías.
Muchos de nosotros hemos podido leer a este hombre en varias de sus colaboraciones en el periódico "El Pais" y desgraciadamente hay que acudir a Amazon para conseguir alguno de sus libros (en inglés y en español).
Junto con su hijo Rodrigo y Joaquín ha llevado a cabo varios proyectos fílmicos, incluida la adaptación de su novela "La terapia de Blake".
Actualmente es miembro de L'Académie Universelle des Cultures, en París y de American Academy of Arts and Sciences.
LA DONCELLA
¡No vengas a por mí!¡Oh, no vengas a mí!
Vete, fiero esqueleto
Aun sigo siendo joven, ¡vete, te digo!
No me toques.
LA MUERTE
Dame tu mano, hermosa y tierna joven,
Soy un amigo y no vengo a castigarte
Vamos a gozar juntos porque no soy tan fiero.
Podrás dormir dulcemente sobre mi hombro.
La música de este lied y su trasposición a cuarteto de cuerda sirvieron de inspiración al escritor chileno-americano Vladimiro Ariel Dorfman para escribir su notable pieza de teatro "La muerte y la doncella". El escritor, que había formado parte del Gobierno de Salvador Allende, tuvo que partir hacia el exilio. Tras tener noticias de toda la represión sangrienta del miserable general Pinochet, Ariel finaliza en 1990 su obra teatral, que estrena en el Royal Court Theatre de Londres. Debido al éxito clamoroso el montaje se traslada al West End y de ahí a Broadway en 1992 con Glenn Close como protagonista.
Ocurría un hecho curioso en Nueva York. La escena en la que Paulina Escobar ejecuta su venganza inmovilizando al Doctor Miranda tras tumbarle de un porrazo, todo el público se solidarizaba con la heroína y se ponía fervorosamente en pie aplaudiendo.
Cuando Ariel Dorfman supo que su obra iba a ser llevada al cine y que su director iba a ser Roman Polanski no tuvo reparo alguno en declarar que estaba satisfecho y que sabía que Polanski iba a hacer una extraordinaria versión cinematográfica.
El guión comenzó a gestionarlo el propio Dorfman, con las sugerencias de Polanski. Más tarde se unió Rafael Yglesias. Dorfman le sugirió a Polanski que cambiase el final, a lo que el director accedió. Me abstengo de comentar este cambio por si alguien no ha visto esta pelicula, que disfrute de esa bella escena.
La acción arranca en una casa de aspecto siniestro situada al borde un acantilado (creo no estar equivocado en que estos exteriores se rodaron en algún lugar de la costa española). Gerardo (Stuart Wilson) el marido de Paulina(Sigourney Weaver) llega a la casa con el aparentemente bondadoso doctor Miranda (Ben Kingsley) al que se le ha averiado su coche. Como se ha desatado una gran tormenta Gerardo le ofrece refugio, pero cuando desde la estancia contigua Paulina oye la voz del doctor tiene el convencimiento de que Miranda es el hombre que quince años atrás le dió tortura con electrodos y la violó repetidas veces. Pero, ¿está Paulina en lo cierto?
Polanski fue muy fiel a la obra original y prescindió muy inteligentemente de los flasback a los que el relato era proclive. El polaco, como siempre, muestra una seguridad y un pulso admirable a todo lo largo del rodaje culminando en la escena final de la sala de conciertos. No tengo reparo alguno en afirmar que solo un director europeo es capaz de tener la sensibilidad especial para filmar una pieza siguiendo la estructura de una partitura musical, que en este caso concreto es naturalmente el cuarteto de Schubert.
La película se estrenó en diciembre de 1994. No fue un crack en taquilla pero dió sus ganancias a los productores. Tanto público como crítica reprochó al director su casi completa fidelidad a la obra original. Tampoco quiso desmadrar (cosa a la que se prestaba) al personaje de Paulina, que en el film está mucho más contenido. La Weaver hizo una magnífica Paulina, aunque en ocasiones nos da la sensación de estar viendo a la teniente Ripley, cosa por otra parte lógica porque el doctor Miranda puede que no sea demasiado humano.
Al margen de lo cinematográfico y dado que la pieza en la que se basa esta película es del escritor Ariel Dorfmann doy algunos datos de su obra, bastante extensa, y por desgracia casi desconocida en España.
Ariel es un escritor muy comprometido que ha sido profesor de literatura iberoamericana en universidades como la de Chile, Amsterdan, La Sorbonne, Y Maryland. Sus obras de ensayo son un alegato lúcido en contra de la opresión y teoriza sobre la dependencia de los pueblos, el subdesarrollo y las revoluciones.
