Como ya he apuntado en anteriores ocasiones una de las principales bazas de "His Girl Friday" son los estupendos diálogos escritos en comandita por Hecht, Lederer, Ryskind y el propio Hawks. De hecho por mucho que se quiera resumir, para llegar a la verdadera esencia de la película, tienes que transcribir la mayor parte de su guión.
Hay una anécdota muy graciosa, en relación a la composición del guión, que no me resisto comentar. Los citados responsables del script parecían, según Rosalind Russell, incidir en el carácter de Walter Burns- Cary Grant, de manera que los mejores momentos los copaba él. Ella, ni corta ni perezosa, se dirigió a su cuñado Chet La Roche, que era el primer responsable de una firma publicitaria llamada "Young and Rubicam, para que le diera alguna idea. El tal La Roche le recomendó a uno de sus mejores colaboradores. Este individuo, al que la propia Rosalind le pagaba 200 dólares semanales, le enriquecía sus diálogos. Naturalmente nadie estaba enterado de esta maniobra, ni por supuesto el propio Hawks, porque ella soltaba sus "diálogos enriquecidos" de la forma más espontánea.
El nombre de este "guionista" siempre permaneció en el anonimato y ni la propia Rosalind quiso dar su nombre.
Las "cebollas" más significativas de este "guionista fantasma" se intercalaron en la escena del restaurante, de la que ya dimos cuenta en el post anterior.
Hay que resaltar, tambien en esa secuencia, que ninguno de los comensales pudo terminar de comer el famoso sandwinch de beef, porque en los diez minutos aproximadamente que dura la secuencia, ninguno de los tres personajes cesa de hablar.
SALA DE PRENSA EN LAS DEPENDENCIAS DE JUSTICIA DEL CONDADO
Nos encontramos en la Sala de Prensa. Varios periodistas, hambrientos de las últimas noticias pasan el entretiempo jugando al poquer o comunicándose por alguno de los teléfonos de "línea caliente", con los hospitales, las estaciones policiales o la propipa redacción del diario al que pertenecen. La sala está llena de estanterías y una gran mesa. Los periodistas, como veremos a lo largo de las siguientes secuencias, se caracterizan por su actitud cínica y su verborrea pesimista.
Roy Bensinger (Ernest Truex) del "Morning Tribune" está colgado del teléfono dando las últimas noticias a su periódico.
- Se adelantan datos sobre la ejecución. Este alienista de Nueva York, Dr. Max J.Egelhoffer....Egelhoffer, si, va a entrevistarse con Williams en la oficina del Sheriff, en aproximadamente media hora. Aquí la situación es la propia de una víspera de colgada. Hay doble guardia a todo lo largo de las dependencias y en las terminales de las estaciones. Las fuerzas del orden están prestas para reprimir cualquier manifestación de los radicales.
Murphy(Porter Hall) otro reportero habla de un caso de disparate político
- El Sheriff ha colocado doscientos familiares suyos en nómina para proteger a la ciudad del Ejército Rojo, que acaba de salir de Moscú hace unos minutos.
Otro reportero escondido en la penumbra, junto a un gran ventanal se entretiene en mirar las piernas de las chicas que suben las escaleras. Hace tales equilibrios para seguir la ruta de las esbeltas extremidades, que su cabeza sufre el peligro de quedarse pegada en el suelo.
Hildy hace su aparición en la sala de prensa. Su aspecto, en cuanto al atuendo, es diferente a como la hemos visto antes. Lleva un sombrero similar al de sus colegas de prensa, con ligeros toques femeninos. Todos la saludan como si fuera uno de ellos. Le preguntan si vuelve a trabajar para Walter.
- No, esta es mi actuación de despedida. A partir de ahora me dedicaré a mis propios asuntos.
A la pregunta de cuales son esos asuntos ella contesta que va a contraer matrimonio.
- ¿Otra vez?- exclama Roy- ¿Estamos invitados a la boda?
