Hay historias en la Historia del Cine, que son casi relatos novelescos. Hace varios años se publicaba en la prestigiosa revista inglesa "Films and Filming" una extensa crónica del azaroso rodaje de la pelicula "Ben Hur"(1925). Se titulaba "La Gran Hecatombe". El cronista se basaba a su vez en la minuciosa descripción de todos los avatares que sufrió el rodaje de esta película, narrados por Kevin Brownlow en su maravilloso libro "The Parade's Gone By..."
Si ustedes me lo permiten y tomando como base el relato de Brownlow os resumo en grandes pinceladas la interesante crónica de un film, que vale la pena revisitar, porque aun estando casi a punto de cumplir los 85 años puede enseñarle ritmo y buen hacer a películas rodadas antesdeayer.
Todos sabemos que "Ben Hur" fue una novela escrita por el conservador y muy cristiano General Lew Wallace, que tardó en redactarla al menos cinco años. Fue un best seller de la època, y ni él mismo se creyó el éxito de ventas, nunca superado por otro libro excepto la Biblia. Hoy nadie soporta leer ese peñazo, pero más de uno lo hemos gozado en nuestra juventud por obra y gracia de Bruguera.
El otro día leí un espectacular anuncio donde en grandes caracteres se informaba del espectáculo más grande del verano, un Ben Hur como nunca se había visto. Y citaba una serie de plazas donde se representaría este montaje. El público asistente quedaría atónito con una batalla naval y la consabida carrera de cuadrigas.
Bien, eso no es nuevo. Se hizo una producción teatral sobre el relato en 1899 con un coste de 71.000 dólares antes de que la cortina se levantase. El espectáculo se representó en Broadway durante un año. El esfuerzo era inmenso ya que se necesitaba mover a cientos de personas, efectos de iluminación (elaboradísimos para la fecha), escenas en el mar y naturalmente la carrera de cuádrigas. Como ven todo absolutamente igual al cabo de cien años.
Naturalmente esta producción hizo poner los ojos como platos a los emergentes magnates de Hollywood y dió lugar a que se hicieran sendas versiones de la obra en 1907 y en 1913.
En 1922 la manera de hacer cine había dado un gran salto cualitativo. Los metrajes largos eran rentables y ahí estaban los ejemplos de "El nacimiento de una nación" y "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" para demostrarlo. Aquel año de gracia empezaron las gestiones para hacer el más de lo más de la famosa novela del General Wallace.
Y he aquí donde se inicia la voracidad económica insaciable de esta producción. Mayer, que aún no era el todopoderoso que sería en pocos años encarga a John Cohn que investigue en qué lugar se debería localizar el rodaje para que los costes fueran lo más recortados posibles. Tras viajar a Europa el listo de Cohn sentencia que solo hay dos caminos para las producción de Ben Hur. Uno de ellos realizar la película en Europa, con un coste de pocos cientos de miles de dólares o bien realizarla en Hollywood, con lo cual el coste ascendería a más del millón de dólares. Toda la cúpula se echó las manos a la cabeza ante la peregrina y astronómica cifra. June Mathis, que cogió las riendas económicas decidió que el mejor lugar del mundo para realizar Ben Hur sería Italia. Así se fijó y así se firmó.
Principio de la sangría. Enero de 1924. Goldwing el otro socio de lo que despues sería MGM soltó cien mil dólares por derechos de autor y gastos editoriales y en Abril del mismo año la cifra aumenta a 167.000 a restar de los 750.000 dólares que se ha fijado para financiar toda la película. Cuan lejos estaban de sospechar los productores ejecutivos que esta cifra sería mera calderilla.