Es interesantísimo su ensayo, concebido como un manual de descolonización, "Para leer al Pato Donald" en el que deconstruye la ideología imperialista de los EEUU. Otro ensayo tremendo es "Reader's nuestro que estás en la tierra", en el que estudia las conexiones entre la cultura popular y las ideologías.
Muchos de nosotros hemos podido leer a este hombre en varias de sus colaboraciones en el periódico "El Pais" y desgraciadamente hay que acudir a Amazon para conseguir alguno de sus libros (en inglés y en español).
Junto con su hijo Rodrigo y Joaquín ha llevado a cabo varios proyectos fílmicos, incluida la adaptación de su novela "La terapia de Blake".
Actualmente es miembro de L'Académie Universelle des Cultures, en París y de American Academy of Arts and Sciences.
12 comments:
Lo que son las cosas ANRO, esta misma semana he adquirido un cd doble en el que viene "La muerte y la doncella" y "La sinfonía nª Triste" de Schubert y es una delicia. La película la tengo un poco olvidada en la memoria ya que la vi hace años por la televisión, pero recuerdo que me impactó bastante.
Saludos
Nos leemos
Esta película la vi por recomendación de una compañera que toca el violonchelo y que sabí de mi afición a la música. La obra de Shubert es, desde luego, la idónea para subrrayar esa sensación de odio y la capacidad de perdón. Realmente es de las películas que mejor tratan la relación torturado-torturado, aunque yo me quedo con "Portero de noche". Creo recordar que pasé por Ingenio para ir a Agüimes donde precisamente saqué unas fotos de una escultura que representa a una violonchelista y está junto a la iglesia del pueblo. Recuerdo con mucho cariño mi estancia en Gran Canaria.
Pues mira que bien, Crowley. Escuchar a Schubert es un verdadero placer. Y cuando puedas mércate la peli y si puede ser en VO mejor que mejor.
Pásate un buen fin de semana con tu chica, que ya el verano se está acabando.
Un abrazote.
Vaya qué casualidad, Jack, así que pasaste por mi pueblo!...Ingenio no es nada del otro mundo, es más bien tirando a feillo, pero se vive muy bien. La figura que dices está en Agüimes.
Schubert es un gran músico y en esta peli viene al pelo.
Pasa un buen fin de semana
Un abrazote.
Como Crowley la vi hace tiempo y la tengo en esa parte de la memoria donde las cosas se olvidan pero a menor velocidad, signo inequívoco de la buena calidad de la película. Por descontado no sabía nada de esos antecedentes que tan documentadamente nos cuentas.
Coincido plenamente con que hay un determinado cine europeo que solo puede ser hecho por europeos. Y ahí Polanski es el rey. El Pianista hecho en USA hubiese sido otra cosa donde la sensibilidad probablemente se hubiese sustiuido por las palomitas. La misma Oliver Twist de Polanski es un ejemplo de cine y cultura europeas hecho por europeos.
Saludos. Buen fin de semana.
Gran obra Polanskiana. Y, por cierto, el Faraón de Kawaleroviwz es una de mis películas históricas preferidas.
Sigo su blog :D
Gran película, de las menos conocidas de su director. Tuve la oportunidad de leer la obra teatral (se editó al mismo tiempo que se estrenó la peli) y es una buena adaptación.
Sigourney está inmensa (Kingley, para variar, también), aunque la sombra de Ripley, para este y casi para cualquier papel seguirá siendo alargada...
Un abrazo, amigo!!
Father me alegro de contar algunas cosas que puedan interesar. Sí realmente vale la pena volver a verla.
Un abrazote.
Bienvenido, Cinemagnificus, procurare estar a la altura, y me alegro de coincidir en los gustos cinematográficos.
Un abrazote.
Tuviste suerte J.A. de encontrar la obra original. A este hombre casi le han publicado en España cero patatero.
Un abrazote.
Efectivamente, Anro, la película fue filmada en las costas gallegas, cerca de A Coruña. Sigourney está impresionante, y pienso que la relación con la teniente Ripley está más en nuestras cabezas que en su interpretación, sinceramente. Una nueva muestra, en cualquier caso, de la maestría de Polanski para filmar atmósferas opresivas, y acercarse a la oscuridad de las almas humanas. Saludos.
Gracias por la aclaración Marcbranches. Tenía esa idea, pero no estaba seguro.
Sin duda que Polanski es un maestro en los ambientes opresivos. Lo que no entiendo es como tuvo un resbalón tan fuerte en "La séptima puerta" , lo tenía todo al huevo y, ya ves la basurita que le salió.
Un abrazote.
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