- Claro tu podrías ser la dama de honor, Roy - dice Hildy de buen humor.
La comunidad periodística no acaba de creerse lo de la boda y que Hildy deje, sin más, el periodismo. Más de uno no se imagina a la periodista cantando nanas o lavando pañales.
Se oye un ruido seco, como el de un peso que cae. Acuden a la ventana. La cámara recoge el ensayo que se realiza para comprobar el funcionamiento de la trampilla de la horca. La escena está envuelta en luces espectrales y la sombra del instrumento de ejecución se refleja en los muros.
- Tengo que escribir un artículo sobre Williams- ¿Sabía él lo que hacía cuando disparó?
- Si me preguntas a mí- dice Murphy- te digo que no. Pero si le preguntas al alienista del estado te dirá que sí.
- ¿Quién es él?- pregunta Hildy refiriéndose a Williams- ¿Qué hacía?
Interviene McCue (Roscoe Kams)
- Trabajaba como contable. Le pagaban 2o dólares a la semana. Despues de diez y siete años cobraba 17.50. La empresa quebró y Williams se quedó en la calle. Fin del cuento.
- ¿Y no encontró otro trabajo?
- No- dice Ernie- el tipo comenzó a zancajear por los parques y alguno de los charlatanes que merodean por allí le lavó el coco al pobre diablo.
La cámara vuelve al despacho de Walter, en la redacción del periódico. El doctor acaba de realizar el examen médico para la póliza del seguro.
A la pregunta de Bruce sobre el beneficiario de dicha póliza, Walter contesta que será Hildy. Bruce protesta porque esa decisión le coloca en una posición incómoda, pero Burns teatraliza diciéndole a Bruce que hace ese gesto, como una "deuda de honor" por haber sido un mal marido. Para colmo y dispuesto a vencer cualquier escrúpulo por parte de Bruce, Walter teatraliza un folletinesco cuadro de la vejez de Hildy sin recurso alguno, pero que gracias al seguro que le ha dejado él, ella consigue salir adelante.
- Naturalmente si pone las cosas así- balbucea un Bruce convencido
- Y recuerde- es Walter en el colmo de su actuación- ¡Yo la amo también¡
- Si, estoy empezando a creerlo- Bruce está rendido.
- Y lo maravilloso de todo esto- continúa Walter- es que ella no sabrá nada de ésto hasta que yo...tal vez...cuando yo me vaya ella piense algo amable de mí (imita un sollozo, pero como Bruce no le ha visto ese gesto teatral, Walter le toca en el hombro y repirte las lagrimitas de cocodrilo.)
Bruce llama a Hildy para decirle que todo ha ido bien con la póliza. Ella le pregunta si el cheque está certificado. Su reacción inmediata es alegrarse, pero inmediatamente piensa de lo que es capaz Walter y le dice a Bruce.
- Escucha, Bruce, hay una vieja superstición entre los periodistas que dice que el primer cheque grande que se cobre debe guardarse en la cinta del sombrero.
Todos los presentes en la Sala se miran asombrados. Uno de ellos dice que en veinte años de profesión no ha oído nada parecido.
- Ni yo tampoco- dice Hildy tapando el micro del teléfono, y volviendo a Bruce le sigue diciendo- Sé que parece una tontería, pero ¿harás eso por mí?
Bruce asiente. Por la cristalera que comunica la redacción con el despacho de Walter vemos a éste que se acerca sin que Bruce lo perciba. Walter levanta en vilo a Diamond Louie que fija su ojo en Bruce y guiña a su jefe. SAbemos que algo se está tramando contra el infeliz novio, que sale de la redacción sin sospechar que el pequeño ganster-periodista le sigue los pasos.
ENTREVISTA CON EARL WILLIAMS
Hildy entra en las dependencias de los calabozos. Allí está de guardia Cooley (Pat West), quien le dice que el sheriff ha prohibido cualquier entrevista con Williams. Hildy no se inmuta. Abre su bolso y deja caer visible e intencionadamente un billete de veinte dólares. Se agacha a recogerlo y le dice a Cooley "¿Este billete es tuyo?". El guardián no le hace ascos al billete y murmurando que puede ser suyo manda abrir las puertas para que pase Hildy.