June Mathis, como ejecutiva resuelta se plantó en Italia con el guión bajo el brazo. Su ordeno y mando fue un desastre de proporciones gigantescas. La elección de un actor casi desconocido y la dirección de Charles Brabin estaban llevando a Ben Hur a un pozo oscuro que no rentaría ni un "jodido dólar", palabras de Mayer. (De hecho todos los negativos de Brabin fueron convertidos en cenizas)
Era tal el desastre que los inmensos decorados que se habían trasladado a Italia apenas se veían en fotograma alguno de los rodados. Los extras, más que judíos o romanos de la época parecían comparasas de un carnaval bufo y para colmo el dinero corría a torrentes en gastos absolutamente extrafalarios.
En Junio Irving Thalberg asume el control de la producción bajo la absoluta supervisión de Mayer. Su primera decisión fue llamar al actor mexicano Ramón Novarro. Mayer por su parte se dirigió a Fred Niblo para que se hiciera cargo de la dirección. Este lo primero que comentó fue que el reparto de actores, con el que se estaba rodanto, era absolutamente ridículo para una producción A.
Aquí se realizó otra importantísima sangría y June Mathis y su prolijo guión se fueron con viento fresco. Niblo llegó a Roma el 21 de Junio para encontrarse con un verdadero desastre al que hacer frente. El cuartel general de Ben Hur se encontraba a once kilómetros de Roma y no se disponía de agua. Se llegaron a cavar dos pozos, pero ni por esas. El equipo, el reparto y los extras demandaban apagar la sed (era un verano caluroso) y hubo que traer de Roma toneladas de agua en tanques. A todo ésto doscientos rollos de película habían sido derrochados. ¡Dólares al tragaperras!
A todo lo largo de aquel largo verano Niblo no hacía sino enviar cartas a Mayer dando cuenta de los desastres técnicos. Los italianos prometían electricidad para una fecha y esa fecha podia o no podía ser. Niblo decía que veía correr el dinero, pero igual que lo veía correr no tenía ni idea de a donde iba a parar. Muchos de aquellos dólares tuvieron como destino las arcas de la administración del Primer Ministro de Italia en aquellos años, Il Duce Mussolini.
La producción, ya a cargo de Niblo no prosperó gran cosa. El hombre había desechado las escenas de las galeras y todas las del desierto. El asunto no prosperaba y Thalberg se desesperaba. Al final el propio Mayer se desplazó a Italia para controlar aquel desorden.
Se cuenta, aunque no hay confirmación, que Mayer estaba observando el rodaje de la batalla naval. Parece ser que cundió el pánico cuando se incendiaron los barcos y que unos soldados con coraza se habían tirado al agua. Se oían gritos de socorro. Mayer le dijo a Niblo que parase el rodaje porque parecía que había gente en peligro. Niblo le contestó que aquellos barcos habían costado cuarenta mil dólares cada uno y no iba a interrumpir el rodaje porque algún maldito extra italiano se estuviera ahogando. El ambiente estaba tan envenenado que ya no importaba nada.
El dos de Enero de 1925 Mayer recibió un telegrama donde Niblo le comunicaba que de las 774 escenas de Ben Hur sólo estaban completadas 187. Naturalmente faltaba la más espectacular: la carrera de cuádrigas que no podría rodarse hasta abril o mayo, debido a la iluminación. Entonces Mayer contestó que levantaran los trastos y se volvieran a Hollywood.
En esta tesitura, el actor Francis X. Bushman (que encarnaba a Mesala) tuvo la osadía de pedir un aumento de mil dólares semanales. A Mayer le sentó aquello como una patada en los cataplines. Testigos de aquel momento oyeron que este dijo que si aquel actorcillo era capaz de abandonar Ben Hur su carrera en el cine y en el teatro se acabaría para siempre.
El digusto de Mayer era disculpable puesto que en los tres últimos meses del año 1924 Ben Hur se había tragado otros 648.024 y el final estaba lejanísimo.
El rodaje estadounidense de Ben Hur se reanudó el 18 de Febrero de 1925. Mayer no las tenía todas consigo y estuvo en la duda de si sustituirlo por Ernst Lubitsch. A esas alturas su consideración más optimista era que a menos que la película fuera el crack más espectacular jamás realizado, no habría la más mínima posibilidad de recuperar un penique.
