Friday, November 13, 2009

LA BESTIA SURREALISTA


"Entonces el mercader se puso de rodillas y, juntando las manos dijo a la Bestia:
- Monseñor, perdonadme ; no creia ofenderos cogiendo unas rosas para una de mis hijas, que me las había pedido.
- No me llamo Monseñor, - respondió el monstruo- sino la Bestia. Y no me gustan los cumplidos; prefiero la gente que dice lo que piensa; así es que no creais que vuestros halagos van a conmoverme. Pero como me habeis dicho que teneis hijas, os perdono a condición de que una de ellas venga voluntariamente a morir en lugar vuestro; no razoneis, partid; y si vuestras hijas rehúsan morir por vos, juradme que volvereis en tres meses"

Con ese diálogo entre la Bestia (Jean Marais) y Marcel André queda sellado el compromiso que dará lugar a la fantástica pesadilla que vivirá la Bella ( Josette Day) en la tétrica y extraña mansión del monstruo.

"La Belle et la Bête" es un maravilloso y creo que inigualable film , filmado por el poeta, artista y cineasta Jean Cocteau. El artista se inspiró en un relato de madame Leprince de Beaumont donde se narra el secuestro de una joven bellísima, mediante chantaje, por parte de un ser monstruoso que habita un tenebroso castillo.
Poco a poco, la joven desarrolla una especie de "síndrome de Estocolmo" por su raptor llegando al punto en que se enamora de él sin importarle el aspecto terrible. Ella ha dejado de sentir miedo por él, e incluso compasión, para sentir solo amor.

"- No, mi querida Bestia, no morireis- le dice Bella- Vivireis para convertiros en mi esposo. Desde este momento os concedo mi mano y juro que seré solo vuestra. Creia sentir por vos más que amistad, pero el dolor que siento me hace ver que no podría vivir sin veros."

Ese amor ciego tendrá su compensación porque en ese momento se rompe el hechizo y la Bestia se convierte en el Príncipe Azul, para felicidad de ambos.

La aparente ingenuidad del cuento se convierte en manos de Cocteau en un despliegue visual inspirado nada menos que en las famosas pinturas de Vermeer y en los grabados inigualables de Gustavo Doré.
Naturalmente Cocteau derrocha su pensamiento surrealista a raudales. La escena de los candelabros humanos, copiada hasta la saciedad, ha quedado como un hito en la imaginería cinematográfica. No es menos importante el raudal freudiano como los temores colectivos y la sangre como elemento erótico.

Jean Maurice Eugène Clément Cocteau fue un hombre clave en el movimiento surrealista francés. Autor de innumerables poemas, novelas, obras teatrales y estudios críticos. Aparte de estas actividades literarias fue un pintor aceptable, decorador, promotor de boxeo, periodista y celebridad en todo su tiempo. Y aquí viene la pregunta ¿Fue un realizador cinematográfico?...El mismo se consideraba un simple amateur del cine. Sin embargo ha legado a la historia del cine tres obras que nadie discute: "La sangre de un poeta", "La Bella y la Bestia" y "Orfeo".

Para no detenerme excesivamente en su biografía daré unas breves pinceladas. Su familia era de cierta clase. Su padre abogado y pintor destacado se suicidó cuando Cocteau tenía solo nueve años. Desde los quince deja su hogar y se dedica a lo que verdaderamente le apasionaba, la literatura.
Durante la Gran Guerra fue conductor de ambulancia de la Cruz Roja y por entonces conoce a Picasso, Apollinaire y Modigliani y otros artistas con los que colaboraría en el futuro. También estuvo relacionado con Serguei Diaghilev para quien compuso unos decorados en colaboración con Picasso.
En 1918 comienza una relación amistosa, profesional y sentimental con el poeta francés Raymond Radiguet, que muere prematuramente en 1923. Durante un tiempo, y según el propio Cocteau, se aficiona al opio, pero también segun sus propias palabras "fue una experiencia temporal".
En 1930 sostiene una relación con la princesa Natalie Paley, hija del gran duque Romanov. Ella estaba casada con Lucien Lelon. De las relaciones con Cocteau quedó embarazada pero abortó. Aquello puso fin a las relaciones del poeta con la duquesa.
En esta tesitura conoce al actor Jean Marais con el que sostiene una larga relación sentimental y artística ya que el actor fue el protagonista de cuatro de sus más famosas películas, entre ellas, la que comentamos, "La Bella y la Bestia"

En este film,Cocteau ensaya un nuevo nivel de fusión artística. Combina la narrativa mítica, la poesía visual. El autor declaró que los símbolos del escrito original eran absolutamente gemelos a los suyos.
A lo largo del rodaje tuvo serias diferencias con el director de fotografía. Cocteau era especialmente quisquilloso en los ángulos y en los contrastes de luz. Hay unos comentarios sabrosos en el diario del autor sobre su director de fotografía al que en ocasiones tachaba de "artista inútil". La música corrió a cargo de Georges Auris y los decorados y la ambientación fueron de Christian Bérard y Lucien Carrè.