La toma en picado nos muestra el cubículo donde Williams está encerrado. La puerta se abre y vemos a Hildy y su sombra proyectándose en el suelo. Ella coge una silla y se sienta junto a la verja. Willian es un hombrecillo de aspecto débil. En absoluto tiene un aspecto agresivo. Toda la escena de la entrevista está filmada en planos medios. Tanto Williams como Hildy hablan en casi susurro. Hawks trata de enfatizar la sensibilidad femenina de Hildy superponiéndola a su faceta periodistica, pero sin anular ésta.
- Se que no puedo alegar locura- dice él- estoy tan cuerdo como cualquiera.
- ¿Quiere decir que no lo estaba cuando mató al policía?
- Claro que no. Eso va contra mis principios. Ellos saben que fue un accidente. Yo no soy culpable.
- Eso es solo su palabra.
- Ya veo lo que quiere decir.
Hildy enciende un cigarrillo y se lo pasa a Williams, excusándose por el carmín de los labios. Wiliams lo acepta pero lo retiene en sus manos.
- Vamos a ver, despues que perdiera el trabajo ¿qué hizo usted?
- Traté de buscar otro.
- ¿Qué hizo durante ese tiempo?
- Bueno, merodeaba por el parque- De pronto se da cuenta de que tiene un cigarrillo en las manos- Lo siento, no fumo. - Se lo devuelve a Hildy.
- Estando en el parque ¿escuchó usted a alguien?
- ¿Quiere decir a esos tipos que hablan tanto?...Bueno yo no les prestaba mucha atención.
Ella insiste en que habría alguien que diría algo que a él le llamara la atención. Williams le comenta que había uno que hablaba de "La Teoría de la producción del uso" (Todas las cosas que caen en manos de una persona son para ser usadas. Este es el principio fundamental de la teoría que Hildy va a usar a favor de Williams. Irónicamente el cigarrillo, que Hildy le ha ofrecido y él ha sostenido en sus manos, no ha sido usado.
- Eso tiene cierto sentido Earl. - dice Hildy- De manera que cuando usted se dió cuenta de que tenía una pistola en la mano y que el policía venía hacia usted ¿qué pensó?...Usted tuvo que pensar en algo ¿Podría haber sido...uh..."producción para usar"....¿qué es una pistola para usted, Earl?- Hildy tiene en sus manos el meollo de la entrevista. Lo tiene bien agarrado y lo utiliza.
- ¿Una pistola?.....para dispararla, naturalmente.
- Tal vez por eso la usó usted.
- Pudiera ser.
- ¿Ve ésto como algo razonable, Williams?- apunta firme.
- Sí, sí, eso es. Usted ve. Yo no había tenido antes una pistola en las manos. Para eso es una pistola, para disparar ¿verdad?. Tal vez por eso lo hice.
Conseguido el objetivo Hildy se despide de Williams asegurándole que escribirá todo lo que han hablado entre ambos. Hildy repara en las flores que adornan el sombrío lugar y en la foto de de la chica, pegada en un lateral. El contesta que las rosas se las ha enviado la chica de la foto, Mollie Malloy.
!!CORTEN¡¡....BUENA TOMA. ¡FELICIDADES A TODOS¡ NOS VEMOS LA PROXIMA SEMANA.
Hay una anécdota muy graciosa, en relación a la composición del guión, que no me resisto comentar. Los citados responsables del script parecían, según Rosalind Russell, incidir en el carácter de Walter Burns- Cary Grant, de manera que los mejores momentos los copaba él. Ella, ni corta ni perezosa, se dirigió a su cuñado Chet La Roche, que era el primer responsable de una firma publicitaria llamada "Young and Rubicam, para que le diera alguna idea. El tal La Roche le recomendó a uno de sus mejores colaboradores. Este individuo, al que la propia Rosalind le pagaba 200 dólares semanales, le enriquecía sus diálogos. Naturalmente nadie estaba enterado de esta maniobra, ni por supuesto el propio Hawks, porque ella soltaba sus "diálogos enriquecidos" de la forma más espontánea.