Naturalmente el decorado del circo construido en Roma se fue al garete. En la esquina de Venice Boulevard y Brice Road se construyó parte del inmenso decorado del circo Máximo. Tenía cabida para más de mil extras a los que se le pagaba dos dólares diarios. Aquí el estudio se andó listo porque a la salida del decorado se instalaron unas magníficas ¡máquinas tragaperras!....
Cuentan las crónicas que entre el gentío del circo Máximo hubo celebridades como Douglas Fairbanck, Mary Pickford, los hermanos Barrymore e incluso Goldwyn. También se cuenta que en un terrible y dramático choque de cuadrigas murieron cuatro caballos. Pero como digo, ya nada importaba sino esperar con los dientes crispados el día del estreno que se fijó para el día de navidad de 1924. El coste final de la película se había disparado a la vertiginosa cifra de cuatro millones de dólares. ¡El coste de 8 películas importantes!
A nadie le llegaba el cuello de la camisa. Esperaban impacientes los resultados.......nadie quedó defraudado porque aquel Ben Hur ingresó nada más y nada menos que nueve millones y medio de dólares.
Muchos críticos colocan a este Ben Hur por encima del rodado en 1959 con Charlton Heston como protagonista. Tanto una película como la otra pertenecen a ese delirio que hoy día no se daría ni por pienso entre los ejecutivos de Hollywood. Antes primaba el riesgo y el buen oficio.
Es un ejercicio cinéfilo visualizar esta viejísima producción. Hay momentos de infinita ingenuidad, pero hay escenas que son difíciles de creer que pudieran rodarse en aquellos años. Uno puede pasárselo pipa comentandola con los amigos en una de estas tranquilas noches veraniegas.
Si ustedes me lo permiten y tomando como base el relato de Brownlow os resumo en grandes pinceladas la interesante crónica de un film, que vale la pena revisitar, porque aun estando casi a punto de cumplir los 85 años puede enseñarle ritmo y buen hacer a películas rodadas antesdeayer.
Todos sabemos que "Ben Hur" fue una novela escrita por el conservador y muy cristiano General Lew Wallace, que tardó en redactarla al menos cinco años. Fue un best seller de la època, y ni él mismo se creyó el éxito de ventas, nunca superado por otro libro excepto la Biblia. Hoy nadie soporta leer ese peñazo, pero más de uno lo hemos gozado en nuestra juventud por obra y gracia de Bruguera.
El otro día leí un espectacular anuncio donde en grandes caracteres se informaba del espectáculo más grande del verano, un Ben Hur como nunca se había visto. Y citaba una serie de plazas donde se representaría este montaje. El público asistente quedaría atónito con una batalla naval y la consabida carrera de cuadrigas.
Bien, eso no es nuevo. Se hizo una producción teatral sobre el relato en 1899 con un coste de 71.000 dólares antes de que la cortina se levantase. El espectáculo se representó en Broadway durante un año. El esfuerzo era inmenso ya que se necesitaba mover a cientos de personas, efectos de iluminación (elaboradísimos para la fecha), escenas en el mar y naturalmente la carrera de cuádrigas. Como ven todo absolutamente igual al cabo de cien años.
Naturalmente esta producción hizo poner los ojos como platos a los emergentes magnates de Hollywood y dió lugar a que se hicieran sendas versiones de la obra en 1907 y en 1913.
En 1922 la manera de hacer cine había dado un gran salto cualitativo. Los metrajes largos eran rentables y ahí estaban los ejemplos de "El nacimiento de una nación" y "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" para demostrarlo. Aquel año de gracia empezaron las gestiones para hacer el más de lo más de la famosa novela del General Wallace.