Todos sabemos que el mito de la "Bella y la Bestia" ha sido y seguramente seguirá siendo tema recurrente en el cine, pero la mirada de Cocteau sobre los dos personajes se adentra en los abismos más oscuros del sueño y su cámara, como un bisturí, se adentra en las regiones donde las pesadillas están alumbradas por esas inquietantes antorchas del corredor.


14 comments:

Crowley said...

Una obra maestra es para mi este cuento hecho película, lleno de magia y oscuridad. Preciosa y preciosista obra de un artista tan interesante como Cocteau que consigue aquí que la poesía y la imagen se fundan para dar lugar a una pieza inigualable.
Saludos y un abrazo.

Josep said...

Recuerdo haberla visto -mal, muy mal- en televisión, ¡en el UHF! y me pareció críptica por la cantidad ingente de simbolismos que encierra.

Yo era muy joven e inexperto.

Así que me la apunto para darle una revisión, pues, de nuevo, me has abierto el apetito cinéfilo con esas palabras tuyas tan sentidas.

Un abrazo.

p.d.: Lo de la colaboración con Picasso y Diaghilev ¿fue en L'apres-midi du faune? ¿Con Nijinski?
Sácame de la duda, que me has dejado a medias, gañán.... :-)

(Me suena que tengo un Lp donde se cuenta, pero me da pereza levantarme de la butaca.... y ponerme a buscar...)

alicia said...

Me gusta mucho y creo que es la mejor adaptación del mito, con un envoltorio fascinante.

ANRO said...

Totalmente de acuerdo Crowley. Pero la verdadera delicia visual lo constituyen estas tres piezas surrealistas realizadas por el artista francés.
Un abrazote.

ANRO said...

Debes de volver a verla, Josep, y si puedes "La sangre de un poeta" y "Orfeo", las tres son una sola y unica joya.

Satisfago tu curiosidad.
L'aprés midi d'un faune, contó con Lèon Bakst para la escenografía.

"Parade" de ERik Satie fue el ballet para el que Cocteau diseñó la escenografía. Los figurines corrieron a cargo de Pablo Picasso y el primer bailarín fue Leonide Massine. La orquesta contó con la magistral batuta de -Ernest Ansermet (tengo algún vinillo con piezas dirigidas por este señor)
Creo tener una portada de un vinilo ilustrada con los figurines de Picasso para "El sombrero de tres picos" produccion de Diaghilev. Si la encuentro la publicaré.
Un abrazote, y no seas perezoso.

ANRO said...

No me cabe la menor duda, Alicia, esta versión tiene todos los elementos más oscuros del mito.
Un abrazote.

J.A. Pérez said...

Tengo que darle un nuevo visionado a esta película. La ví hace tantos años...
Gracias por recordármela, Anro. La apunto entre los temas pendientes.

Un abrazo.

1600 Producciones said...

Lo admito, no vi nada de este director, pero en esta entrada, amigo, me lo has vendido de manera magistral. Haré los visionados correspondientes y después te cuento.

Saludos.

pepa mas gisbert said...

¿Y que es el cine o mejor dicho, debería ser sino poesía visual?.

Un abrazo, no recuerdo haberla visto, intentaré enmendarlo

ANRO said...

J.A. apúntatela y vela porque el cine de Cocteau no es para nada convencional.
Un abrazote.

ANRO said...

Pues estupendo el haberte puesto en "buen camino" 1600 Cocteau vale la pena un visionado de sus tres obras fundamentales del surrealismo.
Un abrazote.

ANRO said...

Debería ser poesía visual,Alma, y muchos directores lo han entendido así. Gracias a ellos todos nosotros podemos disfrutar de este placer cinéfilo.
Intenta ver esta peli, estoy seguro de que gozarás con ella.
Un abrazote.

FATHER_CAPRIO said...

Hasta hace poco hubiese dicho que "el cine francés y yo eramos incompatibles", pero si bien es cierto que hay un determinado cine galo que me supera y que me niego rotundamente a aplaudir por mucho que lo haga la mayoría, he ido descubriendo directores y películas de calidad excelente. Ahora mismo estoy repasando a Jacques Becker y es un gustazo absoluto. Melville, me parece genial. Lo mismo Jean Renoir. De Cocteau no puedo opinar aun, pero prometo que lo haré.
¡Oido cocina, una de Cocteau!

Saludos

ANRO said...

¡Servida comanda, una de Cocteau para el FAther!

Naturalmente cada uno tiene todo el derecho del mundo a discrepar, faltaría plus, Father, pero Cocteau y los surrealistas tenían una forma de hacer cine y es un buen ejercicio cinéfilo conocer al menos esta peli.
Un abrazote