El nombre de este "guionista" siempre permaneció en el anonimato y ni la propia Rosalind quiso dar su nombre.
Las "cebollas" más significativas de este "guionista fantasma" se intercalaron en la escena del restaurante, de la que ya dimos cuenta en el post anterior.
Hay que resaltar, tambien en esa secuencia, que ninguno de los comensales pudo terminar de comer el famoso sandwinch de beef, porque en los diez minutos aproximadamente que dura la secuencia, ninguno de los tres personajes cesa de hablar.
SALA DE PRENSA EN LAS DEPENDENCIAS DE JUSTICIA DEL CONDADO
Nos encontramos en la Sala de Prensa. Varios periodistas, hambrientos de las últimas noticias pasan el entretiempo jugando al poquer o comunicándose por alguno de los teléfonos de "línea caliente", con los hospitales, las estaciones policiales o la propipa redacción del diario al que pertenecen. La sala está llena de estanterías y una gran mesa. Los periodistas, como veremos a lo largo de las siguientes secuencias, se caracterizan por su actitud cínica y su verborrea pesimista.
Roy Bensinger (Ernest Truex) del "Morning Tribune" está colgado del teléfono dando las últimas noticias a su periódico.
- Se adelantan datos sobre la ejecución. Este alienista de Nueva York, Dr. Max J.Egelhoffer....Egelhoffer, si, va a entrevistarse con Williams en la oficina del Sheriff, en aproximadamente media hora. Aquí la situación es la propia de una víspera de colgada. Hay doble guardia a todo lo largo de las dependencias y en las terminales de las estaciones. Las fuerzas del orden están prestas para reprimir cualquier manifestación de los radicales.
Murphy(Porter Hall) otro reportero habla de un caso de disparate político
- El Sheriff ha colocado doscientos familiares suyos en nómina para proteger a la ciudad del Ejército Rojo, que acaba de salir de Moscú hace unos minutos.
Otro reportero escondido en la penumbra, junto a un gran ventanal se entretiene en mirar las piernas de las chicas que suben las escaleras. Hace tales equilibrios para seguir la ruta de las esbeltas extremidades, que su cabeza sufre el peligro de quedarse pegada en el suelo.
Hildy hace su aparición en la sala de prensa. Su aspecto, en cuanto al atuendo, es diferente a como la hemos visto antes. Lleva un sombrero similar al de sus colegas de prensa, con ligeros toques femeninos. Todos la saludan como si fuera uno de ellos. Le preguntan si vuelve a trabajar para Walter.
- No, esta es mi actuación de despedida. A partir de ahora me dedicaré a mis propios asuntos.
A la pregunta de cuales son esos asuntos ella contesta que va a contraer matrimonio.
- ¿Otra vez?- exclama Roy- ¿Estamos invitados a la boda?
- Claro tu podrías ser la dama de honor, Roy - dice Hildy de buen humor.
La comunidad periodística no acaba de creerse lo de la boda y que Hildy deje, sin más, el periodismo. Más de uno no se imagina a la periodista cantando nanas o lavando pañales.
Se oye un ruido seco, como el de un peso que cae. Acuden a la ventana. La cámara recoge el ensayo que se realiza para comprobar el funcionamiento de la trampilla de la horca. La escena está envuelta en luces espectrales y la sombra del instrumento de ejecución se refleja en los muros.
- Tengo que escribir un artículo sobre Williams- ¿Sabía él lo que hacía cuando disparó?
- Si me preguntas a mí- dice Murphy- te digo que no. Pero si le preguntas al alienista del estado te dirá que sí.