Y he aquí donde se inicia la voracidad económica insaciable de esta producción. Mayer, que aún no era el todopoderoso que sería en pocos años encarga a John Cohn que investigue en qué lugar se debería localizar el rodaje para que los costes fueran lo más recortados posibles. Tras viajar a Europa el listo de Cohn sentencia que solo hay dos caminos para las producción de Ben Hur. Uno de ellos realizar la película en Europa, con un coste de pocos cientos de miles de dólares o bien realizarla en Hollywood, con lo cual el coste ascendería a más del millón de dólares. Toda la cúpula se echó las manos a la cabeza ante la peregrina y astronómica cifra. June Mathis, que cogió las riendas económicas decidió que el mejor lugar del mundo para realizar Ben Hur sería Italia. Así se fijó y así se firmó.
Principio de la sangría. Enero de 1924. Goldwing el otro socio de lo que despues sería MGM soltó cien mil dólares por derechos de autor y gastos editoriales y en Abril del mismo año la cifra aumenta a 167.000 a restar de los 750.000 dólares que se ha fijado para financiar toda la película. Cuan lejos estaban de sospechar los productores ejecutivos que esta cifra sería mera calderilla.
El segundo paso era la elección del director y los intérpretes. Entre los directores se barajaron los nombres de King Vidor, Allan Dwan y Henry King entre otros y para el papel protagonista se presentaron docenas de actores .
June Mathis tenía un preferido, un tal Ben Lyon. En un arranque de sinceridad el tal Lyon dijo: "Es imposible que yo pueda ser Ben Hur, todas las costillas me sobresalen" . Sin embargo acudió a la junta de jueces y allí le mandaron desnudarse. Por lo visto todos soltaron una enorme carcajada. "No era para menos- dijo el actor- mi aspecto era el de un galgo flaco". Finalmente la propia June Mathis se decidió por un tal George WalshJune Mathis, como ejecutiva resuelta se plantó en Italia con el guión bajo el brazo. Su ordeno y mando fue un desastre de proporciones gigantescas. La elección de un actor casi desconocido y la dirección de Charles Brabin estaban llevando a Ben Hur a un pozo oscuro que no rentaría ni un "jodido dólar", palabras de Mayer. (De hecho todos los negativos de Brabin fueron convertidos en cenizas)
Era tal el desastre que los inmensos decorados que se habían trasladado a Italia apenas se veían en fotograma alguno de los rodados. Los extras, más que judíos o romanos de la época parecían comparasas de un carnaval bufo y para colmo el dinero corría a torrentes en gastos absolutamente extrafalarios.
En Junio Irving Thalberg asume el control de la producción bajo la absoluta supervisión de Mayer. Su primera decisión fue llamar al actor mexicano Ramón Novarro. Mayer por su parte se dirigió a Fred Niblo para que se hiciera cargo de la dirección. Este lo primero que comentó fue que el reparto de actores, con el que se estaba rodanto, era absolutamente ridículo para una producción A.
Aquí se realizó otra importantísima sangría y June Mathis y su prolijo guión se fueron con viento fresco. Niblo llegó a Roma el 21 de Junio para encontrarse con un verdadero desastre al que hacer frente. El cuartel general de Ben Hur se encontraba a once kilómetros de Roma y no se disponía de agua. Se llegaron a cavar dos pozos, pero ni por esas. El equipo, el reparto y los extras demandaban apagar la sed (era un verano caluroso) y hubo que traer de Roma toneladas de agua en tanques. A todo ésto doscientos rollos de película habían sido derrochados. ¡Dólares al tragaperras!
A todo lo largo de aquel largo verano Niblo no hacía sino enviar cartas a Mayer dando cuenta de los desastres técnicos. Los italianos prometían electricidad para una fecha y esa fecha podia o no podía ser. Niblo decía que veía correr el dinero, pero igual que lo veía correr no tenía ni idea de a donde iba a parar. Muchos de aquellos dólares tuvieron como destino las arcas de la administración del Primer Ministro de Italia en aquellos años, Il Duce Mussolini.
La producción, ya a cargo de Niblo no prosperó gran cosa. El hombre había desechado las escenas de las galeras y todas las del desierto. El asunto no prosperaba y Thalberg se desesperaba. Al final el propio Mayer se desplazó a Italia para controlar aquel desorden.
Se cuenta, aunque no hay confirmación, que Mayer estaba observando el rodaje de la batalla naval. Parece ser que cundió el pánico cuando se incendiaron los barcos y que unos soldados con coraza se habían tirado al agua. Se oían gritos de socorro. Mayer le dijo a Niblo que parase el rodaje porque parecía que había gente en peligro. Niblo le contestó que aquellos barcos habían costado cuarenta mil dólares cada uno y no iba a interrumpir el rodaje porque algún maldito extra italiano se estuviera ahogando. El ambiente estaba tan envenenado que ya no importaba nada.
El dos de Enero de 1925 Mayer recibió un telegrama donde Niblo le comunicaba que de las 774 escenas de Ben Hur sólo estaban completadas 187. Naturalmente faltaba la más espectacular: la carrera de cuádrigas que no podría rodarse hasta abril o mayo, debido a la iluminación. Entonces Mayer contestó que levantaran los trastos y se volvieran a Hollywood.
En esta tesitura, el actor Francis X. Bushman (que encarnaba a Mesala) tuvo la osadía de pedir un aumento de mil dólares semanales. A Mayer le sentó aquello como una patada en los cataplines. Testigos de aquel momento oyeron que este dijo que si aquel actorcillo era capaz de abandonar Ben Hur su carrera en el cine y en el teatro se acabaría para siempre.
El digusto de Mayer era disculpable puesto que en los tres últimos meses del año 1924 Ben Hur se había tragado otros 648.024 y el final estaba lejanísimo.
El rodaje estadounidense de Ben Hur se reanudó el 18 de Febrero de 1925. Mayer no las tenía todas consigo y estuvo en la duda de si sustituirlo por Ernst Lubitsch. A esas alturas su consideración más optimista era que a menos que la película fuera el crack más espectacular jamás realizado, no habría la más mínima posibilidad de recuperar un penique.
Naturalmente el decorado del circo construido en Roma se fue al garete. En la esquina de Venice Boulevard y Brice Road se construyó parte del inmenso decorado del circo Máximo. Tenía cabida para más de mil extras a los que se le pagaba dos dólares diarios. Aquí el estudio se andó listo porque a la salida del decorado se instalaron unas magníficas ¡máquinas tragaperras!....
Cuentan las crónicas que entre el gentío del circo Máximo hubo celebridades como Douglas Fairbanck, Mary Pickford, los hermanos Barrymore e incluso Goldwyn. También se cuenta que en un terrible y dramático choque de cuadrigas murieron cuatro caballos. Pero como digo, ya nada importaba sino esperar con los dientes crispados el día del estreno que se fijó para el día de navidad de 1924. El coste final de la película se había disparado a la vertiginosa cifra de cuatro millones de dólares. ¡El coste de 8 películas importantes!
A nadie le llegaba el cuello de la camisa. Esperaban impacientes los resultados.......nadie quedó defraudado porque aquel Ben Hur ingresó nada más y nada menos que nueve millones y medio de dólares.
Muchos críticos colocan a este Ben Hur por encima del rodado en 1959 con Charlton Heston como protagonista. Tanto una película como la otra pertenecen a ese delirio que hoy día no se daría ni por pienso entre los ejecutivos de Hollywood. Antes primaba el riesgo y el buen oficio.
Es un ejercicio cinéfilo visualizar esta viejísima producción. Hay momentos de infinita ingenuidad, pero hay escenas que son difíciles de creer que pudieran rodarse en aquellos años. Uno puede pasárselo pipa comentandola con los amigos en una de estas tranquilas noches veraniegas.
12 comments:
Muy interesante, como siempre, esa estupenda recopilación de información alrededor de una pieza clave en el cine mudo (y no tan mudo), que ví en la tele hace la tira de años, cuando todavía la tele ofrecía Cine.
Un abrazo.