- ¿Quién es él?- pregunta Hildy refiriéndose a Williams- ¿Qué hacía?
Interviene McCue (Roscoe Kams)
- Trabajaba como contable. Le pagaban 2o dólares a la semana. Despues de diez y siete años cobraba 17.50. La empresa quebró y Williams se quedó en la calle. Fin del cuento.
- ¿Y no encontró otro trabajo?
- No- dice Ernie- el tipo comenzó a zancajear por los parques y alguno de los charlatanes que merodean por allí le lavó el coco al pobre diablo.
La cámara vuelve al despacho de Walter, en la redacción del periódico. El doctor acaba de realizar el examen médico para la póliza del seguro.
A la pregunta de Bruce sobre el beneficiario de dicha póliza, Walter contesta que será Hildy. Bruce protesta porque esa decisión le coloca en una posición incómoda, pero Burns teatraliza diciéndole a Bruce que hace ese gesto, como una "deuda de honor" por haber sido un mal marido. Para colmo y dispuesto a vencer cualquier escrúpulo por parte de Bruce, Walter teatraliza un folletinesco cuadro de la vejez de Hildy sin recurso alguno, pero que gracias al seguro que le ha dejado él, ella consigue salir adelante.
- Naturalmente si pone las cosas así- balbucea un Bruce convencido
- Y recuerde- es Walter en el colmo de su actuación- ¡Yo la amo también¡
- Si, estoy empezando a creerlo- Bruce está rendido.
- Y lo maravilloso de todo esto- continúa Walter- es que ella no sabrá nada de ésto hasta que yo...tal vez...cuando yo me vaya ella piense algo amable de mí (imita un sollozo, pero como Bruce no le ha visto ese gesto teatral, Walter le toca en el hombro y repirte las lagrimitas de cocodrilo.)
Bruce llama a Hildy para decirle que todo ha ido bien con la póliza. Ella le pregunta si el cheque está certificado. Su reacción inmediata es alegrarse, pero inmediatamente piensa de lo que es capaz Walter y le dice a Bruce.
- Escucha, Bruce, hay una vieja superstición entre los periodistas que dice que el primer cheque grande que se cobre debe guardarse en la cinta del sombrero.
Todos los presentes en la Sala se miran asombrados. Uno de ellos dice que en veinte años de profesión no ha oído nada parecido.
- Ni yo tampoco- dice Hildy tapando el micro del teléfono, y volviendo a Bruce le sigue diciendo- Sé que parece una tontería, pero ¿harás eso por mí?
Bruce asiente. Por la cristalera que comunica la redacción con el despacho de Walter vemos a éste que se acerca sin que Bruce lo perciba. Walter levanta en vilo a Diamond Louie que fija su ojo en Bruce y guiña a su jefe. SAbemos que algo se está tramando contra el infeliz novio, que sale de la redacción sin sospechar que el pequeño ganster-periodista le sigue los pasos.
ENTREVISTA CON EARL WILLIAMS
Hildy entra en las dependencias de los calabozos. Allí está de guardia Cooley (Pat West), quien le dice que el sheriff ha prohibido cualquier entrevista con Williams. Hildy no se inmuta. Abre su bolso y deja caer visible e intencionadamente un billete de veinte dólares. Se agacha a recogerlo y le dice a Cooley "¿Este billete es tuyo?". El guardián no le hace ascos al billete y murmurando que puede ser suyo manda abrir las puertas para que pase Hildy.
La toma en picado nos muestra el cubículo donde Williams está encerrado. La puerta se abre y vemos a Hildy y su sombra proyectándose en el suelo. Ella coge una silla y se sienta junto a la verja. Willian es un hombrecillo de aspecto débil. En absoluto tiene un aspecto agresivo. Toda la escena de la entrevista está filmada en planos medios. Tanto Williams como Hildy hablan en casi susurro. Hawks trata de enfatizar la sensibilidad femenina de Hildy superponiéndola a su faceta periodistica, pero sin anular ésta.