Gracias por tu visita a mi blog y tus comentarios. Yo también me he dado una pequeña vuelta por aquí y atravesando estas puertas de Babilonia he encontrado cosas ciertamente interesantes y sobre todo muy documentadas. Por ejemplo este post acerca de Ben Hur version 1925 con muchísimos datos de esos que nos agradan a los cinéfilos.
Y además me ha entrado el gusanillo de ver esta "baratita" (jajaja) producción con un Ramon Novarro que me dejó buenas (y aniñadas) sensaciones en El principe estudiante y me defraudó un tanto en Mata Hari con Greta Garbo)
Seguiremos en contacto
Desde luego, compa Antonio, cómo te lo curras, qué maravilla. Y cuán digno de agradecer que nos hagas llegar estas historias, tan interesantes y tan reveladoras -aun cuando, en muchas ocasiones, haya que poner en cuarentena buena parte de su contenido; al fin y al cabo, son testimonios de terceros, no estuvimos allí...-, sobre los entresijos y las interioridades de este invento milagroso. Yo, al menos, te lo agradezco de corazón, y te puedo asegurar que lo he disfrutado a tope.
Un fuerte abrazo y buen verano.
Cierto Josep, tú lo has dicho, cuando la TV ofrecía cine. Pero de eso hace tantísimos años que ni me acuerdo. Gracias que ahora tenemos el disco duro que nos compensa.
Un abrazote.
Bienvenido a Babilonia, Father Caprio, te agradezco la visita. Poco a poco el círculo de la blogería se expande más y más con buenos amigos.
Por supuesto que nos seguimos leyendo y te añado a la lista.
Un abrazote.
Me alegro Manolo que te gusten esos entresijos cinéfilos. Esa intrahistoria de un film siempre es bueno conocerla, aparte de lo anecdótico. Todo lo que me decís es bueno para que me esfuerce en hacer las cosas mejor. No sabes lo que lo agradezco.
Hombre, el verano por aquí está más que fresquito, al menos en el pueblo donde vivo. Así que la estación corre bastante plácida
Un gran post, amigo Anro!!
Desconocía que el rodaje de esta película hubiese sido tan problemático. No he llegado a ver de ella más allá de alguna esdcena suelta, aunque dicen (y tú comentas) que es mejor que la de Heston-Wyler. Desgraciadamente el cine mudo ya ho pasa por ninguna cadena televisiva y como no eche mano del DVD...
En fin un abrazo!!
J.A. para el espectador actual Ben Hur-1925 es un ejercicio de pura arqueología cinematográfica. Hay que verlo en su contexto y muchas escenas chirrían demasiado, pero al margen de todo eso es una gran película. Yo tengo en mi diviteca ambas versiones la del 25 y la del 59 que venían en un precioso pack.
Un abrazote.
Interesantísimo Anro, no he podido disfrutar de esta versión, pero si como dices es superior a la de Heston, creo que tendré que buscarla. Según leía tu post y los entresijos de esa extraña época que era el Hollywood primerizo, te he visto reconvertido en Kenneth Anger escribiendo su Hollywood Babilonia (que imagino habrás leído y si no, te lo recomiendo, que viendo tu blog, seguro te atrapará)
Saludos
Nos leemos
Sí Crowley, sí que he leído las dos partes de "Hollywood Babilonia". Lo más tremendo, aparte de las cronicas negrísimas de aquella época, es la propia vida y obra (cinematográfica digo)de Kenneth Anger, cuyas pelis figuran en las listas del cine subversivo. Ver alguna de sus películas produce un malestar difícil de soportar. Algún día escribiré sobre él.
Un abrazote.
La verdad es que es fascinante el rodaje de esta película, que además ni siquiera es muy conocida -pese a su fama del momento-, debido a la épica de Charlton Heston. Había leído ya algo en ¡Este rodaje es la guerra!, pero ahora he devorado las anécdotas con mucha más profusión. ¡Genial!
Gracias Alabama. Bienvenido a este rincón de amigos.
Para lo que gusteis aquí estamos.
Un abrazote.
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