- Se que no puedo alegar locura- dice él- estoy tan cuerdo como cualquiera.
- ¿Quiere decir que no lo estaba cuando mató al policía?
- Claro que no. Eso va contra mis principios. Ellos saben que fue un accidente. Yo no soy culpable.
- Eso es solo su palabra.
- Ya veo lo que quiere decir.
Hildy enciende un cigarrillo y se lo pasa a Williams, excusándose por el carmín de los labios. Wiliams lo acepta pero lo retiene en sus manos.
- Vamos a ver, despues que perdiera el trabajo ¿qué hizo usted?
- Traté de buscar otro.
- ¿Qué hizo durante ese tiempo?
- Bueno, merodeaba por el parque- De pronto se da cuenta de que tiene un cigarrillo en las manos- Lo siento, no fumo. - Se lo devuelve a Hildy.
- Estando en el parque ¿escuchó usted a alguien?
- ¿Quiere decir a esos tipos que hablan tanto?...Bueno yo no les prestaba mucha atención.
Ella insiste en que habría alguien que diría algo que a él le llamara la atención. Williams le comenta que había uno que hablaba de "La Teoría de la producción del uso" (Todas las cosas que caen en manos de una persona son para ser usadas. Este es el principio fundamental de la teoría que Hildy va a usar a favor de Williams. Irónicamente el cigarrillo, que Hildy le ha ofrecido y él ha sostenido en sus manos, no ha sido usado.
- Eso tiene cierto sentido Earl. - dice Hildy- De manera que cuando usted se dió cuenta de que tenía una pistola en la mano y que el policía venía hacia usted ¿qué pensó?...Usted tuvo que pensar en algo ¿Podría haber sido...uh..."producción para usar"....¿qué es una pistola para usted, Earl?- Hildy tiene en sus manos el meollo de la entrevista. Lo tiene bien agarrado y lo utiliza.
- ¿Una pistola?.....para dispararla, naturalmente.
- Tal vez por eso la usó usted.
- Pudiera ser.
- ¿Ve ésto como algo razonable, Williams?- apunta firme.
- Sí, sí, eso es. Usted ve. Yo no había tenido antes una pistola en las manos. Para eso es una pistola, para disparar ¿verdad?. Tal vez por eso lo hice.
Conseguido el objetivo Hildy se despide de Williams asegurándole que escribirá todo lo que han hablado entre ambos. Hildy repara en las flores que adornan el sombrío lugar y en la foto de de la chica, pegada en un lateral. El contesta que las rosas se las ha enviado la chica de la foto, Mollie Malloy.
!!CORTEN¡¡....BUENA TOMA. ¡FELICIDADES A TODOS¡ NOS VEMOS LA PROXIMA SEMANA.
3 comments:
¡Jo!¡No hay derecho! Cada día los haces más cortos....
Muy buen apunte el del cigarrillo no usado, no había caído en la cuenta.
Si es que hay que verla cien veces, y todavía va uno descubriendo detalles... :-)
¡Más! ¡Más!
Un abrazo.
Antes de que termine el dia de fiesta te prometo que escribo otro segmento. Todo depende del trabajo que tenga hoy. Los fines de mes se acumula muchísimo trabajo. Para colmo ya está el contable pidiendo datos para la declaración de la renta....en fin, como puedes ver la materia se impone sobre el espíritu....¡no hay derecho!...para colmo el fin de semana tengo un fiestorro de 1ª comunión, de una sobrinita, que a la vez es mi ahijada....Es que no paro, Josep, no se si alguien se va a quejar que dedique más tiempo a estas fruslerías en vez de a "otras cosas".
Venga un fuerte abrazote de fin de semana largo...largo.
Ese adjetivo de fruslerías tan sólo será adecuado para quien no halle solaz en estas magníficas reseñas.
¡Peor para quien tal piense!
¡Que se jo...robe!
Tú a lo tuyo.
:-)
Un abrazo.
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